Toda startup de Silicon Valley sueña con el día en que su valoración sobrepase los 1000 millones de dólares. Un momento clave al que no todas las compañías logran llegar. En su caso, OpenAI sobrepasó esa valoración en el año 2019 y ahora se ha convertido en el rey de todos los unicornios al haber alcanzado esa cifra en apenas cuatro años.
El éxito de esta organización, considerada “sin ánimo de lucro”, tomó por sorpresa a las grandes firmas tecnológicas. Si bien es cierto que algunas de ellas ya se encontraban invirtiendo en soluciones de aprendizaje automatizado, ninguna supo estar a la altura de un producto como ChatGPT.
No sorprende que Microsoft haya sido la primera en entrar en escena y que continúe siendo uno de los principales socios de ChatGPT, con una inversión que ya supera los 13.000 millones de dólares. Así, Microsoft se ha consolidado como el socio estratégico más importante de OpenAI.
Lo que resulta más llamativo en esta historia es la postura de Apple. Su atención estaba puesta en la conquista de otras industrias, como la automovilística. Tras años de esfuerzos, la compañía acabó desmantelando el proyecto del Apple Car.
Sin duda, el éxito de ChatGPT tomó por sorpresa a Apple, que podría haber invertido millones de dólares en desarrollar su propia inteligencia artificial durante el último año. Sin embargo, sus sistemas operativos dependerán en gran medida de herramientas como Google Gemini y ChatGPT.
En su conferencia de desarrolladores, que se celebró en Cupertino el pasado mes de junio, Apple anunció que el sistema operativo del iPhone integrará herramientas de inteligencia artificial desarrolladas por terceros. Por otro lado, Apple Intelligence, nombre con el que la empresa ha bautizado a su propio producto de IA, parece estar aún en una fase temprana de desarrollo. De hecho, algunas de estas funciones no estarán disponibles hasta finales de año.
Apple no suele invertir indirectamente en startups. A lo largo de la última década ha realizado inversiones en plantas de producción y adquisiciones de empresas pequeñas. Aquí viene el giro de guion: ahora la compañía estaría interesada en convertirse en uno de los principales inversores en la próxima ronda de captaciónde capital que OpenAI está llevando a cabo.
La compañía quiere tener mayor acceso a esta tecnología y su objetivo es no ceder más terreno ante Microsoft, que tiene un derecho del 49% sobre las ganancias de OpenAI.
En esta nueva ronda, liderada por la firma Thrive Capital, se espera que también participe Microsoft y otra de las firmas líderes en la carrera de la inteligencia artificial: Nvidia.
Esta no sería una ronda cualquiera, ya que el objetivo es que OpenAI supere la barrera de los 100 mil millones de dólares de valoración, lo que supondría todo un récord en Silicon Valley.
La relación entre OpenAI y Nvidia es estrecha, dado que ChatGPT depende principalmente de los procesadores de Nvidia para su funcionamiento. Nvidia lidera esta carrera gracias al desarrollo de procesadores lo suficientemente potentes para impulsar la inteligencia artificial. El notable incremento en el valor de sus acciones durante el último año es un claro indicio de cómo ha logrado adelantarse a sus competidores.
Nvidia no ha hecho más que redoblar sus esfuerzos en este campo, invirtiendo en startups especializadas en esta industria y en el ámbito de la robótica.
La gran incógnita en el futuro cercano será cómo estas compañías, que están invirtiendo miles de millones de dólares, lucharán por mantener un mayor control sobre OpenAI.