Hace poco más de un año, la startup murciana Viva in Vitro irrumpía en el mundo empresarial de la biotecnología con unos resultados esperanzadores hacia la lucha contra la primera causa de mortalidad hospitalaria en el mundo, la sepsis.

El objetivo de la startup era reducir entre un 25% y un 45% las muertes por esta enfermedad, gracias a la creación de un dispositivo que también ayudará a aminorar el elevado gasto que supone la identificación y tratamiento de la sepsis.

La medicina inmunológica, clave en la batalla contra enfermedades peligrosas y letales, ha recibido inversiones multimillonarias de las farmacéuticas para proporcionar soluciones a los sistemas sanitarios globales. 

Gracias a los resultados de sus investigaciones en relación a NLRP3, el complejo molecular "de moda", Viva in Vitro ha logrado atraer nuevamente la confianza de los inversores, con más de 1,3 millones de euros cerrados en su tercera ronda consecutiva, finalizada en julio de 2024.

De esta manera, la compañía dirigida por Toni Vilaplana suma ya más de 3,2 millones de euros de financiación en menos de 36 meses, combinando inversiones privadas (2,6 millones de euros) y el apoyo de administraciones públicas (600.000 euros en subvenciones).

El equipo ya trabaja en el acceso a apoyos desde las instituciones europeas. Sus prioridades pasan por ampliar la validación clínica de sus soluciones y por la llegada al mercado de su dispositivo Viva Sepscare.

Este dispositivo permitirá "estratificar pacientes de sepsis abdominal de manera sencilla, rápida y segura" y estaba previsto para finales de 2023.

De startup murciana a biotecnológica internacional

Para Joaquín Gómez Moya, presidente ejecutivo, "esta ronda marca un hito importante en nuestro plan de consolidación de un núcleo estable de accionistas con peso significativo en el capital, que valoran nuestra trayectoria y potencial de mercado". A lo que suma: "Entramos así en una nueva etapa donde los avances técnicos recientes nos sitúan en un escenario de ingeniería de producto, con un perfil de riesgo distinto al de la etapa previa de desarrollo tecnológico, e implementamos mejoras en gobernanza tanto para respaldar nuestro crecimiento como para adoptar prácticas de control interno propias de compañías maduras".

Viva In Vitro es considerada una de las más prometedoras empresas del pujante polo de biotecnología y dispositivos médicos surgido en la Región de Murcia, como demuestra la entrada en esta tercera ronda de inversión de Murcia Emprende, la sociedad de capital riesgo del Instituto de Fomento de la Región de Murcia, con la participación de entidades bancarias nacionales líderes en el mercado.

Junto a este vehículo han entrado selectos inversores y family offices vinculados con el ecosistema empresarial de Murcia y de Alicante, destacando entre otros Rafael Crespo, que pasará a formar parte de su consejo de administración, así como Enrique Riquelme y Guillermo Forner, que junto con Murcia Emprende entran en un Consejo Asesor de nueva creación. A ellos se han sumado inversores cualificados como Antonio Ruiz Ballesta, Fran Rodríguez y Antonio Soria.

Desde la perspectiva corporativa, el principal hito de la compañía ha sido el establecimiento de una gobernanza a la medida de la visión de la compañía. El nuevo Consejo de Administración está formado por Joaquín Gómez Moya, Toni Vilaplana y Rafael Crespo.

Evolución hacia la medicina personalizada

El doctor Pablo Pelegrín, fundador de la compañía, coordinador del Comité Científico Asesor Internacional de Viva In Vitro y uno de los diez científicos más reconocidos mundialmente en inflamasómica, afirma que "hemos logrado hitos de relevancia mundial con el grado de desarrollo alcanzado en el dispositivo de detección del nivel de activación de estos biomarcadores sobre los cuales fundamentar nuevos avances en medicina de precisión o personalizada".

La compañía pretende extender su validación clínica a otros campos como esclerosis múltiple y otras dolencias; entretanto, el trabajo de Viva in Vitro le ha llevado a ser pionero en el campo de la lucha contra la sepsis. Gracias a su avanzado equipo en investigación científica en las áreas de biología molecular e ingeniería biomédica, le ha permitido desarrollar técnicas más precisas y fáciles de usar para determinar el estado inmune de los pacientes, la detección de la activación del inflamasoma del NLRP3 y la respuesta del sistema inmunológico ante la sepsis, asistir al equipo médico en la prescripción del tratamiento más eficaz de forma más rápida, y avanzar hacia una medicina personalizada que salve vidas y reduzca el ingente gasto hospitalario para tratar estas afecciones, que pueden derivar en más de 40 días de media en UCI.

La investigación centrada en enfermedades inflamatorias relacionadas con NLRP3 está atrayendo el interés de corporaciones líderes con numerosos proyectos centrados en este mercado en los últimos cinco años.

Solo en el campo de la sepsis mueren cada año más de once millones de personas en el mundo occidental, con más de 55 millones de personas afectadas. Una de cada cinco personas mueren, mientras que solo en la Unión Europea supone un gasto de más de 17.000 millones de euros en tratamientos que se prolongan durante semanas en los hospitales. Viva Sepscare espera contribuir a reducir la mortalidad hospitalaria por esta enfermedad entre un 25% y un 45%, donde la clave es la prognosis (pronóstico de evolución negativa) y la estratificación de pacientes.