Innovadores
Automatizar los análisis de seguridad en aviones y drones
La española Anzen Aerospace, impulsada por la Agencia Espacial Europea, es la garantía de que los sistemas a bordo no fallen en pleno vuelo
14 noviembre, 2019 07:00Volar en avión es una de las formas de transporte más seguras que existen. Y el mérito no es sólo de los pilotos y controladores aéreos, ni muchísimo menos: la magia de la seguridad aeronáutica comienza desde la base. Esta es precisamente la historia de lo que sucede antes de que el avión llegue siquiera a despegar y que condiciona sobremanera si tendrá un accidente o no.
Uno de los procesos fundamentales en la fabricación de cualquier aeronave es el análisis de seguridad y fiabilidad. Un área especialmente sensible en la que trabajaban los tres fundadores de la startup que nos ocupa -Anzen Aerospace- pero con un grandísimo hándicap: no había suficiente oferta cualificada para comprobar la integridad y el cumplimiento normativo de todos los sistemas que se montan a bordo de un avión.
"Nuestra misión es asegurarnos de que los equipos no van a fallar mientras el avión está volando para que no desemboque en un accidente o incidente", remarca Pablo de la Cruz Greciet, CEO de Anzen Aerospace. "Actualmente, el desarrollo tecnológico lleva implícito un incremento en la complejidad de los sistemas, y esto repercute en los recursos que se deben destinar a comprobar que dichos sistemas sean seguros. Por otro lado, la normativa es cada vez más exigente con estos requisitos. Además, hay nuevos desarrollos como el taxi aéreo o los coches autónomos, que deben cumplir también con estos requisitos".
Y ahí es donde entra en juego la innovación. Estos emprendedores se fijaron en un software muy preliminar desarrollado por la Agencia Espacial Europea, cuyo propósito era casualmente la verificación de la seguridad de los componentes críticos usados en el sector espacial. Anzen no tardó en darse cuenta de que podía modificarse esa tecnología no sólo para su uso en aviones comerciales, sino también para drones, sistemas de defensa (como radares) y, en un futuro, en nichos como el mundo naval, el ferroviario o la automoción.
"Lo que hicimos fue desarrollar extensiones específicas de dicha tecnología para poder aplicarla a distintos sectores de la industria", explica De la Cruz. "Básicamente lo que conseguimos es automatizar parte de los procesos que realizamos en los análisis de seguridad, reduciendo el error humano, los costes y el tiempo requerido hasta en un 30%".
La explicación del funcionamiento de su software es compleja, pero comprensible teniendo en cuenta el campo en que se mueve: "Es un acuerdo común en la industria que el análisis de seguridad basado en modelos (MBSSE) es la mejora más relevante en las técnicas de seguridad futuras aplicables a todo el conjunto de campos de seguridad y fiabilidad relevantes", presume el CEO de la startup.
La propuesta de Anzen Aerospace ha sido impulsada precisamente por el ESA-BIC (centro de incubación de empresas de la Agencia Espacial Europea en la Comunidad de Madrid) y ha obtenido ya financiación por valor de un millón de euros, planteándose abrir una ronda de financiación a medio plazo para "acelerar la fase de crecimiento". Desde la empresa aseguran trabajar para "algunos clientes punteros" del sector aeroespacial, aunque no desvelan los nombres por motivos de confidencialidad.
Para algunos de esos clientes, los desarrollos del software de análisis de seguridad se realizan a medida, "para agilizar sus procesos internos", en palabras de Pablo de la Cruz, lo que confiere a esta herramienta un potencial de adaptación mucho mayor a otras alternativas más estandarizadas y con menor flexibilidad en su operativa.
Otro factor más que hace a Anzen Aerospace mirar con optimismo el devenir de su negocio. "Hay dos factores clave en nuestro crecimiento: la recurrencia en el servicio de nuestros clientes actuales, y el ritmo que estamos estableciendo de apertura de mercado, no solo a nivel nacional, también de forma internacional", dice el directivo.
Por lo pronto la firma ya cuenta con tres trabajadores, a sumar a los cinco socios, y ya hay sobre la mesa planes serios de internacionalización. "Tenemos intenciones de abrir otra sede, pero aún no podemos dar más detalles del país por decisión estratégica", adelanta De la Cruz a INNOVADORES.