Pamplona cuida sus zonas verdes con la tecnología como aliado: de bolas enterradas a telegestión hídrica
El Ayuntamiento muestra sus principales innovaciones relacionadas con la gestión de sus parques y bosques.
28 marzo, 2024 01:45El Ayuntamiento de Pamplona lleva tiempo empeñado en dejar claro que el cuidado de sus zonas verdes es fundamental. Hasta aquí, nada que no suceda en otra ciudad del país. Ahora bien, el consistorio pamplonés es uno de los que más ha evidenciado la importancia que este cuidado empieza a tener la tecnología.
En algunos casos, se trata de proyectos de innovación que empiezan a ser bastante comunes en otras ciudades, sobre todo, en lo referente a gestión hídrica para hacer más eficiente el consumo. Pero otras iniciativas son más novedosas y pueden servir de ejemplo para otros municipios.
El consistorio de la capital de Navarra presentó hace unos días sus principales disrupciones ante la llegada de la primavera. "Cuando praderas, árboles y parterres activan su ciclo vegetativo el Servicio de Jardines reprograma sus cuidados, no solo desde la reordenación de tareas, sino también desde la actualización digital", explican fuentes municipales.
[Una Pamplona cada vez más virtual para comunicar que cada vez es más sostenible]
En este sentido, la opción preferida del ayuntamiento es aliar las soluciones basadas en la naturaleza con la tecnología más puntera.
La ciudad alberga en parques y aceras 60.000 árboles de 450 especies diferentes inventariados y georreferenciados, herramientas que, además de facilitar sus cuidados y la gestión interna, permiten a la ciudadanía acceder a datos específicos sobre ellos a través del ‘Visor Ciudad’, un servicio de información urbana que da a la ciudadanía la posibilidad de conocer la ciudad por capas informativas.
D+I ya explicó en su día que este visor sirve también como paso inicial para conocer y dar cuenta del contexto real del barrio en materia de transición energética.
Pamplona cuenta, además, con más de 3,5 millones de metros cuadrados de zonas verdes urbanas de muy diversos tipos, entre las que resaltan los dos parques históricos de la ciudad: Taconera y Media Luna.
Cabe mencionar que ocho de los parques de Pamplona están incluidos en la iniciativa ‘Vivir los parques’, una web de referencia especializada de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (AEPJP).
Este desarrollo digital permite la visita virtual en 3D de forma didáctica y divertida, valiéndose de mapas, fichas descriptivas, y otras herramientas interactivas.
Por cierto, el año pasado, de los 65 espacios que incluye la web, el parque de Yamaguchi de Pamplona fue el más visitado del país con esa herramienta. Este reconocimiento de los internautas, valorado en un foro tan especializado de la AEPJP, es uno de los motivos que harán de Pamplona en mayo la sede el PARJAP 2024, el congreso más importante del país en ese sector.
Pero volvamos la tecnología. ¿Cómo está aliando el Ayuntamiento pamplonés las soluciones naturales con las tecnológicas?
Pamplona hace ya años que trabaja en reducir el uso de agua mediante la plantación de especies adaptadas al clima y poco demandantes de agua, pero también mediante la eficiencia a través de la telegestión de los sistemas de riego.
Hoy en día, hasta un 80% de los de los equipos de riego se controlan mediante telegestión, lo que implica no sólo una reducción del personal necesario para su gestión en campo, si no (y es lo más importante), el ahorro de gran cantidad de agua de riego por los ajustes en tiempo real que el sistema implantado es capaz de realizar, en función de la información meteorológica que reciben.
Pero, además, la ciudad mira también a nuevos desarrollos experimentando en paralelo con otros dispositivos novedosos, el último de ellos la Hidrobola (Hydroball), un dispositivo esférico e inalámbrico que es enterrado, y que alberga sensores capaces de medir y transmitir por vía digital un gran número de parámetros relacionados con la humedad y la textura del suelo donde es instalado, lo que permite un segundo ajuste de la dosificación de riego y el consiguiente ahorro hídrico.
Entre las medidas de planificación vinculadas con el agua, la ciudad está trabajando ahora en la integración de los procesos hidrológicos, ya que una de las vulnerabilidades climáticas de Pamplona es el efecto de las lluvias intensas sobre el medio construido. La gestión de escorrentías mediante drenaje urbano sostenible (SUDS) busca reproducir el ciclo natural del agua.
Más tecnología
Para estudiar los árboles de forma más profunda que en la mera inspección visual, el consistorio trabaja de forma habitual con un resistógrafo y un tomógrafo que, bien mediante una ligera perforación, bien mediante la colocación de una red de 12 sensores, respectivamente, generan imágenes digitales del interior de los troncos para valorar su estado.
También, desde el punto de vista de la protección del arbolado, en 2017 se ensayó con la colocación pararrayos en árboles singulares de distintas zonas de la ciudad, aquellos que, según los técnicos, tienen más posibilidades de verse afectados por el aparato eléctrico de las tormentas: una secuoya de Taconera, un cedro de Aranzadi y en una sequoia del cementerio.
Innovación y tecnología al servicio del cuidado del arbolado. Como el cuidado que el Ayuntamiento tiene de los bosques. El consistorio gestiona 15 hectáreas de parcelas forestales en las que busca la recuperación de bosques autóctonos para incrementar la biodiversidad del término municipal.
También experimenta con tecnología en la gestión de sus masas forestales, como la prueba del software desarrollado con el CI Agroforestal del gobierno de Navarra que usa la inteligencia artificial para inventariar las masas.
Un láser lanza 300.000 pulsos de luz por segundo y sus rayos, al rebotar sobre el árbol, generan nubes de puntos que el programa interpreta y georreferencia (diámetro, altura, volumen de tronco etc.)
El programa es capaz, posteriormente, de dar la información de cada árbol, de los valores acumulados por nivel parcela y hectárea y expresar los valores medios de la masa forestal, a efectos de la mejor gestión.
Ahora, a las parcelas forestales de Ezkaba y Mendebaldea se unen dos bosques de nueva creación que están ya plantados en Agustinos y Mendillorri como depósitos de CO2.