Hay historias de emprendimiento que no se entenderían sin el contexto geográfico que las ve nacer. Rooteco es una de ellas. La startup biotecnológica con sede en Palencia pisa el acelerador para afrontar una problemática común al sector agrícola, de vital importancia en su región, y que tiene en el centro del asunto la excesiva utilización de los fertilizantes químicos que acaban por malograr los campos.
"Aquí no ha habido un impulso tan innovador como en otras zonas de España y pensamos que había una oportunidad en este sector. No sólo es una tendencia en el mercado, que lo es, sino porque estamos convencidos que, gracias a nuestros bioestimulantes y biofertilizantes, se pueden obtener unos resultados económicos compatibles con la sostenibilidad".
Así explica a D+I la esencia de este proyecto disruptor el fundador y CEO de Rooteco, David Villagrá. Rooteco nació en Palencia con el objetivo de mejorar la productividad y rendimiento agrícola de una forma sostenible con el medio ambiente.
La compañía agrotech produce y vende biofertilizantes y bioestimulantes a grandes operadores agrícolas como fabricantes, asociaciones y cooperativas; los cuales proveen en última instancia a agricultores y propietarios de terrenos.
La compañía ha lanzado sus productos agrícolas al mercado español, donde espera consolidarse este 2023. Su objetivo es expandirse por Europa en 2024 y en la esfera internacional en 2025.
La biotecnológica ha captado 300.000 euros de financiación en una ronda seed en la que han participado el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICE) y Sodical Instituto Financiero de Castilla y León. Para impulsar el crecimiento del negocio, Rooteco se apoyará en la apertura de una ronda serie A este febrero.
Su propuesta da de lleno en un desafío para el conjunto del sector agrario. La mayoría de los propietarios de las explotaciones recurren al uso de fertilizantes químicos para combatir el estrés habitual de los cultivos y mantener así su productividad.
Sin embargo, estos productos provocan contaminación del suelo a largo plazo, lo que acaba comportando aún más estrés y pérdida de productividad, que a su vez se vuelve a combatir con más químicos para recuperar la productividad a corto plazo. Este círculo resulta "insostenible a nivel agrícola, medioambiental y económico", según la visión de la compañía.
Para solucionar este problema, Rooteco selecciona, aísla, multiplica y comercializa microorganismos registrados como biofertilizantes o bioestimulantes, creados a partir de un I+D propio y una tecnología pionera que le permite obtener cepas de máxima eficiencia.
Hemos podido obtener cepas propias y altamente eficientes de los sitios más recónditos de la geografía mundial
"Lo que hacemos es incitar a las plantas a que se defiendan, es decir, promovemos la defensa de la planta. Trabajamos el sistema integral microbiológico desde varios ejes para intentar cubrir todo lo que necesita la planta: sobre todo su nutrición y protección", argumenta a D+I el CEO.
"Gracias a nuestro trabajo de investigación y desarrollo (I+D) hemos podido obtener cepas propias y altamente eficientes de los sitios más recónditos de la geografía mundial. No podemos decir que hemos inventado la rueda, pero sí que tenemos nuestra propia rueda, y este es el factor diferencial", añade.
Gracias a este alto componente tecnológico, la compañía ha sido galardonada con varias distinciones en su primer año de actividad: Premio Surcos a la Innovación por Castilla y León TV, premio a la empresa más innovadora por El Mundo CyL, y Premio a la Innovación, Calidad e I+D por la Cámara de Comercio de Palencia.
Rooteco, tras fundarse en 2019 por David Villagrá, Jaime Olaizola y Sandra González, afronta este año un momento crucial. Y es que, como en tantos otros proyectos disruptores en nuestro país, su puesta en marcha se topó en 2020 con la pandemia del coronavirus.
El 80% de los agricultores que prueban nuestros bioestimulantes repiten y comprueban que funcionan y que dan resultados económicos
La Covid ralentizó el desarrollo del producto, que culminó finalmente en 2022. Ahora, Rooteco ha lanzado sus productos biofertilizantes y bioestimulantes al mercado español con la misión de mejorar la productividad y rendimiento agrícola de una forma sostenible con el medio ambiente.
"No prometemos imposibles. Pero nos satisface que el 80% de los agricultores que prueban nuestros bioestimulantes y biofertilizantes, repiten. Y lo más importante: comprueban que funcionan, que no se trata de pasar de 0 a 100, sino de ir incorporándolos poco a poco para, no lo olvidemos, ir cumpliendo también la normativa medioambiental que nos llega de Europa", concluye el CEO.