El cuerpo de policía de la ciudad de Nueva York ya cuenta con sus propios “robots patrulla”. En abril, el alcalde de la Gran Manzana, Eric Adams, anunciaba la incorporación del robot K5 de la compañía Knightscope a la brigada de seguridad.
“La tecnología ya está entre nosotros y no podemos tenerle miedo”, comentó el alcalde en una rueda de prensa que tuvo lugar en Times Square. “Hemos estado buscando, por todas partes, una tecnología que garantice que esta ciudad sea segura para los neoyorquinos y los turistas”.
No es la primera ciudad estadounidense en acoger a los robots de Knightscope, ya que el cuerpo de policía del condado de Los Ángeles tiene una amplia experiencia trabajando con esta firma de seguridad.
De hecho, Huntington Park fue el lugar escogido en Los Ángeles para poner en marcha un programa piloto con el robot 5K hace cuatro años. En 2021, la ciudad aprobaba, por unanimidad, la renovación del contrato de su “RoboCop” particular. Durante los dos primeros años en su puesto de trabajo, el K5 logró demostrar su eficacia para reducir el crimen en el parque angelino.
Desde sus cuarteles generales en Silicon Valley, Knightscope lleva una década diseñando los robots policiales del futuro. Estos robots son totalmente autónomos y tienen la capacidad de detectar y avisar a las fuerzas de seguridad de actividades criminales en tiempo real.
Los robots desempeñan la función para los que fueron diseñados, sin intervención humana alguna. Circulan vigilando los espacios convenidos mientras recogen datos para que los clientes puedan reforzar la seguridad de sus propiedades.
En la actualidad la compañía cuenta con siete modelos de robots para la seguridad de comercios, oficinas y espacios públicos y cuatro robots de asistencia para servicios de emergencia.
El modelo K5 es uno de los más avanzados para realizar operaciones en el exterior y, de hecho, no es extraño toparse con uno de ellos en los centros comerciales del país. El robot viene equipado con un sistema de cuatro cámaras y 16 micrófonos que aportan una visión de 360 grados y sonido en directo.
Además, integra sensores de movimiento y un GPS en su cuerpo de 180 kg que es capaz de desplazarse a unos cinco kilómetros por hora. Es resistente a temperaturas extremas y es capaz de realizar algunas de las actividades policiales más simples, como escanear y revistar matrículas de coche y detectar personas en zonas en las que esté prohibido el acceso.
El robot K5 trabaja de manera conjunta con un sistema de control a distancia a través del cual se pueden recibir alertas y conectarse, en directo, con las cámaras y los micrófonos.
Reducen el crimen en un 46%
Según la compañía, estos robots ya han contribuido a reducir el crimen en un 46% y aumentar los arrestos en un 27%.
Knightcope tiene claro que su armada de robots servirá como un ‘extra’ para mejorar la seguridad en lugares públicos y privados, pero su intención no es reducir el número de policías que patrullan las calles.
Según William Santana Li, CEO de la compañía: “Los robots no son cosa del futuro: ya se encuentran entre nosotros. Están presentes en fábricas, instalaciones médicas, en restaurantes y en coches autónomos. Los robots ya están contribuyendo a la sociedad de manera positiva. Y creo firmemente que ayudarán a crear millones y millones de nuevos puestos de trabajo y ayudarán a que los trabajadores en sus puestos actuales sean mucho más productivos, efectivos y seguros”.
El objetivo de la empresa es que los policías sigan siendo los encargados de tomar las decisiones difíciles, mientras que los robots se encargarán de las activades repetitivas: “en ningún caso deseamos armar a nuestros robots, ya que eso no contribuiría a que la sociedad se sintiera cómoda o segura”, añade Santana Li.
Mientras tanto, los robots de Knightcope están ya presentes en hospitales, escuelas, universidades, puertos, universidades, centros comerciales, oficinas, hoteles y hasta en casinos de todo el país. Su expansión es imparable.