P. Llobet (Ayto. de Valencia): "Parte de los beneficios de las ideas probadas en el 'sandbox' retornará a la ciudad"
La concejala de Innovación explica a DISRUPTORES los pormenores de la ordenanza que convierte todo el término municipal en un banco de pruebas tecnológicas.
12 mayo, 2024 02:58El Ayuntamiento de Valencia ha aprobado de forma provisional la ordenanza de sandbox, es decir, las reglas del juego que servirán para que una empresa pueda probar sus proyectos innovadores en entornos reales. A diferencia de otras propuestas europeas, toda la ciudad será susceptible de acoger nuevas ideas tecnológicas, con el foco en la movilidad, los eventos y la salud.
La concejala de Innovación, Paula Llobet, recibe a DISRUPTORES en su despacho para desgranar todos los detalles de una ordenanza que ella mismo propuso cuando estaba en la oposición y que, aun así, contra lo que suele ser habitual, fue aprobada por unanimidad.
Pregunta. ¿Cómo interpreta la consecución de esta unanimidad para aprobar una ordenanza como esta?
Respuesta. Que la primera normativa que aprueba el Ayuntamiento de Valencia con el nuevo equipo de gobierno liderado por nuestra alcaldesa, por María José Catará, sea en el ámbito de la innovación y que además haya salido por unanimidad es una muestra del camino que queremos coger, de cómo la innovación es una parte fundamental en la estrategia global de ciudad que tenemos.
P. ¿De dónde parte la idea de esta ordenanza?
R. Desde el Partido Popular, cuando estábamos en la oposición. En el año 2020 presentamos una moción en el pleno del mes de mayo para impulsar que se aprobara una ordenanza de sandbox. En ese momento ya contamos con el apoyo del anterior equipo de gobierno, que votó a favor, y nosotros pusimos la hoja de ruta. Cuando hemos tenido oportunidad, al llegar nosotros al equipo de gobierno, lo que hemos hecho es acelerarla, porque sí que es verdad que llevaba ya tres añitos desde que se aprobó sin haber visto la luz.
En la oposición pensamos en esta ordenanza como una propuesta constructiva. Nosotros apostábamos por Valencia y en ese sentido queríamos empezar el camino y proponer cosas que pensábamos que eran interesantes. Y ahora, como digo, desde esta concejalía ha sido una de mis prioridades sacarla en el menor tiempo posible.
P. Da la sensación de que ya tenía en mente desde hace tiempo cómo impulsar desde el Ayuntamiento la Valencia más innovadora…
R. Nuestra estrategia ya se ha visto en la unificación de todas las diferentes áreas que antes estaban dispersas en distintas delegaciones y que ahora forma una única gran área de innovación que no había tenido el Ayuntamiento antes, donde se ha juntado la parte de ecosistema, la parte de Smart City, la parte de tecnología y el propio servicio de innovación municipal, así como la parte de captación de inversiones.
"Al ser la propia ciudad la que experimenta, vamos a estar siempre en contacto con la última tecnología".
Además, como polo tecnológico del Mediterráneo, todo tiene que ir acompañado también de una serie de medidas fiscales que estamos desarrollando, de una serie de medidas burocráticas, agilización de licencias o seguridad jurídica, ya que todo eso acompaña la atracción de empresas en este sentido.
P. La ordenanza 'sandbox' forma parte de esta estrategia, a la que han llamado Valencia Innovation Capital. ¿Cuáles son los ejes de esta estrategia?
R. Primero queremos que sea una estrategia de ciudad, no es una estrategia del Ayuntamiento de Valencia. Ahí la colaboración público-privada es absolutamente fundamental. Se ha consultado absolutamente a todos los agentes del ecosistema porque queríamos saber qué atributos positivos tiene Valencia y en cuáles tenemos que poner el foco.
Hemos intentado involucrar al final a todo el mundo y tenemos varios objetivos. Uno de ellos es ayudar al ecosistema a escalar, si bien es cierto que yo creo que ahora está en una fase más madura. Evidentemente, vamos a poner en marcha una serie de instrumentos para ayudar a las startups en este sentido.
La parte internacional será importante también. Dentro de la estrategia hemos creado 'Valencia Innovation Alliance' donde queremos montar alianzas con todos los hubs potentes que tenemos a nivel global. Hemos empezado con Miami y también hemos establecido relaciones con Medellín (Colombia) y Puebla (México). En Europa, con Ámsterdam, con Londres...
Las empresas de fuera tienen que ver Valencia como la puerta de entrada en el ámbito tecnológico, no solo a España sino también a Europa.
Va a haber programas de mentorización, hemos identificado determinados verticales en los que pensamos que se tiene que trabajar, como la sostenibilidad, la salud y la diversidad. En este último punto todos los datos lo que nos dicen es que la penetración de la mujer en este sector tecnológico todavía está muy lejos de la paridad. Desarrollaremos medidas encaminadas a intentar solucionar este problema.
La estrategia también va a implicar trabajo en el tema de la Smart City, porque queremos que el ecosistema crezca, pero por otra parte lo que queremos es también poner todo el talento que tenemos en Valencia al servicio de los retos de ciudad. Y en concreto en la ciudad de Valencia tenemos ya retos identificados, que estamos convencidos que podemos dar soluciones y ahí es donde entra un poco el sandbox.
