El 1 de junio entra en vigor la Patente Unitaria europea, con España al margen

Ha sido un camino pleno de tropiezos, empezando por la inmediata rebelión de España e Italia ante lo que pretendía ser algo así como el mercado único de las patentes en la UE, concebido como un 'mecanismo de cooperación reforzada'. Ambos países lo rechazaron porque la norma emanada del Europarlamento establece tres idiomas oficiales, inglés, francés y alemán, y nada más.

Luego, la PU encalló en el Tribunal Constitucional alemán, que apreciaba una posible injerencia en su soberanía. Después, fue víctima del Brexit: Reino Unido se había acogido a ella y en 2017 habría bastado que su Parlamento lo ratificase para alcanzar el mínimo requerido de países activos, la mitad más uno de los 26 entonces inscritos, y echar a andar.

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La Oficina Europea de Patentes (EPO), responsable de gestionar el asunto, confió hasta el final en la negociación británica con la UE, para que algún acuerdo especial los permitiera mantenerse dentro de la PU. Pero llegó el 1 de enero de 2021 y el Reino Unido se quedó totalmente fuera.

Y así, el proceso ha seguido a ritmo lento, pandemia incluida, hasta que, finalmente se pone en marcha este año, con 17 países activos, que han ratificado plenamente su adhesión a la Patente Unitaria, de los 25 que se integran en el acuerdo. Voluntariamente, se quedan fuera España y Croacia.

Plazos para la Patente Europea clásica

Según explica Ana Herrera, directora de patentes, desarrollo tecnológico e innovación de PONS IP, desde el pasado 1 de enero han empezado a correr ya diversos plazos para la puesta en marcha. Y quedará todavía un amplio margen de transitoriedad.

Para empezar, ya "se puede empezar a solicitar de manera temprana el efecto unitario [en las solicitudes de patente] y el retraso en la publicación de la concesión, para que se produzca después de la entrada en vigor de la Patente Unitaria".

Una de las características de la nueva fórmula, es que podrá absorber las garantías de la Patente Europea clásica (en vigor desde 1973) y aplicarle sus efectos, en los países a los que alcanza.

La gran diferencia entre ambas es que la PU supone un único trámite, que abarca todos los países adheridos, pero solo pueden serlo los miembros de la UE.

La PE, por el contrario, es una patente única que abarca a los 39 países integrados en la EPO. Pero el solicitante debe especificar en cuáles de ellos desea la protección de su registro, para hacer luego una validación y pago de las tasas correspondientes en cada uno.

Más sencilla y barata

El cálculo de tarifas para la Patente Unitaria, aclara Roberta Andreatta, key account manager de EPO, se formula haciendo "una media que compara todas las patentes clásicas", para que la cuota resulte más barata en cuanto se desee la protección en cuatro o más países.

El planteamiento oficial es que la PU resultará más sencilla en los trámites y económica, haciendo todas las gestiones en un único idioma. Cualquiera de los tres oficiales. Las renovaciones anuales se harán también en pago único a la EPO, no país a país.

Andreatta, que invita a ver las cifras en la web oficial de EPO, añade que el cálculo se basa en "los primeros 10 años" de los derechos, que es "más o menos la vida media de una patente en Europa".

Según dicha web, el coste total durante esos 10 años es "menos de 5.000 euros, significativamente inferior al coste actual de validar y mantener una Patente Europea en cuatro países".

Otro plazo transitorio dará comienzo el 1 de marzo, fecha a partir de la cual, detalla Herrera, "el Tribunal Unificado de Patentes permitirá, durante lo que se denomina el sunrise period, la exclusión de patentes y solicitudes de patente europea tradicionales". Es decir, los interesados podrán sustraer sus PE de la autoridad del nuevo tribunal, manteniendo su estatus actual.

Ese "periodo de amanecer" señala otras dos implicaciones muy relevantes de la implantación de la Patente Unitaria: al mismo tiempo que esta entre en vigor, el 1 de junio, lo hará el Tribunal Unificado, que es una jurisdicción única de ámbito comunitario, irrenunciable para la PU.

