Con apenas dos años en el mercado, la startup mexicana Mattilda ha demostrado haber dado en el clavo con una necesidad acuciante en Latinoamérica en el segmento fintech-edtech.
Las universidades y colegios privados asumen serias dificultades para financiarse y llevar los pagos al día, un hándicap que dificulta la expansión de estas instituciones académicas fundamentales para la formación y creación de conocimiento en la región. El proyecto no vio la luz por casualidad, sino por el profundo conocimiento de esta realidad de sus impulsores, integrantes del equipo fundador de Lottus Education.
"Se trata de una plataforma educativa que pasó de 6.000 a 100.000 estudiantes en solo seis años, revolucionando el panorama educativo en México con la adquisición de seis marcas distintas en todo el país".
Habla para DISRUPTORES - EL ESPAÑOL Adrián Garza, cofundador de Mattilda. La experiencia previa en Lottus Education fue determinante para enfocar de forma correcta el proyecto que dio vida a la startup.
"Uno de los aprendizajes más significativos fue comprender cómo la morosidad, la mala cobranza y la poca claridad en los cobros pueden afectar gravemente a las escuelas. Automatizar los procesos administrativos es clave para mejorar la eficiencia", añade Garza.
A ello se sumó las experiencias que el cofundador acumuló desde la infancia, lo que le facilitó entender toda la dimensión del problema que querían atacar desde Mattilda.
"Crecí en una familia donde vi de primera mano cómo, típicamente, los dueños y directores de colegios no disfrutan las labores administrativas. La falta de flujo de efectivo constantemente los distrae de las áreas donde pueden agregar más valor, como mejorar la calidad educativa de sus estudiantes", relata a esta redacción.
Ya han transcurrido casi dos años desde que Mattilda vio la luz y la fintech opera con éxito en México, su principal mercado, pero también ha dado ya el salto a Colombia y Ecuador, donde está creciendo a un ritmo acelerado y sostenido.
"Cerraremos el año con más de 150.000 estudiantes que realizan sus pagos de colegiatura mes a mes a través de algún canal de pago, facturan de manera instantánea y cuentan con soporte vía chatbot 24/7", anuncia Adrián Garza.
50 millones de dólares captados
Su propuesta innovadora se ha ganado la confianza del sector del capital desde el primer momento, precisamente en una época en que acceder a la financiación no es sencillo por los efectos del 'invierno inversor' que comenzó en el segundo trimestre de 2022.
Mattilda ha levantado 50 millones de euros hasta la fecha, lo que refleja el apoyo de varios fondos de inversión especializados en edtech y finanzas, sus focos del negocio. Se trata de Picus Capital, Dila Capital, GSV Ventures, QED Investors y Emerge, entre otros.
"Además, hemos sido reconocidos como una de las 100 edtechs más innovadoras de 2023 por Holon IQ", precisa el responsable de Mattilda.
Pero ¿cuál la apuesta tecnológica de la compañía que ha logrado este posicionamiento en Latinoamérica?
Automatización, cobros y financiación: las claves
Mattilda ha dado de lleno en la fórmula correcta para poner todo el potencial de la digitalización al servicio de las universidades y colegios privados de la región. Su objetivo final es convertirse en el aliado financiero de estas instituciones en México y Latinoamérica y, para ello, ha identificado los tres principales problemas de estas instituciones educativas a los que brinda tres soluciones específicas.
Primero, la startup facilita la automatización de procesos administrativos que actualmente se realizan de forma manual y consumen mucho tiempo este tipo de escuelas. Estos procesos incluyen la conciliación de pagos, facturación, generación de reportes sobre la cobranza, seguimiento y recordatorios a los padres de familia, entre otros.
"La morosidad es una de las problemáticas más serias en las escuelas, lo que genera mucho estrés en los equipos administrativos y compromete su operación mensual"
En segundo lugar, Mattilda ha desarrollado el producto Ingresos Garantizados que zanja la morosidad. "Es una de las problemáticas más serias en las escuelas, generando mucho estrés en los equipos administrativos y comprometiendo la operación mensual".
Con esta solución digital, las escuelas -desde preescolares hasta universidades- pueden asegurar un porcentaje de sus ingresos el primer día del mes. "Se garantiza la operación, pagos de nóminas, servicios, etc, mientras que Mattilda se encarga de la recuperación de los pagos de manera gradual, asumiendo el riesgo de impago hasta por tres meses", indica Adrián Garza.
Finalmente, la compañía pone el foco en el acceso al crédito para estas escuelas, de forma que puedan acometer actuaciones que favorezcan su expansión.
"Hemos creado el Financiamiento Mattilda. Las entidades bancarias tradicionales no suelen considerar a las escuelas como buenos sujetos de crédito por diversas razones, lo que limita su crecimiento y capacidad de expansión".
"Con nuestro financiamiento, las escuelas pueden expandir su capacidad instalada, equiparse tecnológicamente, abrir nuevos campus o incluso sobrevivir los meses difíciles del año, como el verano, cuando sus ingresos disminuyen drásticamente pero sus egresos se mantienen iguales".
"Nos sentimos muy satisfechos con los logros que hemos tenido en este tiempo. La intervención de Mattilda nos ha permitido estar cerca de muchos directores, dueños e historias sobre cómo una escuela puede mejorar", añade.
Instituto México Inglés en Guadalajara
Esta experiencia les ha permitido atesorar importantes casos de éxito como protagonizado por el Instituto México Inglés en Guadalajara.
"El dueño, después de haber tenido un problema de salud importante, regresó al colegio solo para descubrir que en su ausencia no se habían pagado impuestos, servicios, rentas, etc. Encontró el colegio en una situación urgente, con problemas legales y muchos otros asuntos", relata el cofundador.
"Un colegio que estaba destinado a cerrar cambió completamente su situación gracias a las soluciones que les facilitamos desde Mattilda"
En ese momento, la institución comenzó a operar con Mattilda, primero con Ingresos Garantizados. "Le ayudamos a entender dónde se estaba fugando una parte importante de sus ingresos, como descuentos sin control, bajo o nulo seguimiento a la cobranza y un alto porcentaje de deudores".
Con el diagnóstico que les proporcionó Mattilda, el equipo del Instituto México Inglés reestructuró las cuotas y descuentos y, posteriormente, contrataron financiación que "les permitió comprar el terreno adyacente, mudar las instalaciones y mejorar la infraestructura de patios, canchas, cafetería, etc".
Por otra parte, pudieron estabilizar las cuotas que cobraban, "ya que la percepción de costo-beneficio por parte de los padres de familia mejoró radicalmente".
Esta combinación de factores permitió que, en solo seis meses y gracias a la propuesta tecnológica de Mattilda, un colegio que estaba destinado a cerrar cambiara completamente su situación. "En la actualidad tienen más alumnos, mejores instalaciones y una rentabilidad que se incrementó en más del 20%".
El equipo: el 'core' de la startup
Detrás de Mattilda hay un centenar de colaboradores repartidos en los tres países donde opera. "Hemos construido un equipo increíble, que incluye financieros con experiencia en banca de inversión, desarrolladores y programadores, ingenieros en negocios e innovación, hasta un doctor en física".
También cuenta con comunicólogos, diseñadores especializados en UX/UI, un equipo especializado en CX (experiencia de servicio al cliente), además de áreas legal y de IT.
"Sabemos que los equipos diversos generan mejores resultados, y nuestros colaboradores son prueba de ello. El trabajo colaborativo y en equipo nos distingue, y nos sentimos muy orgullosos de los resultados que hemos obtenido en estos escasos dos años de Mattilda", concluye el cofundador.