Para lo bueno y para lo malo, hay tendencias que convienen ser tenidas en cuenta. Algo que hasta ahora sólo se le había ocurrido a Logroño va a ser replicado en Lleida (Cataluña). Estamos hablando del desarrollo de un ecosistema relacionado con la alta tecnología en pleno centro histórico de la ciudad.

En la capital de La Rioja, esta iniciativa ha pasado por no pocos problemas, lo cual debe ser un 'aviso a navegantes' para el Ayuntamiento de la ciudad catalana.

De momento, conviene explicar qué tiene en mente el consistorio leridano. El Ayuntamiento, según anunció hace unos días, está trabajando para impulsar un ecosistema innovador en su centro histórico en torno a la creatividad.

Se trataría, según los primeros esbozos, de un vivero de empresas 4.0 -así lo llaman desde el Ayuntamiento- se acogería a financiación de los fondos Feder a través de la Fundación Incyde, y buscaría potenciar la industria creativa relacionada con el marketing y el producto agroalimentario de alto valor añadido, de acuerdo con esta tendencia a la especialización.

La localización se está concretando en un solar del Centro Histórico para garantizar un área de innovación y digital para fomentar la colaboración y el conocimiento.

La operación de esta incubadora se enmarca en el conjunto de acciones que se están llevando a cabo en este barrio para que se convierta en un polo de atracción y de generación de economía y de oportunidades para la juventud.

Lo dicho, algo similar a lo que buscaba Logroño apoyando una iniciativa privada de la empresa Bosonit, que tiene previsto construir un centro de alto rendimiento tecnológico precisamente para favorecer el talento digital.

También lo previó en el centro histórico, muy cerca de una conocida zona de bares. Pero las cosas no están siendo muy fáciles. De hecho, tras anunciarse el proyecto en 2022, las obras aún no han podido comenzar.

Según ha venido informando DISRUPTORES en los últimos meses, diversas afecciones al patrimonio histórico -advertidas por la Unesco- han dilatado todo el proceso de desarrollo del plan.

No fue hasta hace unas semanas cuando la situación pudo desbloquearse. Se ha firmado un nuevo convenio urbanístico que permitirá mantener el centro de alto rendimiento de nuevas tecnologías de la empresa en el casco antiguo de la ciudad respetando la integridad patrimonial del entorno.

Evidentemente, nadie dice que lo que ha sucedido en Logroño tenga que pasar también en Lleida, pero, al menos habrá que estar atentos.

En cualquier caso, no será el único proyecto de estas características que se prevé en Lleida relacionado con la innovación y la tecnología. Aunque el segundo de ellos se va a ubicar en el Parque Agrobiotech.

Esta incubadora de alta tecnología se relacionaría, precisamente, con el agrobiotech y que también contaría con la financiación del fondo europeo de desarrollo regional (Feder) a través de la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio Españolas.

Aceleración de proyectos empresariales

Las tenientes de alcalde Carme Valls, concejala de Buen Gobierno, y Pilar Bosch, de Cultura y Promoción de la Ciudad, se reunieron hace unos días con el director general de la fundación, Javier Collado, para conocer las características de la convocatoria de ayudas y para concretar los objetivos con los que se sacaría adelante esta iniciativa.

La nueva incubadora se plantea para favorecer el talento, la innovación y la aceleración de proyectos empresariales y debe alinearse con las estrategias de especialización en el territorio, como sería el caso de la agroalimentación o la agrobiotecnología.

El proyecto se ubicaría el edificio del Agroliving, en el Parque Agrobiotech, que surge de la rehabilitación del edificio de Capitanía, que ahora se destina a acciones para conectar el tejido empresarial para hacer red y usos administrativos.

Precisamente, con el plan de la incubadora se quiere potenciar la transferencia de conocimiento, la investigación y desarrollo de programas y la creación de alianzas, para fortalecer el sector empresarial y su competitividad.