Roberta Andreatta, key account manager de EPO. Julio Miravalls

A partir de su puesta en marcha, ese Tribunal entenderá también los casos que se planteen sobre la Patente Europea tradicional (en los países de su jurisdicción, se entiende), a menos que los titulares pidan expresamente la exclusión. Lo cual podrá hacerse durante un periodo transitorio de siete años.

Las disputas sobre las patentes europeas tradicionales se dirimen en los tribunales nacionales. Esto supone que, llegado el caso, podría ser necesario litigar en tribunales de diversos países. Con el Tribunal Unificado, el conflicto y la decisión será único. Para bien, o para mal.

A preguntas de D+I, Andreatta asegura que ambos sistemas coexistirán en el futuro, aunque precisa que "una vez pase el periodo de transición, ya todas las solicitudes y todas las patentes europeas [nuevas] estarán sujetas al Tribunal Unificado".

Sensible para España

La cuestión de los tribunales que pueden entender sobre conflictos de patentes es especialmente sensible para España y su postura de excluirse de la Patente Unitaria.

El gran argumento esgrimido es la supuesta indefensión en la que caerían los innovadores españoles si tuvieran que defenderse ante el Tribunal Unificado, sin poder usar su propia lengua (algo que de hecho ocurre también si la Patente Europea de un español es sometida a reclamación ante un tribunal de Berlín, Roma, París… o Estocolmo).

En 2017, el entonces presidente de EPO, Benôit Battistelli, ofreció una salida al Gobierno español para que su uniera a la PU, indicando que "podría haber un Tribunal para litigar la Patente Unitaria en español", mediante la creación de "una división local, en Madrid o en Barcelona, del Tribunal Europeo Único".

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La jurisdicción seguiría siendo de ámbito europeo, pero en esa división el idioma que se utilizaría sería el español, según explicó Battistelli a este periodista (y así se publicó en una entrevista el 4 de abril de ese año en Innovadores, que entonces se editaba con El Mundo). España siguió manteniéndose al margen, con gobiernos del PP y del PSOE.

No obstante, los españoles sí pueden optar a registrar sus invenciones bajo la protección de una Patente Unitaria, igual que cualquier ciudadano o empresa del mundo, si bien eso no les protegería en España. Los trámites pueden hacerse directamente a través de la web de EPO.

"Distintas generaciones de PU"

Una Patente Europea actual podrá convertirse en Unitaria, sólo durante el periodo de transición, con un requisito idiomático: aportar una traducción en inglés, si la original fue presentada en francés o alemán. O, si el original está en inglés, añadir una traducción en cualquier otro idioma de la UE (lo cual crea una paradoja idiomática para los irlandeses, que habrán de adoptar alguno extranjero).

Los últimos datos publicados por EPO sobre solicitudes de patente en Europa (correspondientes a 2021 y publicados en abril de 2022), señalan que un 25% procede de Estados Unidos, un 11%, de Japón y un 9% de China, mientras el país europeo que más patentes presentó fue Alemania, el 14%.

Queda, por último, otro plazo de transitoriedad, en este caso indeterminado, para que la Patente Unitaria tenga validez en todos los países adheridos: su efecto se irá ampliando a medida que los ocho que no la han ratificado (Chipre, República Checa, Hungría, Irlanda, Polonia, Rumanía y Eslovaquia) lo hagan.

Las solicitudes que se produzcan durante este periodo brumoso sólo tendrán validez en los países ya ratificados en el momento de presentarlas. Por tanto, los solicitantes que tengan interés en alguno de esos países tendrán que validar su patente de manera tradicional, país por país, igual que para los países no miembros de la PU.

Esto, en la práctica, creará "distintas generaciones de patentes unitarias", en palabras de Herrera, con diferentes ámbitos de aplicación según lo que tarde en completar sus procedimientos cada uno de los países pendientes de ratificación.