El espíritu innovador y el talento digital se puede desarrollar ya en etapa escolar y seguramente, cuanto más importancia se dé a este ámbito, mayor porcentaje de disruptores habrá con respecto a centros escolares que no hayan cuidado tanto este apartado.

Busquemos un ejemplo. Talavera de la Reina (Castilla-La Mancha) es uno de los polos tecnológicos más reconocidos del país. En suelo talaverano coexisten tecnológicas de la talla de Red Hat, Palo Alto Networks, Oracle, IBM, Hewlett Packard (HP), Telefónica, Amazon Web Services, Microsoft, Accenture o Celonis.

En la localidad también se va a ubicar el campus del centro de datos de Meta (antes Facebook), uno de los proyectos tecnológicos más esperados de todo el territorio español, por lo que tiene de inversión y de generación de empleo y oportunidades.

Siguiendo el argumento inicial, pues, conviene hacerse una pregunta: ¿cuida Talavera de la Reina su cantera tecnológica desde edad escolar? La respuesta, viendo programas como los del colegio público Hernán Cortés, no puede ser más afirmativa.

"Gracias a nuestra trayectoria formativa en metodologías activas y la participación en proyectos tanto a nivel nacional (Carmenta, STEAM + Programa Educativo Bilingüe y Escuelas Saludables) como europeo (e-Twinning, Erasmus+ y Scientix), esta dinámica de trabajo se ha consolidado como una práctica habitual en nuestro centro", explican desde el colegio.

Y la conclusión que buscábamos: "El uso de la tecnología junto con las metodologías activas centradas en el alumno ha tenido un gran impacto en el éxito de los estudiantes del centro y en la localidad. Como resultado, muchas promociones han salido del centro con un elevado nivel de competencia digital".

Eso es como decir que estos alumnos tendrán más posibilidades que otros de entrar a trabajar en grandes tecnológicas radicadas en su municipios. Las posibilidades de fuga de talento, pues, se reducen.

La participación en proyectos de innovación educativa de la Consejería de Educación ha dotado al colegio de una "valiosa experiencia" para desarrollar el programa del Aula del Futuro y su continuidad en el centro, como componente fundamental de su proyecto educativo.

La idea del proyecto del Aula del Futuro surgió a raíz de la formación específica ofertada por el INTEF. "Nuestro Plan de Igualdad y Convivencia apuesta por romper las barreras de género y por la igualdad de oportunidades, no solo entre personas del mismo género sino de distinto contexto social, cultural o con distintas capacidades. Por ello, desde hace años, hemos intentado contagiar de la vocación científica a nuestro alumnado, en especial a las alumnas, a las que cultural y tradicionalmente les resulta menos llamativa esta rama del conocimiento", indican desde el centro.

En este sentido, cada docente debe adaptarse a las necesidades de sus alumnos. Por este motivo, el objetivo principal de la propuesta es que el Aula del Futuro (AdF) sea "un escenario creativo, tecnológico y flexible".

Explican el este colegio que "no se trata, pues, de una transformación del espacio físico, tanto del mobiliario como de la tecnología, sino un cambio metodológico que permite la experimentación para mejorar los procesos de aprendizaje del alumnado".

Caracterizado por disponer de mobiliario versátil para facilitar el aprendizaje colaborativo y una dotación tecnológica estable en lo referente a equipos como a conexiones, "concebimos el Aula del Futuro como un espacio modular y flexible que permite el desarrollo de diversas actividades simultáneamente".

Algunos logros

Los logros no han dejado de llegar. "Logramos cumplir con el requisito de la implementación tecnológica tras participar en la fase II del Proyecto de Formación Aula del Futuro de la Consejería de Castilla-La Mancha durante el curso 2021-2022; al año siguiente, tras obtener el permiso correspondiente del Ayuntamiento de nuestra localidad, llevamos a cabo la unión de dos clases contiguas para crear un aula del futuro".

Y añaden: "Gracias a movilización y esfuerzo de todos los docentes en la elaboración de sus programaciones con prácticas educativas que contemplen la zonificación del Aula del Futuro y desarrollo con su alumnado, pudimos inaugurar y comenzar a trabajar en el aula de forma asidua y sistemática".

Una actividad tecnológica en el colegio Hernán Cortés de Talavera.

El colegio ha contado durante todo este proceso con la colaboración de toda la comunidad educativa del colegio Hernán Cortés, "incluyendo conserjes, personal de limpieza, familias del AMPA, alumnos y docentes en la reacondicionamiento y organización del mobiliario y materiales disponibles en el centro".

En la fase primera de participación en el proyecto en curso 2020-2021, los docentes del centro recibieron formación específica por parte de la Consejería, en colaboración con el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deporte. "Esto permitió conocer en profundidad el proyecto, definir los objetivos y actividades para el alumnado y diseñar el espacio específico para nuestro Aula del Futuro. Después de solicitar las autorizaciones necesarias, logramos convertir en realidad nuestro sueño de incorporar un Aula del Futuro en nuestro colegio", indican.

La configuración flexible del aula apoya los diferentes estilos de enseñanza y aprendizaje. Un ejemplo de ello es la posibilidad de crear espacios de lectura, rincones de colaboración y áreas de presentación.

En este sentido, el AdF "promueve una mayor explotación e integración de los espacios transversales existentes (biblioteca, gimnasio, patios exteriores, entrada) a partir de metodologías activas en el aula, como el aprendizaje activo y el aprendizaje basado en proyectos, que fomentan la colaboración entre estudiantes, así como aprendizajes interdisciplinares".

Integración de plataformas digitales

En cuanto al uso de tecnologías educativas, "la integración de plataformas digitales que ofrecen recursos educativos, actividades interactivas y evaluaciones en línea hacen posible la personalización del aprendizaje. Además, el uso de pizarras digitales y dispositivos móviles fomenta la participación de los estudiantes", remarcan.

También es posible emplear instrumentos de observación como microscopios o dispositivos de realidad virtual o aumentada para crear experiencias inmersivas que complementen el contenido educativo, permitiendo a los estudiantes explorar conceptos de manera más visual y práctica.

Estos cambios metodológicos han traído de la mano una "evaluación formativa holística orientada a la valoración competencial". Además, el uso de herramientas tecnológicas proporciona retroalimentación inmediata a los estudiantes, lo que facilita la adaptación y mejora continua del proceso de aprendizaje.

Ya en el pasado curso, este colegio talaverano estableció un equipo de apoyo, que tenía como misión principal "formar a los docentes implicados, asesorar y dirigir sus propuestas desarrolladas en el centro, velando por su correcta aplicación y asegurando la participación en el proyecto de todo el alumnado del centro".

Las metodologías promovidas por el Aula del Futuro tienden a enfocarse en conectar el contenido con la vida cotidiana de los estudiantes, haciendo que las lecciones sean más relevantes y significativas. "Al ver la aplicabilidad de lo que están aprendiendo, los estudiantes están más motivados para participar y comprometerse activamente en el proceso de aprendizaje", explican en el centro.