El fundador de Alibaba, Jack Ma, proclamó que "el 'e-commerce' es el futuro y sustituirá a muchas de las formas tradicionales de hacer negocio". En el caso de su compañía, "sin un sistema logístico perfecto, sin un sistema de pagos perfecto, sin tecnología blockchain, el año pasado vendimos por valor de 750.000 millones de dólares. Qué pasará en los próximos 20 años con toda esa tecnología lista, con todos los gobiernos, organizaciones y emprendedores listos".
Ma intervino en un panel dedicado al papel de las pymes en la nueva era digital. "Es imposible parar el tren. El mundo necesita comercio, es la forma de resolver guerras. En el futuro no habrá made in China, ni in America, sino sólo made in Internet. Permitiremos a la gente joven y a las pymes comprar, vender, enviar, pagar y viajar globalmente, usando el móvil como pasaporte. Esta es la tendencia y nadie puede pararlo".
Y aludió implícitamente a la visión de Trump al señalar: "Cuando sancionas a otro país estás sancionando a las pymes y a la gente joven, ya no hace falta que lo bombardees. Hay miles de formas de solucionar un problema con el comercio, pero un muro provoca 30 años de dolor". "El negocio tradicional es b2c [Business to Consumer], en el futuro será c2b: muchas cosas se harán a medida. En el pasado muchas mercancías cruzaban fronteras en contenedores, en el futuro se moverán en paquetes. Hace cinco años lanzamos la campaña de ventas de China a Rusia y con sólo 80.000 paquetes al día colapsamos el sistema de reparto ruso. Hoy movemos un millón de paquetes al día sin problemas", dijo Ma.
¿Cuáles son los desafíos? "El primer reto es hacer llegar los beneficios de la economía digital, en cuestiones como educación y salud, a todos los rincones. El segundo es asociarse incluso con empresas competidoras y colaborar también con gobiernos, y el tercer reto tiene que ver con la seguridad y la confianza", defendió Chuck Robbins, CEO de Cisco.
Y para que eso sea posible, Gabin Patterson, CEO de BT Group, añadió que será necesaria una gran inversión a nivel mundial, una intensa colaboración y formación. "Todos los empleos tendrán un punto tecnológico. Es preciso hacer un esfuerzo para reeducar a los trabajadores y debe ser rápido".
En el panel dedicado a la confianza de la tecnología, las grandes empresas defendieron sus esfuerzos por la seguridad. "En México DF en determinados momentos del día bloqueamos las peticiones de zonas no seguras porque queremos mantener a nuestros conductores a salvo", esgrimió el CEO de Uber, Dara Khosrowshahi. "Estamos deseando intercambiar datos sobre tráfico con las ciudades. En nuestra agenda también está la electrificación y que los consumidores compartan sus viajes para reducir los atascos", señaló.
En cuanto a la sanidad, el CEO de Pfizer, Albert Boula, apuntó que "la tecnología permitirá a los pacientes tener un rol activo en el manejo de su salud", y puede suponer, por eso, "una disrupción en las relaciones de los actores del sistema sanitario".
Satya Nadella, CEO de Microsoft, opinó que "la tecnología debe ayudar a una mayor y mejor conexión del médico, el paciente y el proveedor. Esto influirá en los costes administrativos de la salud". Para que esto sea posible será necesario tener capacidad para analizar los datos que llegan cada día de más dispositivos. "Estamos comprometidos con el análisis de los datos. Y hay que darles un uso práctico", explicó en su intervención el CEO de Centene, Michael F. Neidorff.
Análisis de datos que al final supondrán un abaratamiento de la factura sanitaria. "Creemos en un mundo que apueste por la monitorización constante de la salud y el cuidado preventivo. El 60% de las muertes son por enfermedades crónicas, muchas de ellas son previsibles y reversibles. Y dos tercios del gasto en salud se dedica a tratar a los enfermos crónicos. Estamos trabajando en dispositivos no invasivos con sensores que permitan monitorizar constantemente al ser humano. Creemos que se puede detectar un cáncer meses antes de que aparezca", aseguró el CEO de Nokia, Rajeev Suri.
"Si no hay forma de conectar los datos, no servirán. Si lo logramos, aportarán grandes avances", defendió Nadella. "La conectividad marcará la diferencia. Pero las redes actuales no pueden asumir la cantidad de datos que los dispositivos van a generar constantemente. Por eso es importante el 5G", agregó el CEO de Nokia. Y propugnó una menor latencia que permita, por ejemplo, la cirugía en remoto. Una realidad, asegura, que puede ser posible en apenas dos o tres años.
"La tecnología bajará el coste de la sanidad. La gente vivirá cada día más y los cuidados crónicos aumentarán en cantidad y coste. Muchas de las enfermedades pueden ser prevenidas y mejor llevadas con la tecnología", concluyó el CEO de Pfizer. Y citó un estudio según el cual usando sensores biológicos en diabéticos se ahorrarían 700.000 visitas a urgencias y 345.000 hospitalizaciones, sólo en Estados Unidos.