Era difícil prever en el segundo trimestre de 2022 que el 'invierno inversor' que arrancaba en aquellos momentos iba a dilatarse tanto en el tiempo. Sin embargo, transcurridos más de dos años, comienzan a vislumbrarse los primeros signos de cambio en el ecosistema emprendedor español.
Esas primeras señales no dan -todavía- para echar las campanas al vuelo, pero sí permiten mirar al futuro -en concreto, al próximo otoño que pronto tocará a la puerta- con un poco más de optimismo.
El inicio de la guerra en Ucrania, la crisis de suministro con las materias primas y unos tipos de interés en plena escalada conformaron una tormenta perfecta que cambió el paradigma que el sector del capital y las startups venían aplicando hasta ese momento para construir proyectos potentes en esta economía cada día más digital y tecnológica.
A renglón seguido llegó el frenazo de las salidas de compañías a Bolsa, la reducción de las operaciones de M&A y el consiguiente reajuste de la liquidez en los mercados que dejó menos capital disponible para que los venture capital levantaran nuevos fondos y pudieran realizar más operaciones de inversión en startups.
Pero este escenario ya es archiconocido por el ecosistema. Ahora toca volver a la línea de salida e iniciar la carrera de la remontada, una prueba -esta no olímpica, pero con la misma tensión, intensidad y esfuerzo para sus participantes- que las startups de etapas más iniciales ya han comenzado a disputar.
Así lo constatan a DISRUPTORES - EL ESPAÑOL actores protagonistas de esta transformación del ecosistema, como Demium, Lanai Ventures, Samaipata y Swanlaab, quienes han aportado sus reflexiones para realizar la foto fija del sector en España.
"En primer lugar, es importe mencionar que la caída en la actividad inversora de los últimos años año ha traído consigo un cambio de paradigma en el que se valora mucho más la rentabilidad de los proyectos. Los proyectos que no se hayan adaptado a estas nuevas exigencias tendrán dificultades para levantar capital", explica a esta redacción Diego Camilleri, socio fundador de Lanai Partners.
Camilleri defiende que la recuperación en las fases iniciales ya es una realidad, debido a que "es mucho más fácil adaptar un proyecto de nueva creación a este nuevo paradigma".
Su pronóstico para los próximos meses es claro: en etapas más avanzadas "seguiremos lejos de los niveles alcanzados en 2021, pero sí vemos que la tendencia descendente ha finalizado y hemos comenzado una tendencia positiva en cuanto al nivel inversor".
Las rondas de financiación de dos y tres dígitos no son tan habituales como antes de la llegada del 'invierno inversor', pero este 2024 "también ofrece destellos muy positivos", indica Iñigo Laucirica, Investment Manager de Samaipata.
"Como por ejemplo las rondas Series A de alrededor de 15 millones anunciadas por Embat y Nory, participadas de Samaipata, lideradas por Creandum y Accel respectivamente. Estas operaciones ilustran cómo las compañías de más calidad siguen atrayendo inversión significativa".
Y coincide con Camilleri en que, a la vuelta del verano, se prevé un otoño interesante en el sector del capital.
"Creemos que los próximos meses serán intensos a medida que el mercado digiere los factores mencionados. Además, suelen ser meses en los que se concentra mucha actividad dada la estacionalidad del mercado".
Un otoño intenso
En este corto plazo están depositadas las esperanzas de muchas startups. Con la coyuntura económica estabilizándose y la necesidad de cerrar inversiones antes del cierre del ejercicio fiscal, muchos fondos y otros agentes podrían acelerar sus operaciones.
"El 'invierno inversor' parece estar llegando a su fin, con señales de optimismo renovado. Para el otoño de 2024, esperamos un repunte en la actividad inversora, impulsado por una mayor confianza en la economía y el atractivo de sectores emergentes como la IA generativa, la ciberseguridad y los developer tools", defiende a preguntas de DISRUPTORES - EL ESPAÑOL Juan Orbea, analista en Swanlaab Venture Factory.
¿Está el vaso entonces medio lleno o medio vacío? Jorge Dobón, Founder & Managing Partner at Demium, vincula gran parte del resultado final a lo que suceda con los tipos de interés en los próximos meses.
Tipos de interés, clave para un cambio de tendencia
"Mientras las tasas de interés de los bancos centrales estén altas, el mercado seguirá regulándose para que sólo las mejores compañías sean capaces de levantar capital. Si bien es cierto que estamos lejos del volumen de inversión del 2021 y el 2022, sí estamos en cantidades superiores al volumen del 2020", expone.
