La actualidad ha vuelto a demostrar que la gestión de los recursos hídricos a ser uno de los grandes temas de este 2023, un año que, en su vertiente hidrológica, lleva visos de ser recordado como uno de los más secos en el corto y medio plazo en nuestro país.
El cambio climático es un fenómeno que la ciudadanía ya ha experimentado en primera persona, también en el primer mundo, donde a periodos de sequía le suceden fenómenos virulentos conocidos como DANA, donde la precipitación no se presenta del modo más optimo para recargar los acuíferos y regenerar las reservas hídricas de pantanos y embalses.
Con una población mundial en continuo crecimiento y la proliferación de núcleos urbanos de mayor tamaño en todo el planeta, la gestión, tratamiento y reutilización de los recursos hídricos se ha convertido ya en uno de los temas críticos de nuestra era.
[Los gestores hídricos de la Comunidad Valenciana consideran "clave" la planificación hidrológica]
Lo es en la agricultura para garantizar un modelo de producción de alimentos sostenible que no merme todavía más los recursos naturales del planeta, pero también la industria afronta este reto de acometer un uso responsable y eficiente del agua.
Más, si cabe, en un contexto donde Europa está concretando la nueva normativa sobre los niveles de vertidos de aguas residuales, una legislación que obligará a corto y medio plazo a aplicar la tecnologías más disruptiva para poder gestionar más con menos, o dicho de otra forma, para convertir un problema en una ventaja competitiva.
Es el relato que defiende la startup Cimico, una de las pocas empresas biotecnológicas -en todo el mundo solo hay seis más que utilicen su puntera propuesta- que desarrolla su propia tecnología con lecho móvil para eliminar materia orgánica, nitrógeno y fósforo del agua con mayor capacidad de tratamiento que la competencia gracias a su propio lecho móvil.
La depuración de aguas residuales en las ciudades y núcleos urbanos, pero también el sector industrial son los potenciales receptores de su propuesta biotecnológica que ya ha merecido una distinción en los premios EmprendeXXI. Así, Cimico ha sido elegida como la startup más innovadora del País Vasco en la edición de este año.
"Se ha abierto un debate en el seno del sector del tratamiento de aguas residuales sobre las posibilidades técnicas que tiene el mercado para adaptarse a los nuevos niveles de vertido que estipula Europa y que van a ser de obligado cumplimiento a partir de ahora", explica a D+I Inés Larrea, CEO de Cimico.
Pero, su propuesta va mucho más allá, en el fondo, conlleva un cambio de mentalidad hacia un campo, todavía por explorar, que abre un amplísimo abanico de posibilidades de la mano del tratamiento de aguas.
Tecnologías de lecho móvil
Se trata de cambiar la perspectiva, de la mano de tecnologías como la que desarrolla esta biotech vasca, para convertir un concepto que hasta ahora la industria lo veía como un problema -las aguas residuales- en una fuente de generación de riqueza que ejerza como una ventaja competitiva en el futuro.
El embrión de Cimico surgió en el año 2019, aunque no salió oficialmente al mercado hasta marzo de 2021, y su primer proyecto se convirtió en realidad en septiembre de ese mismo año.
"Toda la iniciativa técnica de Cimico corresponde al Doctor Luis Larrea, experto en procesos de eliminación de nutrientes con bacterias y, en particular, tecnologías con lecho móvil, que fue quien comenzó en 2019 a forjar lo que en 2021, con mi ayuda, se convertiría en Cimico", relata Inés Larrea.
Ella fue la encargada de constituir la sociedad, preparar el plan de negocio y levantar capital, gracias a la experiencia que había adquirido en una experiencia previa de emprendimiento.
Esta tecnología está indicada para plantas nuevas que tengan altos requerimientos y poco espacio, y para otras ya existentes que tengan que aumentar su capacidad sin expandirse en espacio
Pero ¿qué tiene de particular la tecnología desarrollada a raíz del conocimiento del Doctor Larrea? La clave está en su propio lecho móvil MOBED®, y en su solución biotecnológica diseñada con un simulador matemático propio.
Las ventajas impactan de lleno en la funcionalidad de la planta de tratamiento de aguas, pero también en la inversión y el consumo de energía que se reducen de forma significativa.
Menos inversión y consumo energético
"Brinda una garantía del 98% de funcionamiento, minimizando la inversión necesaria un 20% y un control automático que reduce el consumo energético otro 20%", precisa a D+I la CEO.
La tecnología de Cimico es aplicable tanto a depuradoras urbanas como industriales, y es especialmente apropiada para plantas nuevas que tengan altos requerimientos y dispongan de poco espacio, así como para plantas existentes que requieran ampliar su capacidad de tratamiento sin expandirse en espacio, ya que es una propuesta óptima para remodelaciones.
Es precisamente estos requisitos los que están situando a Cimico en la primera línea mundial del aterrizaje de la nueva normativa europea sobre vertidos y tratamientos de aguas residuales en el mercado.
Por estos motivos, 2023 se perfila como un año crucial para la biotecnológica española. Por un lado, ha lanzado su nueva tecnología SEMBBA® y ha comenzado a trabajar con clientes fuera de España, especialmente centrados en Europa y México y, además, hemos sido aceptados en un programa de aceleración (BREW 2.0), del clúster del agua más importante de EEUU, The Water Council.
Además, Cimico está inmersa en un proceso de ampliación de capital y aspira a triplicar el equipo se triplique este año.
Este proceso se presenta necesario para abordar con éxito los retos en cuanto a producto, mercado y clientes que tocan a la puerta y que, de la mano de la legislación europea y de la necesidad de la economía de ser más sostenibles y eficiente con el uso del agua, están llamados a crecer en los próximos años.