Compra pública innovadora y un observatorio para reforzar a España en ciberseguridad

La secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, ha sido la encargada de anunciar en el regreso a Barcelona del mayor evento de la industria móvil dos nuevas iniciativas que acaba de poner en marcha el Institucional Nacional de Ciberseguridad (Incibe) para lograr que esos objetivos se alcancen. 

Anuncios que coinciden además con la publicación del Índice Global de Ciberseguridad elaborado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de Naciones Unidas, que sitúa a España en el cuarto lugar a nivel mundial, sólo por detrás de Estados Unidos, Reino Unido, Arabia Saudí y Estonia, y empatada con Corea del Sur y Singapur.

España, que en el conjunto de la Unión Europea ocupa el segundo lugar tras Estonia, ha ido escalando posiciones en las diferentes ediciones realizadas de este ranking. Así, mientras que en 2014 obtuvo el puesto 30, en 2016 pasó a ocupar el puesto 19, para después escalar a la séptima posición en 2018 y alcanzar su mejor resultado histórico este año.

Con el fin de afianzar esta posición de liderazgo, el Gobierno ha anunciado este martes la puesta en marcha de una estrategia mediante la cual el Incibe canalizará al mercado un total de 224 millones de euros a través contratos de compra pública innovadora en productos y soluciones de ciberseguridad durante los próximos tres años.

En concreto, el instituto llevará a cabo esta estrategia mediante siete actuaciones. Entre ellas se encuentran programas de I+D estratégicos para el desarrollo de proyectos de tecnologías disruptivas por empresas de la industria de la ciberseguridad, que den respuesta a retos a largo plazo, y la compra pública de innovación de pequeños proyectos impulsados por empresas de nueva creación, micropymes y pymes.

Asimismo, se adquirirán soluciones tecnológicas para los principales retos del sector público, para la ciberseguridad en las pymes, para la mejora de las infraestructuras de ciberseguridad y los equipamientos propios de Incibe, de ciberseguridad para sectores estratégicos (energía, transporte e infraestructuras, entre otros) y vinculadas a la formación o al desarrollo de capacidades y de habilidades de las personas.

Según ha explicado la gerente del área de Apoyo a la Empresa, Industria, Emprendimiento e I+D+i de Incibe, Lola Rebollo, en el acto de presentación, para definir cada uno de los contratos que serán objeto de licitación final el próximo 1 de julio se publicará una Consulta al Mercado, que estará abierta hasta el día 13 de agosto. 

Tras el análisis de todos los proyectos presentados, Incibe desarrollará los instrumentos para la ejecución de cada una de las actuaciones identificadas. El objetivo es hacer público a mediados de octubre el listado de contratos, conocido como Mapa de Demanda Temprana, para comenzar inmediatamente con las primeras licitaciones.

Ciberseguridad para la recuperación

Esta inversión se enmarca dentro de nueva estrategia recogida para Incibe en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia 'España Puede'. Está dotada con una inversión de 500 millones de euros que reforzarán una institución, según Artigas, de "prestigio internacional" y que ha hecho una "labor impagable" de la concienciación y de difusión de la importancia de la ciberseguridad. 

El objetivo de estas ayudas es que Incibe pueda promover una transformación de la ciberseguridad en el conjunto del sector público, en las pymes y en sectores estratégicos, así como colaborar en la creación de soluciones y en su aplicación entre las empresas y las Administraciones públicas. 

Artigas ha remarcado, aunque España cuenta con empresas muy potentes y reconocidas en este campo, con este plan se quiere dar un "salto importante a nivel cuantitativo" y de dimensión de esta industria, para lo que ha incidido es necesario invertir en innovación, en crear ecosistema y en seguir reforzando la "impagable y necesaria" labor de concienciar a los ciudadanos en materia de ciberseguridad. 

En el caso concreto del plan de compra pública innovadora, la secretaria de Estado de Digitalización e IA ha remarcado que su importancia reside en el sector de aplicación, por su importe cuantitativo y, sobre todo, por el nivel la innovación que puede impulsar.

