Los esfuerzos de Castilla-La Mancha por modernizar tecnológicamente su sistema sanitario siguen dos velocidades diferentes y ambas tienen cierto componente de objetividad.
Por un lado, la velocidad (y veracidad) que imponen los datos, que sitúan a la región como la segunda peor en dotación de alta tecnología; por otro, la velocidad (y veracidad) que marcan los hechos, con proyectos y reconocimientos que, al menos, evidencian que el gobierno autonómico se toma muy en serio esa transformación.
En el plano de los datos hay que apelar a un informe del Consejo Económico y Social titulado 'El sistema sanitario: situación actual y perspectivas para el futuro' de enero de este mismo año y con datos actualizados de 2022.
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El documento, además, aporta datos globales de todo el sistema sanitario español. "Según la AIReF, más del 40% del equipo instalado en 2018 tenía más de diez años, lo que se alejaba con creces de los estándares internacionales que limitan a un máximo del 10% el umbral aconsejable de dotación con esa antigüedad. A pesar de haber experimentado cierta mejora desde entonces, se mantiene la obsolescencia de parte del equipamiento tecnológico del SNS", explica textualmente el informe del Consejo Económico y Social.
En este sentido, el Plan de Inversiones en Equipos de Alta Tecnología (Plan INVEAT) impulsado por el Gobierno en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia "debería contribuir a superar esta situación, con una dotación de 796 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation EU, dirigidos a la adquisición de 847 equipos de alta tecnología sanitaria".
Son afirmaciones y previsiones que también son aplicables a Castilla-La Mancha, que ya en 2020, como informó DISRUPTORES, había sido situada como la peor atendiendo a los parámetros de obsolescencia tecnológica según otro informe, el de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria.
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El gobierno de Castilla-La Mancha, ya en aquel momento, llevaba meses promoviendo inversiones por un valor aproximado en el mercado de 13 millones de euros para renovar equipos de alta tecnología.
"No solamente renovamos la tecnología, sino que hemos querido aprovechar y que esto fuera una verdadera oportunidad de mejora para quitarnos de encima la cueva tecnológica en la que estaba inmersa el servicio público de salud", dijo el por aquel entonces consejero de Sanidad, José Antonio Ballesteros.
El caso es que, efectivamente, todas esas inversiones se han ido materializando, los proyectos disruptivos y la alta tecnología ha ido llegando, aunque en cuentagotas, según el citado informe del Consejo Económico Social.
Tanto es así que el gobierno castellano manchego ha sido reconocido por esa labor destinada a intentar transformar tecnológicamente y digitalizar su sanidad.
Se trata de un reconocimiento a nivel nacional por el proyecto Salud Digital. El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, y el director general de Salud Digital, Cayetano Fuentes, han recogido recientemente uno de los galardones en la gala de los VIII Premios de Salud Digital que se han celebrado en Madrid, organizada por el Grupo Mediforum.
El ejecutivo autonómico está trabajando en un Plan de Salud Digital, que va a impulsar la innovación del ecosistema digital del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, la Salud Pública y los recursos sociosanitarios de la Comunidad.
Jesús Fernández Sanz ha explicado que los objetivos estratégicos del plan tendrán en cuenta fundamentalmente mejorar y evolucionar los servicios digitales de salud, facilitar la toma de decisiones, aprovechando el valor del dato y conocimiento disponibles, y fortalecer las capacidades digitales de la organización, favoreciendo a la modernización de la salud.
Políticas 360
En este proyecto de salud digital se integrarán las políticas One Health, para conseguir una visión de salud 360 grados de nuestros ciudadanos.
La Consejería de Sanidad comparte totalmente el enfoque One Health de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entendiendo la estrecha interdependencia del medioambiente, la salud animal y la salud humana, por lo que deben ser abordadas conjuntamente.
Así, cuestiones como el impacto del cambio climático o la contaminación atmosférica en la salud, la aparición o incremento de enfermedades transmitidas desde los animales a las personas (zoonosis) o el impacto que el uso de antibióticos en el medio agrario tiene para la generación de resistencias antimicrobianas nos recuerdan cada día esta estrecha interdependencia.
Además, el consejero de Sanidad ha puesto como ejemplo de Salud Digital que en distintas Gerencias del SESCAM se están desarrollando programas piloto o pruebas de concepto de herramientas y soluciones de diversa índole.
Como ejemplo destacan el seguimiento de pacientes portadores de dispositivos cardiacos electrónicos, la telemonitorización de pacientes con diabetes, un sistema de predicción de desarrollo de sepsis en pacientes ingresados mediante inteligencia artificial o la gestión del absentismo de citas mediante IA.
Respecto del uso de la inteligencia artificial, Fernández Sanz ha resaltado que está claro que resulta "muy prometedora para la salud", pero "también presenta retos importantes, lo que incluye la recopilación de datos, las amenazas a la ciberseguridad y el aumento de los sesgos y la desinformación".
Además, en el contexto actual, la penetración de los diferentes dispositivos móviles de carácter sanitario está facilitando la implicación de las personas en el cuidado de su salud, lo que constituye otra oportunidad para apoyar la evolución desde un enfoque reactivo de la atención sanitaria, a un enfoque proactivo de salud integral, con el consiguiente impacto sobre el bienestar de la sociedad en su conjunto, y sobre la sostenibilidad del sistema sanitario.
En este sentido desde la Consejería de Sanidad y el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, se trabaja, a través del Plan de Salud Horizonte 2025, en el cambio de paradigma que significa "dejar de hablar de sanidad para pasar a hablar de salud, rediseñando procesos para reforzar la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, disminuyendo por tanto la asistencia clínica".