La propuesta del presidente de Andalucía, Juanma Moreno, tras ser reelegido en el cargo en junio, no dejaba lugar a dudas. La innovación y la investigación debían ocupar un lugar prioritario en la estrategia económica de la región.
Su decisión fue adelgazar un macrodepartamento que incluía Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades y circunscribirlo a la investigación y la innovación.
Al mando colocó a un independiente, José Carlos Gómez Villamandos, catedrático del Departamento de Anatomía y Anatomía Patológica Comparadas de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba.
D+I habla con él, empezando por el legado que hereda de su antecesor, el también independiente Rogelio Velasco.
¿Qué opina del trabajo que ha realizado?
Su labor al frente de la anterior Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades se ha caracterizado por su trabajo honesto en beneficio del interés común de Andalucía.
En la anterior legislatura ha sido capaz de impulsar importantes avances en cada una de las parcelas que dependían de su cartera. Debemos agradecerle su valentía al proponer la necesidad de afrontar un nuevo instrumento de financiación de las universidades públicas que llevaba sin modelo desde 2014.
En esta legislatura, su departamento ha 'adelgazado'. ¿Eso es sinónimo de querer potenciar las áreas de universidad, investigación e innovación?
Sin lugar a dudas, la apuesta del presidente Juanma Moreno por crear un departamento específico de Universidad, Investigación e Innovación refleja un compromiso claro y firme con el fortalecimiento del sistema público universitario y el sistema andaluz del conocimiento.
La formación de los jóvenes requiere que la universidad pública continúe creciendo para ganar en calidad académica, así como en prestigio internacional. Pero también es imprescindible que nuestras instituciones se consoliden como referentes de I+D+I y como principales agentes de la transferencia de conocimiento al tejido productivo, de forma que sean generadoras de empleo cualificado y estable.
Para lograrlo, ya hemos comenzado a dar los primeros pasos. En el último trimestre del año transferiremos 21 millones adicionales al presupuesto de las universidades para 2022 y, en cuanto a las reformas previstas, estamos inmersos en la revisión del modelo de financiación y la aprobación del Decreto de Ordenación de Enseñanzas Universitarias.
En esta legislatura dedicaremos nuestro esfuerzo también a reforzar la investigación y la innovación. No debemos olvidar que la ausencia de recursos en estas parcelas compromete el futuro de un país o una región, ya que genera deficiencias que se reflejan en pilares críticos como la educación, la estructura del mercado de trabajo o la productividad. En materia de investigación, dirigiremos nuestros pasos siguiendo la Estrategia de Investigación, Desarrollo e Innovación de Andalucía (EIDIA), Horizonte 2027.
En el campo de la innovación, consolidaremos la red de parques científicos y tecnológicos y diseñaremos una gobernanza dirigida a estos recintos. De igual modo, aprobaremos la futura Estrategia de Especialización Inteligente para la Sostenibilidad de Andalucía -S4 Andalucía- o reformularemos el Plan de Atracción de Talento, entre otras acciones.
Andalucía, por muchos motivos, está en un momento crucial a nivel estratégico en materia de innovación y transformación económica desde la digitalización (agrotech, aeroespacial, inteligencia artificial…). ¿Estamos hablando ya de una potencia a nivel nacional o queda trabajo por hacer?
En la región, el crecimiento económico se sustenta en gran medida sobre la agroindustria, la minería, la aeronáutica, el turismo o los transportes y la logística, motores tradicionales que disfrutan de mayor peso en la estructura productiva regional. En estas industrias tractoras, inmersas en la doble transición verde y digital apuntada por Europa, florecen negocios sobresalientes con ese sello.
Pero las oportunidades, en el actual escenario de dificultades económicas, también se esbozan en los segmentos más pujantes, como el tecnológico, en el que la región comienza a despuntar.
La comunidad cuenta con tejido empresarial, investigadores, instalaciones e infraestructuras de primer orden para ser un gran polo tecnológico nacional y europeo. El desembarco en los últimos años de grandes proyectos empresariales de alta tecnología de capital extranjero da prueba de ello.
Málaga, Granada y Sevilla han captado esa llegada, dibujando los vértices del triángulo de la innovación y la economía digital andaluza. Son tres focos destacados, pero no los únicos, y el objetivo del Gobierno andaluz es aprovechar las sinergias creadas y sus capacidades de atracción para replicar el modelo en otros ejes de la geografía andaluza.
