Cuando el ministro para la Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, presentó a finales de enero sus principales líneas programáticas, habló del objetivo de conseguir tres grandes consensos.
Uno de ellos era el que tenía que ver con la transformación de la administración. Transformación, se entiende, digital. La aspiración es clara: "Dotar a nuestros extraordinarios empleados públicos de las mejores herramientas para aprovechar las nuevas tecnologías y mejorar, con ello, los servicios públicos", remarcó el ministro.
Evidentemente, la transformación de la administración se puede analizar desde varios puntos de vista y teniendo en cuenta que las competencias están repartidas. Es decir, a pesar de que puedan existir líneas estratégicas de país, un ayuntamiento, o una diputación, o un gobierno autonómico tienen la potestad, por separado, de implementar políticas de transformación tecnológica que mejoren las relaciones entre la administración y los ciudadanos a los que representan.
De lo que habla Escrivá, pues, más que de proyectos concretos es de que tiene que existir cierto convencimiento de que estas políticas transformadoras son necesarias en cualquier administración.
El mandato del ministro es claro y ya hay administraciones autonómicas que no han tardado en demostrar que están en el mismo barco, como no podía ser de otro modo.
Suele ser habitual que una administración -sea municipal o autonómica- presente proyectos concretos, pero no lo es tanto que presente estrategias específicas que incluyen varias medidas a la vez.
Esto último es lo que ha hecho recientemente el gobierno de Baleares. Se demuestra así que lo de Escrivá es un mandato pero que se basa en una necesidad que tienen todos los gestores de lo público.
En el caso concreto de Baleares, la estrategia presentada tiene que ver con las mejoras que se pueden producir gracias al uso de la inteligencia artificial generativa.
La Fundación Bit, principal ente del gobierno balear para la promoción de la innovación tecnológica en la comunidad autónoma, incorporará tecnologías de inteligencia artificial generativa (IAG) en el desarrollo de software de los productos diseñados para el ejecutivo insular.
Así, estos proyectos tecnológicos que se llevan a cabo desde diferentes áreas técnicas de la Fundación Bit y que operan a través de la implementación de multitud de proyectos de software se verán mejorados gracias al uso de estas herramientas basadas en esta nueva tecnología.
Explican desde el gobierno balear que "las herramientas basadas en IAG que han llegado al mercado recientemente han revolucionado el modo en que se producen diferentes contenidos y productos, entre ellos también el desarrollo de software".
Este tipo de inteligencia artificial, cabe recordar, se caracteriza por crear contenido por sí misma, gracias al uso de algoritmos que permiten el aprendizaje sobre la base de ejemplos existentes y a partir de los cuales se generan otros nuevos.
De este modo, la IAG aplicada a desarrollo de software permite a los desarrolladores generar el código informático necesario para los programas sin necesidad de producir cada detalle del mismo y generando automáticamente, a partir de las instrucciones dadas, un amplio abanico de funciones como algoritmos de machine learning, funciones matemáticas, scripts para procesamiento de datos, o diseño de interfaces de usuario, entre otros.
En Baleares, las nuevas herramientas de IAG que se usarán para el desarrollo de los productos tecnológicos de la Fundación Bit permitirán mejorar estos servicios esenciales tanto para el buen funcionamiento interno de las diferentes administraciones públicas de la región insular, como para la ciudadanía.
Con estas mejoras, "la Fundación Bit busca no sólo aumentar la eficiencia operativa de los sistemas gubernamentales, sino también fomentar una administración pública más accesible y transparente, optimizar la toma de decisiones y personalizar las interacciones con los usuarios".
IA generativa
El uso de la IAG permitirá a la Fundación Bit mejorar sus aplicaciones y plataformas para adaptarse a las necesidades cambiantes de los ciudadanos y prever futuras demandas. Estas tecnologías se aplicarán en diversos ámbitos, como salud, educación, servicios sociales, turismo y administración electrónica, asegurando que los servicios públicos sean más eficaces y sostenibles.
Algunos de los proyectos que se verán beneficiados del uso de esta nueva tecnología son ampliamente utilizados y conocidos por la sociedad balear.
Algunos ejemplos de ellos son, por ejemplo, el BITCITA, un software corporativo de todo el gobierno que permite que los ciudadanos puedan solicitar cita previa en diferentes servicios como, por ejemplo, cita para vacunación, medicina primaria, SOIB o IBAVI.
También se implementarán mejoras tecnológicas basadas en IAG en RESCAB y ALBERGS, un software de reservas en línea del parque natural de Cabrera y albergues y refugios.
La Carpeta Ciudadana, el punto de comunicación entre el ciudadano y administración para la consulta de trámites, documentación, certificados y notificaciones, también vivirá mejoras en este sentido.
Health Tracker, una herramienta desarrollada desde la Fundación Bit y el Hospital Son Espases para medir de los resultados de las prestaciones sanitarias a través de una aplicación, por último, también mejorará sus prestaciones.
En relación con la implementación de esta nueva tecnología, no exenta de controversia, el gerente de la Fundación Bit, Sebastián González, ha asegurado que la Fundación Bit "se compromete a seguir las mejores prácticas y estándares éticos en la implementación de la IA, garantizando que todas las soluciones desarrolladas sean seguras, justas y respetuosas con la privacidad de los usuarios»; y que «la transparencia y la responsabilidad serán pilares fundamentales en el desarrollo y despliegue de estas tecnologías en nuestra entidad".