"La ordenanza fija un plazo máximo de tres meses entre que una empresa nos propone un proyecto y que empiece a probarlo en un entorno real"
P. ¿Cómo explicaría la concejala de forma sencilla qué es el sandbox?
R. Nosotros lo que queremos es que se prueben todas las iniciativas que se están desarrollando en los laboratorios o en los despachos, en un entorno real para facilitar su llegada al mercado de una forma más rápida. Lo que una empresa esté desarrollando a nivel de laboratorio lo podrá implementar en la vía pública, testarlo y tener el feedback de los usuarios finales. Y con ese feedback real podrá moldear su producto para finalmente sacarlo al mercado.
El ayuntamiento, en virtud de esta ordenanza, crea una ventanilla única para facilitar una flexibilidad normativa y de plazos en para adoptar esa innovación y otorgará beneficios fiscales en el uso de la ciudad como laboratorio.
P. ¿Tienen una estimación de cuánto tiempo va a transcurrir entre que una empresa acude a la ventanilla única para pedir la realización de un piloto y que pueda comenzar a probarlo en un entorno real? ¿Y cómo se financiará?
R. El máximo que establece la ordenanza son tres meses. En cuanto a la financiación, la empresa, como es lógico, asume el coste, pero nosotros tenemos una partida económica para ayudar en determinadas situaciones en la vía pública: sacar puntos de luz, por ejemplo, que al ser en vía pública debe asumirlo el Ayuntamiento.
P. Ha hablado antes de retos de ciudad. El sandbox ayudará a buscarles solución, ¿no es así?
R. Claro, al ser la propia ciudad la que lo experimenta, estamos en contacto con la última tecnología, que además hemos medido y hemos evaluado y por tanto sabemos el resultado que tiene. Y entonces es más fácil poder luego introducirla en los servicios públicos y poder escalarla a nivel de ciudad.
Como ejemplos podríamos citar la movilidad, si quieres poner en marcha un tipo de vehículo de última milla que tenga unas características especiales, que no esté en el mercado; o si tú lo que quieres es limpiar las playas con un vehículo autónomo, que a día de hoy no está recogido en las ordenanzas municipales, pues lo que hacemos es acotar una zona de la playa para testar cómo funciona, qué problemas nos vamos encontrando durante el despliegue, cómo podemos mejorarlo, etc.; o la gestión de eventos.
"Cedemos nuestra infraestructura y asumimos los riesgos que supone la innovación, por eso necesitamos la corresponsabilidad y el cobeneficio".
P. Ciudades como Madrid y otras europeas ya cuentan con un sandbox. ¿Por qué Valencia presume de que el suyo es pionero?
R. La nuestra no es a nivel de un barrio o de una zona concreta en la ciudad, como por ejemplo lo tienen en Copenhague. Nosotros lo que hemos hecho es a nivel de toda la ciudad. Tenemos un anexo en la ordenanza con decenas de recursos, tanto a nivel de espacio público, como a nivel de infraestructuras, como a nivel de eventos.
Y lo hemos hecho así porque, al final, esta iniciativa surgió en el año 2020 y lo vamos a aprobar en julio de 2024 de forma definitiva. Quiero decir que la innovación es tan rápida que lo que nosotros ahora consideramos que son temas en los que se tiene que trabajar, pues a lo mejor dentro de dos años es distinto. Entonces lo que hemos querido es que la normativa sea muy amplia y muy ambiciosa.
Aquí el ayuntamiento está también aportando. Está cediendo su infraestructura e incluso está asumiendo los riesgos que supone la innovación, que puede salir bien, no puede no salir bien. Entonces necesitamos esa corresponsabilidad y ese cobeneficio.
P. ¿Cuál es el cobeneficio?
R. Esta ordenanza también tiene un artículo donde recoge un retorno para el ayuntamiento en determinados casos -se excluyen entidades sin ánimo de lucro y centros tecnológicos, universidades, etc.-, que consiste en que, en el caso de que tu solución tenga éxito, la lleves a mercado y empieces a tener unos beneficios importantes, es a partir del segundo año y a partir del millón de euros, hay una cantidad que tiene que retornar al Ayuntamiento para que lo podamos invertir en nuevos proyectos de innovación.
P. ¿Y puede el Ayuntamiento, una vez testados los proyectos por parte de las empresas, quedárselos para implantarlos?
R. Evidentemente, en el caso de que el Ayuntamiento quiera comprar ese proyecto debe formalizarse un proceso de licitación pública de libre concurrencia.
P.¿Cómo se va a hacer el proceso de información a los vecinos de una determinada zona para avisarles de que durante un tiempo van a ser objeto de las pruebas de un determinado servicio tecnológico?
R. Precisamente ayer firmé la carta para los vecinos de una calle de la ciudad, donde se va a hacer un piloto, que aún no hemos anunciado.
P. También va a ser importante la colaboración de todas las concejalías, imagino.
R. Lo primero que me encontré cuando llegué al Ayuntamiento fue que todo estaba absolutamente disperso, es decir, había cinco delegaciones que tenían competencias en temas de innovación que ahora están unificadas. No había un interlocutor único, lo que dificultaba muchísimo la relación con todo el ecosistema y además había duplicidades. La innovación ahora depende directamente de la Alcaldía y eso le da impulso. Y todo eso también va a beneficiar al sandbox, porque al final afecta a todas las concejalías.