"El anuncio es de un calado que ahora no somos capaces de ver, pero que estoy covencida que vamos a ver con la respuesta positiva que habrá por parte de la industria", ha subrayado Artigas, que destaca que este proyecto se ha hecho tras escuchar la opinión del sector.

Asimismo, ha remarcado que se adquirirán productos y soluciones en cualquiera de sus etapas de innovación, y ha defendido lo adecuado que es este medio para impulsar la innovación frente a otros como las subvenciones. "Con este mecanismos conseguimos dinamizar una mejor relación entre la administración pública y el sector innovador, que es algo que queremos hacer desde el ámbito de la administración digital del país", ha añadido.

ObservaCiber

La segunda de las iniciativas presentadas por el Incibe en el MWC es lanzamiento junto al Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) de ObservaCiber, el primer observatorio público especializado en ciberseguridad, que cuenta también con el apoyo de la Secretaría General de Administración Digital.

El objetivo de este proyecto es unificar y promover bajo un observatorio común, con una marca unificada, los estudios de ciberseguridad desarrollados por ambas instituciones. De esta manera, su primer reto será abordar el impulso y la divulgación de la importancia de la cultura de la ciberseguridad entre los ciudadanos y las empresas, así como de otros grupos de interés para ambas entidades, a través de varios estudios.

En la presentación del Observatorio, Artigas ha remarcado también que con su creación se busca también contar con imágenes y espacios compartidos para poder construir conjuntamente este conocimiento en torno a la ciberseguridad, así como generar un espacio de encuentro accesible para todos. 

Asimismo, esta iniciativa nace con el espíritu de aunar la experiencia de otras entidades públicas del sector de la ciberseguridad. Para ello, cuenta con el apoyo y la participación del Centro Criptológico Nacional (CCN), el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad (OCC) y el Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE).

Primer estudio

Coincidiendo con su lanzamiento, ObservaCiber ya ha publicado su primer, en el que analiza la adopción de medidas de seguridad y evalúa las incidencias de situaciones que pueden constituir riesgos de seguridad, así como el grado de confianza de los hogares españoles en el uso de la tecnología.

Incibe destaca que el estudio se ha realizado a partir de los datos recogidos en un periodo en que la sociedad española ha experimentado "cambios significativos" en su rutina (segundo semestre de 2020) y su análisis permite determinar el efecto de estos cambios en los hábitos de seguridad.

Según los datos recogidos a través de las encuestas a usuarios, el uso de medidas automatizables por parte de los españoles ha disminuido en el ordenador del hogar, salvo la actualización del sistema operativo y el uso de programas o configuración de bloqueo de pop-up y publicidad.

Además, destaca que el 41,5% de los encuestados cree innecesario cifrar documentos o datos, un dato que califica de "preocupante" teniendo en cuenta que se trata de una medida preventiva para evitar el acceso no autorizado.

Privacidad y fraude online

En banca online o comercio electrónico mejora la conducta de los usuarios, ya que aumentan muy ligeramente los usuarios que vigilan los movimientos en su cuenta (92,1%) o los que cierran la sesión al terminar (88,2%). También es reseñable que los usuarios de redes sociales han mejorado la privacidad de sus cuentas, comprueban más la veracidad de lo que se descargan y analizan los archivos.

En fraude online se ha incrementado la extorsión con información personal, pasando en seis meses del 7,1% al 8,8%. Además, 8 de cada 10 usuarios dice no haber sufrido impacto económico tras un fraude y se han disparado hasta un 74,6% los usuarios que han tenido pérdidas de hasta 100 euros por fraude telefónico.

En cuanto a la segmentación por género, se aprecia una mayor tendencia por parte de las mujeres a desconfiar de las medidas de seguridad de las que disponen en el ordenador personal, como en el caso del uso de certificados digitales, donde un 13% declaran no fiarse de ellas, frente al 8,4% declarado por los hombres.

Además, el 65,7% de las mujeres realizan con mayor frecuencia copias de seguridad de sus archivos, fotos o documentos de sus terminales móviles, 2,9 puntos más que los hombres, y utilizan más el pin o patrón de seguridad para desbloquear sus dispositivos.