La realidad virtual se puede definir como una experiencia interactiva generada por computadora que tiene lugar en un entorno simulado. Morton Heilig desarrolló en 1962 la máquina de inmersión Sensorama muy avanzada para su época. Se estima que el mercado global de realidad virtual crecerá desde los 8.000 millones de dólares en 2018 hasta los 45.000 millones en 2024.
La realidad virtual está abriendo múltiples oportunidades y modelos de negocio. Algunas de las aplicaciones más resaltables observadas estos últimos años incluyen: juegos, entretenimiento, medios interactivos, bienestar, turismo, actividad social, atracciones, salud, ingeniería, arquitectura, construcción, inmobiliarias, educación, empresas y retail.
Un panel de expertos detallaba para Forbes en enero del 2019 algunas aplicaciones reales de la realidad virtual que aportan un alto valor para las personas y la sociedad en general. Estás aplicaciones incluyen facilitar que las familias se reúnan, temas de diagnóstico y tratamiento médico, terapias físicas, cuidados postraumáticos, entrenamiento y formación en el lugar de trabajo, mejora de la experiencia del cliente y usuario, impartición de clases, marketing e-commerce, ventas y alquileres de bienes e inmuebles, diseño de ingeniería y construcción, diagnóstico de equipos remotos, experimentación de destinos lejanos o creados por la imaginación.