Un circuito cerrado por el que circula un coche autónomo en Madrid.

Un circuito cerrado por el que circula un coche autónomo en Madrid.

Innovadores

Probamos el primer vehículo autónomo, sin conductor ni volante, en un espacio público en Madrid

El minibús EZ10 de Easy Mile hace demostraciones en un circuito cerrado en el marco del festival de innovación #Imperdible03 de Cotec

23 noviembre, 2018 12:54

Madrid ha visto hoy por primera vez los movimientos de un vehículo autónomo, sin volante ni conductor, circulando con pasajeros, en un espacio público. Un circuito cerrado de unos 300 metros en la Plaza de Colón (en la zona de jardines, no la calzada para vehículos), ha servido para la primera demostración de un minibús EZ10 de la startup francesa Easy Mile, en el marco del festival Imperdible03 de Cotec. Un periodista de INNOVADORES ha estado abordo en el viaje inaugural. Poco más de un par de minutos.

La experiencia que se puede contar del breve viaje es una marcha suave, a veces demasiado lenta para tomar una curva bastante cerrada, y no exenta de frenazos. El minibús, totalmente eléctrico, con capacidad para "seis pasajeros sentados y dos o cuatro de pie", según Javier García, de Car Media, incluye en el habitáculo una gran pantalla táctil y un par de tabletas conectadas (eran viajes de demostración, rigurosamente controlados) suministradas por esta compañía.

En estas tabletas se puede ver información en tiempo real del viaje, con información complementaria de los lugares por los que pasa, como monumentos, espectáculos y puntos de interés. Según los datos de Easy Mile, la máxima capacidad en explotación es de 15 pasajeros.

El fabricante ya tiene 150 unidades circulando por diversos países, la mayoría en fase de pruebas. Ha hecho pruebas con tráfico real en París y en otros lugares como Noruega y Singapur.

"El vehículo tiene una autonomía de unas 15 horas y alcanza una velocidad de 25 kilómetros hora. La distancia que puede recorrer depende de las cuestas que tiene que superar y del uso del aire acondicionado, según el frío o calor", explica a INNOVADORES un ingeniero de la firma fabricante, aportando cifras discrepantes con las de García, que aumenta la velocidad máxima a 40 kms/hora y reduce la autonomía a unas 12 horas.

En todo caso, para la prueba de hoy la velocidad en el reducido circuito estaba limitada a 15 kms/hora, realizando una parada programada, para demostrar al máximo la funcionalidad. "La velocidad se ajusta para la máxima seguridad de las personas que pudieran pasar cerca del vehículo y para que los ocupantes no sufran los efectos de frenazos bruscos. Si un gato se cruza a 40 centímetros, puede frenar con suavidad", señala.

"El recorrido se programa previamente", indica el ingeniero. "El vehículo lleva un sistema de sensores para detectar cualquier obstáculo y se detiene". Lo más complicado parece ser sí de repente se encuentra con una de esas obras que cada dos por tres surgen en la ciudad casi sin previo aviso. "Puede establecerse una ruta alternativa", dice, sin demasiado convencimiento y tras pensarse bastante la respuesta.

La demostración del EZ10 se ha llevado a cabo en el marco del festival #IMPERDIBLE03 de Cotec, dedicado a plantear diversos aspectos de la innovación en la ciudad, incluida la idea de "innovación social". En este último apartado se incluyen actividades como el grafiti [responsable y como arte urbano] y el skateboard.

Hay talleres dedicados a los niños, demostraciones teóricas de lo que es una ciudad inteligente, un stand del SAMUR y un circuito de carreras para minicoches autónomos, entre otras, hasta 40 actividades. 

En el apartado de movilidad, donde encaja la prueba del minibús autónomo, también se ha mostrado el nuevo SEAT Cristóbal, en realidad un coche rojo del modelo Leon, rebautizado por incorporar hasta 16 nuevas funciones de seguridad, de las cuales tres ya están a punto de poder ser incorporadas a vehículos de serie: un asistente de salida (que detecta si se aproxima algún objeto al abrir la puerta para bajarse del coche); una cámara trasera con lente gran angular, montada en la luneta, que puede proyectar la imagen en el espejo retrovisor eliminando los puntos ciegos; y un sistema que lee las señales de tráfico para acomodar la marcha cuando está en automático la velocidad de crucero.

Hay una cuarta función de caja negra, que registra en vídeo la actividad del conductor, pero de momento plantea una primera cuestión sobre su legalidad.

El coche seguro también cuenta con una app llamada Mentor, que permite al propietario de un coche prestárselo a alguien (por ejemplo, a un hijo), estableciendo limitaciones en el uso en cuanto a límite de velocidad, la zona por la que se puede mover e incluso una prueba con alcoholímetro, que en caso de positivo impide el arranque. En cualquiera de los casos, el sistema envía mensajes al propietario si se produce una transgresión.

El festival está abierto al público, en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, Plaza de Colón, hasta el sábado 24 de noviembre.