Pero siempre en tiempos de crisis surgieron grandes oportunidades. Esta máxima defiende Dobón. "Demium Capital seguimos activos desplegando el capital de nuestro fondo de 35 millones de euros en el mejor talento emprendedor. Durante este año 2024 estamos haciendo de media una nueva inversión al mes, y esperamos mantener este ritmo durante los próximos meses".
Y lanza un mensaje para decantar la balanza hacia el lado del optimismo. "Pese a que el mensaje más extendido en el sector pueda ser de desánimo, creemos que hay una ventana de oportunidad muy interesante tanto para emprendedores como inversores".
Dobón recuerda que en situaciones de crisis nacieron compañías que cambiaron el status quo y se convirtieron en unicornios. En este tipo de coyunturas afloran los emprendedores que "no están de turismo" en el ecosistema y que realmente "tienen una visión potente en la que confiar".
El experto esgrime más argumentos a favor del vaso medio lleno: "La corrección a la baja de las valoraciones, el incremento de operaciones de salida a Bolsa y M&A, que suelen anticipar una mejora del mercado de venture capital, y la aceleración en el número de operaciones y capital levantado en algunos sectores como el de la IA, creemos que podemos estar en un momento coyuntural muy interesante para invertir".
En cuanto a las tendencias tecnológicas más atractivas para el capital, todos los expertos consultados señalan dos por encima del resto: la inteligencia artificial y la ciberseguridad.
Inteligencia artificial y ciberseguridad: las 'liebres'
De todos modos, Diego Camilleri sostiene que la IA no se ve como una industria en sí misma, sino como "una tecnología transversal que impacta a proyectos en cualquier industria", con un aumento notable de proyectos que la incorporan.
En esta línea, la ciberseguridad sigue siendo crucial ya que, aunque la IA está suponiendo una mejora en múltiples áreas, también puede ser usada con fines destructivos e incrementa el número y el potencial impacto de las amenazas digitales", añade Camilleri.
Así se constata en empresas y gobiernos de todo el mundo, que están apoyándose en la ciberseguridad para proteger sus datos y combatir la desinformación, lo que a su vez incrementa el número de proyectos en éste área y el interés inversor.
Por su parte, Iñigo Laucirica incide en el potencial en el futuro de la IA. "Está claro que emergerán negocios muy interesantes a rebufo de los avances tecnológicos en IA. Los casos de uso más maduros se encuentran alrededor de la interfaz de usuario -en funciones como la atención al cliente, ventas o asesoramiento-, la búsqueda basada en lenguaje natural -ecommerce, gestión del conocimiento, finanzas- y la generación y procesamiento de imágenes -salud, mantenimiento-".
La evolución del ecosistema español
En cuanto a los sectores mejor posicionados para captar el interés, el experto de Swanlaab asegura que se declaran "agnóstico en cuanto a sector", pero detecta un especial interés en ámbitos como salud, climate tech, proptech o soluciones para optimización de los procesos de venta.
Por último, ¿cómo ven la salud de las startups españolas? Juan Orbea destaca la "notable resiliencia y adaptación en la coyuntura actual" del sector. "La selección natural de proyectos emprendedores, iniciada a mediados de 2022, ha llevado a una mayor concentración de recursos en startups con propuestas más sólidas y modelos de negocio rentables".
Iñigo Laucirica destaca dos características específicas del caso español en su respuesta ante el invierno inversor. "Por un lado, el pico del mercado no fue tan eufórico como en otros mercados, por lo que la caída a digerir es algo menor. Por otro lado, el mercado español reacciona y se reajusta más lentamente a los cambios en el entorno", resalta.
En resumen, el ecosistema español ha demostrado una notable resiliencia y capacidad de adaptación.
"Esto se refleja en los proyectos que recibimos, que no han perdido su potencial de crecimiento, pero ahora muestran un enfoque claro hacia un crecimiento sostenido sobre bases más sólidas y con un camino claro hacia la rentabilidad. Ya no se trata solo de expandirse rápidamente, sino de construir empresas con fundamentos robustos y capacidad de generación de caja a largo plazo", concluye Diego Camilleri desde Lanai.
La carrera por la remontada ha comenzado. Prueba de velocidad, medio fondo, maratón... Tan sólo queda por saber qué startups podrán recuperar el ritmo inversor de antaño antes y cuáles tendrán todavía que tirar de resistencia para superar el 'muro' y llegar al final del camino. Ya falta menos para saberlo.