Son numerosas las experiencias con alto potencial surgidas en la comunidad: el Centro de Excelencia en Inteligencia Artificial (IA) y la Fundación AI Granada Research&Innovation, el Instituto Ricardo Valle de Innovación, en Málaga, o el futuro Centro de Innovación UAV y Movilidad Aérea Urbana, en Sevilla, son algunos ejemplos.
"Es de vital importancia conseguir que se establezcan sinergias entre las universidades, los agentes económicos y sociales y las administraciones públicas para impulsar la innovación".
Y todo ello, sin olvidarnos, supongo de los parques tecnológicos.
Juega un papel determinante en el ecosistema innovador andaluz la red de parques científicos y tecnológicos, donde la administración, la empresa y la universidad van de la mano, fomentando actividades económicas avanzadas desde el impulso de la innovación y el emprendimiento.
Precisamente, estamos diseñando una estrategia de gobernanza que persigue una mejor gestión de la innovación en estos recintos. Ese entramado cuenta, además, con el apoyo de diez universidades públicas, cerca de 26.000 investigadores y más de 2.000 grupos de I+D.
La región está inmersa en la lucha por quedarse con las sedes de las agencias estatales de inteligencia artificial y aeroespacial (Granada y Sevilla). ¿Qué opina de las críticas que hablan de que los requisitos publicados en el BOE apuntan a que la gran beneficiada podría ser Andalucía?
Andalucía reúne excelentes condiciones y, por tanto, es la mejor candidata para albergar las dos sedes.
En IA la designación supondrá una oportunidad muy valiosa, ya que esta tecnología disruptiva tendrá un impacto decisivo en la digitalización de la industria andaluza. En esta área, la Universidad de Granada destaca por su especialización científica y académica, en la que ha adquirido un prestigio internacional.
Además, sus investigadores se incluyen en los últimos años en la prestigiosa lista que reconoce a los científicos con mayor influencia a nivel mundial. En el ámbito empresarial, y fruto de la colaboración público-privada y con un protagonismo clave de la UGR, se han impulsado, con el apoyo de la Junta, dos proyectos relevantes: el Centro de Excelencia en IA y la Fundación AI Granada Research&Innovation.
En la esfera del espacio, Andalucía posee una histórica tradición empresarial en materia aeronáutica y de drones, con una potente red de parques científicos-tecnológicos, que facilita un entorno adecuado para la innovación, investigación y desarrollo. También dispone de un excelente sistema público universitario, compuesto por diez instituciones académicas que alojan en sus campus 16 escuelas de Ingeniería.
A ello se suman instalaciones punteras como el Observatorio Astronómico de Calar Alto (Almería), el Instituto de Astrofísica de Andalucía (Granada), el centro de vuelos experimentales ATLAS en Villacarrillo (Jaén) o el futuro Centro de Investigación y Ensayos de Sistemas Aéreos No Tripulados (CEUS) en Huelva. Además del proyectado Centro de Innovación UAV y Movilidad Aérea Urbana en Sevilla o el nuevo Centro de Fabricación Avanzada en Cádiz.
Confío en que la administración central sea muy escrupulosa a la hora de aplicar sus requisitos y fundamente la elección en los principios de objetividad y transparencia y no en una cuestión de preferencia de localidades.
"Confío en que la administración central sea muy escrupulosa a la hora de aplicar sus requisitos para elegir las sedes de IA y aeroespacial".
¿Es buena esa competencia interterritorial?
La descentralización de los organismos estatales permitirá que las sinergias, los beneficios y las oportunidades que se generen en torno a estas entidades puedan repartirse entre el conjunto de España. Es lógico que todas las regiones nos afanemos en presentar el mejor proyecto y lograr los máximos apoyos.
Volvamos a Andalucía. ¿En qué medida está contribuyendo el entramado universitario a la transferencia de conocimiento tecnológico y científico a las empresas?
Las 11 universidades de Andalucía, 10 públicas y 1 privada, constituyen una de las grandes fortalezas de Andalucía. Su función como fuentes de formación y cualificación personal y profesional de los jóvenes andaluces y el importantísimo capital investigador que las caracteriza hacen que las universidades tengan un papel muy destacado para el presente y el futuro de nuestra comunidad autónoma.
Tenemos que conseguir que todo ese esfuerzo que se realiza en materia de investigación se traslade a las empresas para que puedan ser innovadoras y, por lo tanto, las administraciones, junto a las universidades y los centros I+D, tenemos que hacer un esfuerzo importante.
