Una pila de combustible es un dispositivo electroquímico que transforma de forma directa la energía química en eléctrica. Para que esto ocurra parte de un combustible –generalmente hidrógeno– y de un elemento que favorece la combustión –en muchos casos oxígeno– para producir electricidad en forma de corriente continua, según explican desde el Centro Nacional de Hidrógeno.
Una de sus ventajas es que la energía, en lugar de almacenarse en baterías, se produce según se necesita. Otra de sus características es que el producto residual que genera es vapor de agua. Sus aplicaciones son variadas, incluido su empleo en vehículos de todo tipo para su tracción.
Entre las iniciativas en marcha para el desarrollo de pilas de combustible por hidrógeno figura Medusa 300, del Ministerio de Defensa. Se trata de un proyecto de I+D para la instalación de un sistema de propulsión independiente de aire (AIP, por sus siglas en inglés) para el futuro modelo de submarino S-80 de la Armada Española.
En los submarinos con propulsión AIP la energía química se transforma en eléctrica sin necesidad de estar con contacto con la atmósfera. En el futuro S-80 el hidrógeno se obtendrá a partir de bioetanol con un sistema diseñado por la empresa española Abengoa.
El Centro Tecnológico Cidaut, de Valladolid, hizo público hace unos días su participación en la Fase I del Proyecto Medusa 300 para el desarrollo de la pila de combustible. Una contribución que realiza a través de la U.T.E. Medusa constituida junto a la empresa Jalvasub Engineering.
Estará basada en el diseño de ULPHE-PEM, una nueva generación de pilas de combustible poliméricas que puede operar tanto a baja como a alta temperatura. Se trata de una tecnología nacional patentada, mucho más eficiente y con menor peso, volumen y coste que las existentes en el mercado, según describen desde el centro tecnológico.
“El bioetanol junto a la pila de combustible proporcionarán a nuestros submarinos la energía necesaria para permanecer en inmersión continuada durante al menos 15 días”, explica un documento publicado por Defensa. “El desarrollo de un nuevo sistema AIP supondrá, no solo un aumento de las capacidades de dichos submarinos, sino también un gran logro de la ingeniería naval y de las industrias españolas. Demostrando con ello que están a la vanguardia en el desarrollo de proyectos propios con tecnología y mano de obra nacional”.
Esta iniciativa contará con la aportación técnica de universidades y centros de investigación de reconocido prestigio, como el Laboratorio de Física de Fluidos de la UNED y la Unidad de Pilas de Combustible e Integración de Sistemas del Ciemat. El objetivo es que el empleo de las pilas de combustibles de alta capacidad ULPHE -PEM alimentadas con hidrógeno no se quede únicamente en la industria de Defensa, sino que se extienda a otros proyectos relacionados con la descarbonización de las actividades industriales y de movilidad.