Crece la demanda de personas con perfil ACIT (Analíticos, creativos, innovadores y tecnólogos). Es lo que podemos concluir del artículo de Emma Charlton para el World Economic Forum en el que resalta las tendencias en habilidades laborales para el año 2022. Por orden de importancia figuran el pensamiento analítico e innovación, aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje, creatividad, originalidad e iniciativa, diseño tecnológico más programación y pensamiento crítico más resolución de problemas complejos.
Resulta muy interesante observar que esta última habilidad, que en la actualidad es una de las más deseadas, cae al puesto sexto para el año 2022. Si hace unos años se buscaban habilidades como el trabajo en equipo o la atención al detalle, en el futuro se buscarán perfiles que mezclarán la capacidad analítica, la creatividad y la innovación con la tecnología y la programación. Las buenas noticias son que por medio del aprendizaje a lo largo de la vida nunca es tarde para entrenar estas habilidades. Un estudio publicado este mes confirma que el cerebro seguiría produciendo neuronas hasta los 90 años.
Los retornos en innovación decrecen para la mayoría de las empresas, según describen los autores Omar Abbosh, Vedrena Savic y Michael Moore en su último artículo para Harvard Business Review. Uno de los motivos es que la presión a la que se están viendo sometidas las empresas provoca que desarrollen proyectos de innovación sin una estrategia clara, desconectadas del negocio y mal gestionadas. Las pocas empresas que se sintieron muy satisfechas de sus esfuerzos en innovación hicieron algunas cosas de forma diferente al resto.
En primer lugar, las empresas exitosas apuntaron sus desafíos de innovación a retos que resolvían problemas de gran importancia. Por su parte, las empresas menos efectivas enfocaron sus inversiones de innovación a mejoras incrementales de productos y servicios existentes. En segundo lugar, las empresas innovadoras desarrollaron aproximaciones coherentes integrando sus capacidades en una arquitectura única. Por el contrario, los ejecutivos de las empresas con peores resultados describían la innovación como momentos de inspiración aislados y desconectados del núcleo del negocio. Estos resultados confirman la necesidad de trabajar la innovación junto con las competencias centrales y las capacidades dinámicas.
Los equipos estelares de las startups poseen unas claves que podemos explorar en el artículo de Eva de Mol para Harvard Business Review. En el pasado se pensaba que la experiencia era el ingrediente principal. En realidad sucede que esa experiencia por sí sola no conducirá al éxito. En cambio, el conocimiento, las habilidades y la pasión son igual de importantes para tener éxito. La experiencia solo conducirá a un mejor rendimiento si los miembros del equipo comparten sus conocimientos y tienen una visión común para la empresa.
Los equipos Agiles aceleran los productos mínimos viables (PMV) destacan los autores Santiago Comella-Dorda, Krushpreet Kaur y Ahmad Zaidi en su último artículo para McKinsey en el que hablan de los efectos positivos de la agilidad organizacional. Cada vez es más frecuente que las empresas fomenten el intra / emprendimiento para lanzar nuevos productos, servicios y modelos de negocio. Los equipos ágiles trabajan mejor las fases de la prueba de concepto (PoC) y PMV. Otro aspecto muy importante es que las organizaciones ágiles establecen Objetivos y Resultados Clave (ORC), lo que facilita priorizar mejor.
Tendencias poco obvias son aquellas que requieren en su identificación de técnicas de pensamiento creativo ya que suelen pasar desapercibidas para la mayoría de las personas. El autor Rohit Bhargava nos plantea 7 para el año 2019: El crecimiento de todo lo retro, la revisión del concepto de masculinidad, la envidia innovadora, la influencia artificial, la empatía organizacional, el renacer de los robots, contar historias y los efectos onda de la tecnología.
Las empresas más innovadoras del 2019 según BCG son Alphabet/Google, Amazon, Apple, Microsoft y Samsung, Netflix, IBM, Facebook, Tesla y Adidas.
Tecnología empresarial: asistentes virtuales
Un asistente virtual es un agente de software que proporciona asistencia a los usuarios entregando información y automatizando tareas. Uno de los primeros proyectos de esta tecnología fue CALO "Cognitive Assistant that Learns and Organizes" financiado por DARPA y coordinado por SRI Internacional entre los años 2003 y 2008. En la actualidad, diversos asistentes virtuales como Alexa, Google Assistant, Bixby, Cortana, Sherpa o Aura compiten en un mercado en auge. Gartner apunta que para el año 2021, el 25% de los empleados utilizará un asistente virtual a diario. La consultora también predice que para ese año el gasto de consumidores y empresas en asistentes virtuales superará los 3.500 millones de dólares.
PACO BREE es profesor de la Deusto Business School