Por un lado, las universidades deben impulsar esa traslación de investigación a las empresas y éstas deben asumir esa investigación para transformarla en innovación. Y, por otro lado, la administración pública tiene que poner a disposición de las universidades y de las empresas las herramientas necesarias para facilitar esa transferencia de conocimiento tecnológico y científico a la iniciativa privada. Durante esta legislatura, adoptaremos medidas para promover esa transferencia Universidad/empresa/sociedad.
Al ser un territorio tan extenso el andaluz, imagino que es importante el trabajo en equipo. ¿Con qué aliados cuenta la Junta más allá de las universidades para gestionar todo lo que tiene que ver con innovación o investigación? ¿Cómo se establece esa gobernanza?
Andalucía cuenta con un completo sistema de apoyo al tejido empresarial andaluz a través de una moderna red de parques tecnológicos y científicos y centros tecnológicos y de excelencia asociados a los clústers para apoyar las actividades innovadoras de las empresas andaluzas.
En nuestra comunidad autónoma existen parques tecnológicos en todas las provincias, verdaderos ecosistemas de innovación, especialmente en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), energías renovables, agroindustrial, biotecnología, aeronáutica o el sector metalmecánico. Contamos con 16 Centros de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, 21 Centros Tecnológicos y 4 Centros Europeos de Empresas e Innovación. Además, disponemos de los Centros I+D, dependientes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas o mixtos, en colaboración de las universidades, el CSIC y la Junta de Andalucía.
Por otro lado, contamos con institutos y fundaciones de investigación que realizan una investigación muy relevante y necesaria en materia de salud pública, entre otras disciplinas. Por lo tanto, el sistema de agentes del conocimiento de Andalucía tiene un enorme potencial.
"Las oportunidades, en el actual escenario de dificultades económicas, también se esbozan en los segmentos más pujantes, como el tecnológico, en el que la región comienza a despuntar".
Es de vital importancia conseguir que se establezcan sinergias entre las universidades, los agentes económicos y sociales y las administraciones públicas para impulsar la innovación, la movilización del conocimiento científico-técnico y la promoción de acciones formativas, de atracción al talento, de intercambio de experiencias y de generación de empleo.
¿Qué nivel de conectividad tiene hoy en día la región, sobre todo, en lo referente a zonas rurales y en riesgo de despoblación?
En los últimos años hemos conseguido que Andalucía avance de manera notable en implantación digital, y a través del Plan Vuela, puesto en marcha por la Consejería de Presidencia, se quiere ir más allá para garantizar que la conectividad sea una realidad en todos los hogares de nuestro territorio.
Y es que para que la ciudadanía pueda disfrutar plenamente de las ventajas y oportunidades que ofrece la tecnología debemos invertir en infraestructuras que permitan el acceso a Internet con una conexión estable y de calidad desde cualquier lugar.
Andalucía Vuela desarrolla un plan de transformación digital que dotará a todos los municipios andaluces de los recursos necesarios para que su población pueda acceder a las herramientas digitales con seguridad y garantías.
Este plan implica la creación de nuevos espacios digitales, como los Puntos Vuela, y la instalación de una Red WiFi de última generación en unos 10.500 edificios públicos.
Con estas iniciativas, nuestra región contará con una infraestructura tecnológica diseñada para afrontar los retos de la ciudadanía ante la sociedad digital y adaptarse a los nuevos modelos de formación, trabajo y gestión de los trámites públicos.
En cualquier caso, la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación no tiene competencias en esta materia, ya que este tema depende directamente de la Agencia Digital de Andalucía, adscrita a la Consejería de Presidencia, Administración Pública e Interior.
¿El campo andaluz está preparada para dar el salto tecnológico?
Actualmente la digitalización y la robotización son indispensables para que Andalucía llegue a ser una región pionera y aumente exponencialmente el nivel económico en los distintos modelos de negocio y sectores, gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías.
Sin lugar a dudas, el sector agroalimentario andaluz es uno de los principales motores de la economía de nuestra región y cuenta con un marcado componente de economía social que compite en el mercado de manera eficaz e innovadora.
Esta competitividad debe venir apoyada por una apuesta decidida para vencer ciertas barreras en la implantación de la digitalización y la robotización de las explotaciones agrarias. Por tanto, desde el gobierno andaluz seguiremos impulsando políticas que promuevan la inversión, formación, transferencia y divulgación del uso de nuevas tecnologías aplicadas en el campo andaluz, el retorno de nuevos profesionales al medio rural y la creación de empleo más cualificado. Sin digitalización no se entiende el campo andaluz.