Desde que se fundó en el año 1999, Appian ha tenido como objetivo ayudar a las empresas a maximizar sus recursos y a mejorar sus resultados gracias al uso del low code, una modalidad de desarrollo de aplicaciones que emplea el mínimo de programación posible.
La situación generada por la pandemia de la Covid-19 fue toda una prueba para demostrar la capacidad y los beneficios que tiene el low code a la hora de ayudar a una compañía a adaptarse a circunstancias inesperadas, ya que permitió desarrollar en tiempo récord aplicaciones que se habían convertido en imprescindibles.
Para Appian esto no fue una sorpresa, ya que lleva años trabajando con el denominado 'código bajo'. Tal y como recuerda el fundador y consejero delegado de Appian, Matt Calkins, en 2017 se convirtió en la primera compañía especializada low code en salir en bolsa y es la propietaria del dominio lowcode.com.
En una entrevista a D+I, Calkins señala que en "la simplicidad" está la clave de los negocios, por lo que reducir la complejidad del cambio es lo más importante para lograr facilitar la adaptación de las empresas a las exigencias de su entorno. "Estamos hablando de empoderar la gente para que hagan cambios sin dificultad", incide.
En este sentido, asegura que estamos en un "momento capital" después que en el último año las empresas se hayan vuelto conscientes de la importancia de la transformación y la agilidad. Así, añade que ha quedado probado que poder cambiar rápidamente ha sido clave para conservar clientes, para mantener la salud de los empleados e incluso para "salvar el negocio".
"El cambio nunca ha sido más importante de lo que lo fue el pasado año", incide el consejero delegado de Appian, quien agrega que el papel fundamental que desempeñan las tecnologías que facilitan abordar ese cambio, como el low code, que ha ido ganando relevancia por el éxito que ha tenido a la hora de habilitar este proceso.
Sin embargo, advierte de que esto no es sólo cosa del pasado, sino que aún quedan más cambios por venir una vez concluya la pandemia, como, por ejemplo, el que se derive del entorno de trabajo y negocios híbrido, en el que clientes, activos y empleados van a estar más dispersos que nunca. "Estamos entrando en otro cambio. Tenemos por delante otro desafío disruptor y difícil", asegura.
En este sentido, incide en que, tras lo visto el último año, la capacidad de cambiar se ha convertido "en una cuestión de supervivencia" y recalca que aquellos que ya eran buenos a la hora de adaptarse a las circunstancias han convertido esta capacidad en un factor "diferenciador competitivo".
A este respecto, agrega que aquellos negocios que han utilizado el cambio como arma, se han adelantado a la pandemia, se han anticipado a las necesidades de sus clientes o han prosperado gracias a esa capacidad de adaptación no se van a detener ahora. "Tienen una ventaja, y van a aprovecharla, el cambio será un atributo aún más importante en el futuro de lo que lo ha sido en el pasado. Y todas las industrias y todas las empresas de todos los sectores deben mejorar su capacidad para cambiar sus propios procesos", agrega.
Las claves de los nuevos procesos
En este contexto, Calkins remarca que será necesario contar "una buena capa coordinada" de tecnología, un desafío al que, según afirma, Appian ha reaccionado intentando facilitar a las empresas la creación y ejecución de nuevos procesos en un entorno con nuevas regulaciones, nuevos patrones de consumo o nuevas estrategias.
De esta manera, anticipa que estamos ante un futuro con enormes oportunidades para todo el sector, no solo para Appian. Un futuro que, según Calkins, estará sustentado sobre tres componentes claves: la minería de procesos, la automatización y el flujo de trabajo (workflow).
"En el futuro, los clientes esperarán ser capaces de descubrir sus procesos, diseñarlos y automatizarlos", incide el consejero delegado de Appian, quien agrega que en la empresa han querido unir estos tres aspectos en una sola plataforma y se dedicarán los próximos dos años a demostrar que estos tres componentes deben ir juntos.
Así, defiende que existen "muy buenas sinergias" entre estos tres componentes. "Creo que hemos logrado definir la forma que nuestra industria necesitará tener en el futuro y ahora vamos a demostrar que ésta es la forma correcta", afirma.
En este contexto, explica que una sus mayores satisfacciones recientes ha sido que analistas, clientes, empleados y socios hayan comprendido los motivos detrás de la reciente compra de la plataforma de minería de procesos Lana Labs y el encaje con el resto de su actividad.
"Pienso que es una combinación extremadamente intuitiva. A veces es complicado explicar lo que haces. Pero esta vez ha sido fácil y creo que todo el mundo lo ha entendido", remarca.
Beneficios del low code
Calkins asegura que gracias a toda esta mezcla de tecnologías las empresas van a poder optimizar "mucho mejor" sus procesos, ya que van a ser capaces de descubrir sus ineficiencias y darles respuesta con rapidez con un nuevo flujo de trabajo. Además, con la automatización podrán delegar parte del trabajo a empleados no humanos como bots o sistemas de inteligencia artificial (IA).
En este sentido, añade que además que el retorno de la inversión es "muy alto" porque hace que todo sea más sencillo. "Por lo tanto, es perfecto. Vamos a encontrar nuevos procesos, diseñarlos y automatizarlos y luego validar el beneficio a la vez que se mantienen unos costes muy bajos", afirma.
Asimismo, agrega que las empresas que no aúnen estos componentes no van a sobrevivir por mucho tiempo, porque no será posible ser sólo una empresa de RPA o de minería de procesos, ya que se está demostrando que ambos factores están vinculados al flujo de trabajo.
"Y tan pronto como expongamos nuestro caso, creo que los compradores comprenderán que no deben adquirir estas cosas por separado", incide Calkins, quien confía en que su desarrollo, fruto de su apuesta por la innovación, se convertirá "en el estándar para la industria".
Preguntado por cuáles son los sectores que están más abiertos a estos cambios tecnológicos, apunta a algunos habituales como las finanzas y el farmacéutico, así como otros en los que empiezan a verse avances, como la energía, la fabricación, las telecomunicaciones o el transporte. Sin embargo, recalca que todas las organizaciones tienen que ser ágiles y capaces de adaptarse al cambio hoy en día, de ahí que esto beneficie a todos los sectores.
Beneficios que pueden capturar tanto las grandes organizaciones como las empresas medianas, así como las administraciones públicas. Sobre estas últimas, afirma que, aunque pueden ser algo lentas a la hora de tomar una decisión, cuando lo hacen son "bastante valientes" y exigen unos altos estándares que cumplir.
Por otro lado, Calkins destaca la importancia que tiene el mercado europeo para Appian, ya que se ha convertido en la región en la que están registrando mayor crecimiento. Además, bromea incluso con que se están convirtiendo en cierto modo en una empresa europea, ya que tienen más oficinas en el Viejo Continente que en Estados Unidos y es en Europa donde han hecho sus últimas grandes adquisiciones.
Sobre el caso concreto de España, apunta que es una de oficinas que más crece de la compañía desde su apertura y se ha convertido un modelo a seguir a la hora de entrar en otros países. "Ahora, cuando abro una nueva oficina, pienso, ¿cómo puedo hacer que sea como la oficina de Madrid porque me ha ido tan bien y me hace a estar ahí todo el tiempo?", afirma.