Hay emprendedores que no pueden reprimir esa emoción de dar vida a un nuevo proyecto; primero, el embrión de una idea incapaz de apartarla del pensamiento; después, la cocción a fuego lento de su estructura y, por último, la satisfacción de ver cómo se transforma en un producto rentable que impacta en el mercado y cambia realmente la vida de las personas.
Este cúmulo de sensaciones no es, en absoluto, desconocido para el emprendedor que les presentamos esta vez en DISRUPTORES - EL ESPAÑOL. Se trata de Carlos Ledó, una mente inquieta, curiosa por todo lo que le rodea y con una voluntad inquebrantable de dejar un mejor planeta a las generaciones futuras.
No se trata de cuestión baladí y para lograrlo -o al menos intentarlo con unas mínimas garantías de éxito- la tecnología, la investigación y "la vuelta a los orígenes" son elementos imprescindibles de la ecuación, muy vinculados a su trayectoria como fundador con vastos conocimientos en bioinsecticidas basados en la mezcla de extractos botánicos.
El regreso a los orígenes
Veganic Nature es su último -y más personal proyecto-. En él ha volcado todas las experiencias y aprendizajes de las más de 20 startups que carga en su mochila vital como empresario, algunas de ellas con un posicionamiento de referencia en sus respectivos sectores como Idai Nature, creada en 2009 en plena crisis -y adquirida por el Grupo Rovensa 2018-.
"He tenido proyectos buenos, que han tenido mucho éxito, y otros no tanto. Sobre todo, me han ido bien los que han estado relacionados con mi área de conocimiento, soy ingeniero agrónomo de formación".
Idai Nature es sin duda, uno de sus proyectos más icónicos y reconocidos. Carlos Ledó ha perseguido con esta iniciativa una vuelta a los orígenes de la agricultura, a cómo nuestros antepasados protegían las plantas de las plagas y las enfermedades.
"Nos basamos en mezclar plantas con otras plantas, como se venía haciendo desde la antigüedad para cosechar sin plagas y, con las tecnologías actuales, ser capaces de producir productos innovadores y basados en la naturaleza", relata a esta redacción.
Veganic Nature es, en palabras del propio fundador, "una versión evolucionada" de Idai Nature, que evolucionó desde "una startup pequeñita a un unicornio".
Los tres grandes puntos diferenciales entre ambas propuestas tecnológicas son; primero, Veganic Nature formula productos de origen vegetal y, por ende y en segundo lugar, "no utilizamos ningún residuo animal, de ahí que están certificados cruelty-free, sin maltrato animal".
"Nuestros productos son veganos, no llevan ningún residuo animal y suponen una evolución tecnológica a los que hacíamos hace 15 años en Idai Nature"
"Nos alineamos en términos de valores y sostenibilidad con lo que pensamos se debe potenciar desde nuestro nicho de mercado en estos momentos".
Como tercera diferencia con Idai Nature, la nueva startup imprime un salto cualitativo al valor tecnológico y nivel de innovación de sus productos.
"Han pasado 15 años, y estos bioestimulantes y biofungicidas han incorporado las nuevas tecnologías analíticas, se han descubierto más microorganismos, hay nuevas técnicas con excelentes resultados, etc".
A esta lista se uniría un cuarto factor diferencial: los conocimientos atesorados en todos y cada uno de los proyectos emprendidos por Ledó en los últimos 25 años como player al primer nivel del sector de biocontrol.
"Vuelves a aprender, pero no eres el mismo. Yo no lo soy, ahora tengo el conocimiento del canal, del producto, de la tecnología y ahí es donde puedes reducir el grado de incertidumbre que genera iniciar un proyecto por primera vez".
Con todos estos mimbres, Veganic Nature quiere posicionarse como una startup de referencia en el cambio de la seguridad alimentaria, una tendencia que pisa el acelerador en el contexto de la emergencia climática y el necesario viraje hacia un modelo energético más respetuoso con el planeta.
"Con nuestra tecnología somos capaces de ofrecer unos alimentos exentos de residuos químicos y podemos hacer que los agricultores produzcan unos productos inocuos y eso nos llena de orgullo y nos permite cumplir el propósito último: dejar un mundo mejor a las próximas generaciones".
"Y eso pasa por hacer feliz a las personas que interactúen con nosotros", añade.
Vocación global con Latam en el punto de mira
Veganic Nature arrancó como proyecto el pasado marzo, ya exporta a varios países y Latinoamérica está en la expansión natural de este proyecto disruptor biotecnológico.
"Somos una empresa con vocación global, estamos exportando sobre todo a Europa y acabamos de constituir la semana pasada nuestra primera filial el Argentina; la siguiente será en México este mes. Queremos escalar nuestra propuesta de valor en base a partners locales potentes que conozcan el canal y nos ayuden a dar a expandir esta tecnología en cada uno de los países por los que apostamos".
El reto es mayúsculo, pero la base de Veganic Nature está a la altura del desafío que asume. Sin lugar a dudas, uno de los proyectos a los que no perder la pista en el campo de la agricultura y las nuevas soluciones biotecnológicas para una alimentación segura y sin residuos químicos.