Colombia quiere conectar el talento para convertirse en el ‘hub’ de Latam
El conocimiento, la creatividad y sus profesionales son sus grandes bazas, pero aún falta trabajar en «hilar» el ecosistema para poder aprovechar todo este potencial para ser un país punta de lanza
25 junio, 2019 07:00Las verdaderas innovaciones no llegarán de las nuevas tecnologías, sino de las nuevas formas colaboración". Esta cita de Thomas Malone, fundador del MIT Center for Collective Intelligence, ya tiene algunos años, pero refleja la situación actual que vive el ecosistema innovador en Colombia, aún en ciernes. Según el Global Innovation Index, Colombia ocupa el puesto 63 de 127 estados de este ranking, siendo el quinto país latinoamericano (Brasil, Costa Rica, México y Chile están por delante). Los principales hándicaps de Colombia frente a sus competidores en la región son el índice de sofisticación de sus empresas, aún por debajo de la media global, y la carencia de enlaces de innovación, es decir de conexiones entre su tejido empresarial y emprendedor y sus universidades, explica Esmeralda Velandia, directora de Innovación de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Para poder entender está falta de conexión hay que tener en cuenta que el 90% del tejido empresarial colombiano está formado por microempresas, pero son estas las que generan el 89% del empleo. Esto hace que el ecosistema de innovación colombiano sea muy extenso, pero todo el conocimiento que lo nutre está desconectado y, por ello, ahora los esfuerzos, públicos y privado, son impulsar el desarrollo innovador. "El objetivo es hilar el ecosistema, apoyar a las empresas locales para que crezcan y apuesten por la tecnología", subrayan fuentes de Invest in Bogotá, la agencia de promoción de inversión extranjera.
Para ello se están ejecutando programas como CEmprende, que tiene como referente la Estación F de Francia, una de las incubadoras más grandes del mundo para empresas tecnológicas. Es uno de los espacios que se están potenciando en Colombia, junto a InnovaLab, que aspiran a convertirse en esos centros de innovación que vertebren el conocimiento que recorre el ADN colombiano.La colaboración y la conexión son los dos conceptos clave para identificar oportunidades de negocio, sostiene Maria Benjumea, directora del South Summit que esta semana se ha celebrado en Bogotá.
Marta Madrid, directora de emprendimiento de la Cámara de Comercio de Bogotá, se apoya en los datos para reflejar que algo está cambiando en el país: “El 60% de las nuevas empresas que se crean cierran en sus primeros cincos años de vida. Esta cifra ahora empieza a reducirse, porque la tendencia se está revertiendo”. En este sentido, señala que desde la institución cameral se está apostando por la innovación y el emprendimiento y el 21% de las empresas que se apoyan en la Cámara tienen más opciones de sobrevivir a este temido ‘valle de la muerte’ con programas como los de InnovaLab. “Tenemos que atraer y captar el talento humano que ya existe para crear un hub del conocimiento” que aúna tanto a las empresas y los emprendedores con las universidades que forman a las generaciones futuras.
“Hay que generar un espacio de confianza donde el conocimiento fluya, donde se pueda tener un diálogo entre universidad y empresa”, puntualiza Esmeralda Velandia. “Se está evidenciando un cambio en la dinámica de los modelos de negocio en las empresas colombianas, que empiezan a apostar por la digitalización”, destaca Velandia, quien advierte: “Hay que mantener esta constancia y el esfuerzo que se está haciendo”.
Esta tendencia positiva es la que vislumbra Jaro Blekemolen, program manager en Colombia de Rockstar, una aceleradora holandesa que hace dos años abrió su sede latinoamericana en este país. "Desde hace un año hay algo más sólido aquí y eso se está viendo fuera. Hay que ver las oportunidades, porque Colombia ya no es el primo feo. Es un mercado en desarrollo y está en el buen camino".
El valor del talento
“Se está produciendo un cambio desde la Administración y desde el propio ecosistema, que se está moviendo mucho para convertirse en un hub central en Latinoamérica. Aunque destaca la actitud emprendedora de los colombianos, con ideas muy creativas, el ecosistema innovador aún está por desarrollar”, incide Blekemolen.
“Los emprendedores colombianos son de alto nivel, la mayoría fue a la universidad, se formó en el extranjero y volvieron al país. No son cualquiera que tiene una idea y emprende, sino que es gente que tiene un buen background. El nivel de las startups es alto por sus profesionales”, señala Blekemolen.
Esta formación es lo que atrae a empresas como Globant, una compañía de IT argentina que hace ocho años abrió una sede en Colombia, que ya compite cara a cara con la matriz argentina: el 25% de sus empleados trabajan en Colombia. “El material ya existe, el talento humano que tiene Colombia, pero falta dar el salto hacia la experimentación tecnológica y unas políticas que integren los esfuerzos” que se están realizando, explica Andrés Giolito, country manager de la compañía en Colombia.
“Encontramos más talento de lo que esperamos”, recuerda Giolito, que puntualiza la transformación cultural: “Los colombianos son muy jerárquico y tuvimos que reorientarnos hacia un trabajo por objetivos que se consensan entre jefe, equipo y cliente. Esto es lo que permite que EEUU confíe en Colombia” y lo que hace que el centro de desarrollo de la firma en está país este teniendo un crecimiento exponencial, con un 95% de su cartera de clientes en EEUU.
Es algo en lo que coincide la aceleradora Rockstar: “Había mucho potencial que no sabía cómo salir adelante, porque el tema de la inversión y levantar capital no es sencillo en Colombia, hay menos cantidad de dinero que se destina a ello que en EEUU o en Europa”. Algo está cambiando en Colombia.