"Podemos convertirnos en un hub del hidrógeno en Europa". Esta frase, pronunciada hace unas semanas por el consejero en funciones de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial del gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, venía a colación de un proyecto muy ambicioso relacionado con este elemento natural.
Era una iniciativa de la empresa Helios para extraer y producir hidrógeno aprovechando un yacimiento en la provincia de Huesca. España sería, si este proyecto prosperara, el primer país en hacerlo, toda una revolución.
Como ya avanzó D+I en su día, el proyecto estaba presentado, en exposición pública y con la inversión privada comprometida. Sin embargo, la legislación vigente aún no permite este tipo de extracciones.
Sí permite la legislación la producción de hidrógeno de manera sostenible. Y ese es el segundo proyecto presentado y auspiciado por el gobierno de Aragón en menos de un mes y que tendrá la innovación y la retención de talento como dos de sus pilares fundamentales.
En este caso, la provincia beneficiaria es Teruel, más concretamente la localidad de Andorra. El ejecutivo regional, aún en funciones, declaró hace unos días un proyecto llamado Catalina como de Interés Autonómico y de Interés General.
Catalina es la iniciativa que favorecerá la construcción y explotación de una planta de hidrógeno verde en esta población y su declaración como prioritario le permitirá reducir los plazos de su tramitación y ejecución, que se llevará a cabo como Plan de Interés General de Aragón (PIGA).
El proyecto ha sido promovido por la compañía danesa Copenhagen Insfraestructure Partners (CIP) junto a otros socios como Enagás Renovable, supondrá una inversión empresarial de 1.847 millones de euros y generará 1.204 empleos directos en la fase de construcción y 396 en la fase de operación, con salarios superiores a la media de la provincia y dando prioridad en la contratación a las mujeres locales desempleadas.
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Además, para potenciar la contratación de población local, atraer talento joven a la comarca y fijar población durante la fase de operación de la planta, los promotores plantean la creación de un centro de formación para la operación de plantas de energías renovables y de producción de hidrógeno verde, así como de un centro de innovación para la investigación y desarrollo de la tecnología de electrólisis.
Además de todas estas declaraciones de intenciones, lo cierto es que las multinacionales están comenzando a ver Aragón como un territorio perfecto para realizar sus inversiones.
Según las previsiones de los promotores, en marzo de 2025 podría comenzar la construcción de la planta de hidrógeno, y en diciembre de 2027 estar operativa. El 100% de la electricidad producida será consumida en Aragón, favoreciendo la industrialización de la zona y permitiendo el suministro total de hidrógeno verde en la comunidad autónoma, según explican desde el ejecutivo aragonés.
El proyecto, insisten, propiciará el impulso de las tecnologías del hidrógeno y el fomento de la innovación empresarial, "convirtiendo su uso en una alternativa económicamente viable para sectores como el de la movilidad y acelerando la transición a la economía de hidrógeno en la zona".
La planta y los activos de generación
Catalina comprende la construcción de una planta para la producción de hidrógeno renovable mediante la combinación de la tecnología de electrólisis del hidrógeno y la generación de energía fotovoltaica y eólica.
Por ello consta de dos elementos principales. El primero de ellos es la propia planta de hidrógeno renovable que se ubicará en el Parque Empresarial de Andorra (PEAN) con una potencia instalada de 500 MW, escalable en las sucesivas fases hasta los 2GW. Los promotores realizarán en ella una inversión inicial de 714 millones de euros y contará con una capacidad productiva mediante electrólisis de unas 84.000 toneladas al año de hidrógeno verde, que se pretende aumentar hasta las 336.000 toneladas al año a partir de 2030, con una potencia entonces de 2.000 MW y la correspondiente inversión adicional.
El segundo de los elementos del proyecto lo componen los activos de generación –cuatro parques eólicos y nueve módulos de parques fotovoltaicos-, con una producción estimada de energía de 2.906.940 MWh anuales que estarán destinados a alimentar la planta de hidrógeno. Se distribuirán entre los municipios de Andorra, Alcañiz, Alcorisa, Alloza, Ariño, Calanda, Foz Calanda, Los Olmos, Crivillén, Mata de los Olmos y Cañizar del Olivar, tendrán una potencia instalada de 1,1 GW y estarán conectados con la planta de hidrógeno a través de una subestación eléctrica.
De esta forma, el proyecto Catalina permitirá producir hidrógeno renovable a un precio competitivo que se utilizará como vector energético para satisfacer la demanda en la industria. Adicionalmente, se producirá un alto volumen de oxígeno como consecuencia del proceso de electrólisis que podrá ser suministrado a un gran número de industrias y proyectos que requieren grandes cantidades de este componente, como pueden ser la industria del metal, el tratamiento de aguas, la producción de plástico o de ácido nítrico y los fertilizantes.
Con respecto a la empresa promotora del proyecto, el gobierno aragonés en funciones ha informado de que Copenhagen Insfraestructure Partners (CIP) "es la entidad gestora de fondos más grande a nivel mundial que invierte en energía renovable y es la única gestora con un fondo específicamente dedicado a inversiones Power-to-X y a la transformación de energía en hidrógeno o biocombustibles (amoniaco, metanol, etanol), de aproximadamente 2.500 millones de euros".