Como tantos otros sectores empresariales, inmersos en pleno proceso de transformación digital, “el modelo de educación vial en España está obsoleto” porque las personas “aprenden dónde y cuándo quieren”, asegura Miguel González-Gallarza, CEO de Onroad y portavoz de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD).
La “falta de preparación” de las autoescuelas tradicionales para llevar a cabo “una reinvención digital” ha provocado que “miles de jóvenes se queden ‘atascados’ y a la espera para poder examinarse ante la actual situación de colapso que viven en los centros de exámenes de la DGT”, critica el responsable de esta plataforma.
En una sociedad descentralizada y con un “consumo de contenidos a la carta en la era de la inmediatez”, las autoescuelas tradicionales “no han sabido ni están sabiendo digitalizarse y se han limitado a trasladar el modelo de enseñanza offline al online”.
El problema para González-Gallarza, que también es CEO de Onroad, es que las autoescuelas “no han variado ni su planteamiento, ni su estrategia, ni la pedagogía que debe acompañarlo” y “siguen obligando” a sus alumnos a pasar por la autoescuela para trámites, papeleos y consultas, a pesar de ser operaciones que podrían realizarse de forma telemática.
La crisis de la Covid-19 ha hecho evidente la urgente necesidad de transformación digital en diferentes sectores económicos. Hasta ahora las autoescuelas se “resistían” a esta transformación, pero “ahora ya no hay marcha atrás”.
“El modelo digital ha llegado para quedarse y desde ahora sacarse el carné de forma online va a ser algo habitual”, asegura González-Gallarza. La situación ha cambiado radicalmente y hay que cubrir una necesidad social como es el permiso de conducir, lo que obliga a este sector a “evolucionar y ser capaz de elaborar un plan de futuro que aporte soluciones convincentes”.
La clave para ofrecer una educación vial digital de “máxima calidad y adaptada al estilo de vida” de los jóvenes está en “la tecnología, la experiencia de usuario y el análisis de datos”.
Modelo de consumo a la carta
El CEO de Onroad explica su modelo de negocio: “Trabajamos con profesores de formación vial, con el título oficial de la DGT, los mismos que trabajan en las autoescuelas tradicionales y que están empezando a cambiarse a nuestro modelo”.
Estos profesores, añade, “cuentan con su propio vehículo adaptado a doble mando para impartir las clases prácticas” y los alumnos pueden reservar estas clases “con facilidad, directamente desde el móvil, a la hora y en el punto de recogida más conveniente para ellos”.
Al finalizar el aprendizaje, “Onroad se encarga de realizar todos los trámites necesarios para solicitar un día y una hora de examen para los alumnos”. El alumno irá a examinarse acompañado de su profesor y con el coche con el que se ha estado formando.
La formación vial digital, asegura González-Gallarza, “beneficia tanto a los alumnos como a los profesores: ambos pueden elegir la forma de trabajar que más les convenga”. A los profesores, “este modelo les permite gestionar su propia carga de trabajo, tener horarios más ágiles y obtener mayores ingresos”.
En su opinión, “el sistema tradicional hace que tengan que soportar unos costes muy altos en relación con sus ingresos, lo que les sitúa en una posición muy vulnerable y dependiente”.
“Es necesario poner fin a su precariedad y hacer que tengan unas mejores condiciones económicas, logísticas y humanas”, asegura el portavoz de la Plataforma de Autoescuelas Digitales.
Para el alumno, la digitalización de la formación vial le permite “ganar tiempo, evitar desplazamientos innecesarios” y, además, “favorece una formación personalizada”. Se trata de un sistema que facilita “una democratización de una educación que es todavía muy rígida, poco transparente y demasiado costosa”.
De hecho, subraya que la autoescuela digital permite “reducir el precio a través de un modelo desintermediado y sin costes obsoletos”. González-Galarza apostilla que el precio puede ser “hasta un 40% menor que el de las autoescuelas tradicionales”.