Eduardo Riera y Guillermo Barquero se conocen desde la más tierna infancia cuando jugaban al fútbol en Asturias, su tierra natal. Por aquel entonces tenían 12 años y compartían equipo local, donde pusieron en prueba su destreza con el balón, aunque el destino les tenía preparado otro reto en el que también tendrían que definir a puerta y marcar un gol.
Porque ¿qué es si no el emprendimiento? No se trata sólo de tocar pelota y ofrecer espectáculo, sino de que el balón acabe traspasando la portería del equipo contrario. Y aquí, cuando de poner una empresa emergente se trata, el 'enemigo' acecha desde múltiples flancos.
Pero estos dos socios en el terreno de juego y luego en la vida empresaial contaban con una ventaja: haber experimentado en primera persona aquello que, con su proyecto disruptor, aspiran a resolver. Y, la experiencia aquí, como en casi todo en la vida, es un grado.
Eduardo Riera se graduó en Economía y pronto se dio cuenta de que sus buenas notas duarante su paso por la Universidad de Oviedo no eran suficiente aval para acceder a un buen primer trabajo.
"En el mundo de las finanzas y los negocios, me di cuenta que las empresas acuden a ciertas universidades como si fuera su cantera de talento y que yo, que no había estudiado ahí, lo tenía más difícil. Daba igual que me hubiera esforzado mucho y que mi expediente fuera muy bueno", explica a D+I el CEO de Zrive.
El emprendedor también se percató de que las empresas le testeaban conocimentos que no habían sido impartidos en las aulas de la universidad -"muy difíciles de adquirir si no lo has hecho por tu cuenta", puntualiza- y que, además, cuando una empresa le requería para una entrevista, "no conocían a nadie allí dentro ni tenías ninguna referencia, lo que dificultaba una posible admisión".
Y un primer trabajo, al menos en el mundo de los negocios y las finanzas en el que se enfoca la startup Zrive, es "una carta de presentación para toda la vida".
"Los estudiantes no son conscientes de la importancia de ese primer trabajo para su futura carrera profesional.Es vital ayudarles para que comprendan la importancia de cómo sus años universitarios y primeras experiencias profesionales afectan a su futuro", insiste el cofundador de la startup.
Tras trabajar en Londres y regresar a Madrid, Eduardo comenzó a ejercer labores de mentoring para estudiantes que estaban en la misma situación que él tras acabar la carrera de Economía y, tras compartir sus inquietudes con Guillermo, quien también había vivido la misma experiencia tras salir de la unersidad -él es ingeniero en Telecomunicaciones- unieron sus caminos para poner en marcha en junio del año pasado Zrive.
La empresa ha puesto en foco en todas las verticales del mundo de los negocios, desde finanzas, hasta el mundo de la consultoría estratégica, la abogacía y el data science.
Cursos financiados y becas
De esta forma, sus cursos enfocados a recién graduados tienen un precio que oscila entre los 1.000 y los 1.500 euros y se pueden sufragar de tres formas diferentes. La primera, el abono directo por parte del alumnado; la segunda a través de la nueva modalidad de financiación que permite devolver el coste del curso cuando se logra el primer trabajo y, la tercera opción, a través de becas para estudiantes brillantes con dificultades económicas.
Las habilidades y conocimientos prácticos necesarios para solventar esa desconexión entre la universidad y la empresa se deben adquirir en programas de entre 10 y 13 semanas mediante una combinación de trabajo por cuenta ajena (visionado de vídeos y lecturas) y clase en directo y tutorías.
Sus cursos complementan así la teoría aprendida en la universidad para lanzar su carrera profesional en las mejores empresas del sector. Cada curso cuenta con aproximadamente entre 30 y 35 alumnos, como máximo.
En Zrive School todos los profesores son profesionales en activo y se ofrecen sesiones en directo siempre con ángulos prácticos que les aporten los conocimientos necesarios para comenzar su carrera laboral en estas empresas
Su modelo aspira a emular el sistema de la francesa HEC donde las grandes corporates galas invierten en la financiación de sus cursos para generar talento de calidad
"Queremos construir una elite de talento, pero no entendido como un grupo donde sólo pueden acceder unos pocos, sino como ese grupo al que puede llegar cualquier alumno brillante que, hasta ahora, no tenía esa posibilidad si había estudiando en determinadas universidades", añade el CEO.
Zrive ya trabajamos con empresas como Oliver Wyman, BCG, McKinsey, Bank of America, Santander, Uria o Cuatrecasas.
"Si los alumnos están interesados en algún trabajo ofrecido en Zrive, desde la empresa también buscamos a los mejores candidatos para ayudar a la empresa a escoger al perfil idóneo para esa vacante".
El modelo de formación de Zrive está inspirado en HEC París, la Escuela de Estudios Superiores de Comercio, una de las principales escuelas de administración de empresas del mundo.
"Sus precios son más asequibles que otras escuelas de negocios porque las grandes corporates francesas invierten en ella financiando estos programas. Se trata de colaborar para generar un talento de calidad de primer nivel".
Según explican desde la startup, el sistema universitario español en la actualidad goza "de una amplia oferta educativa, ayuda a los jóvenes a estructurar sus pensamientos y tener unos conocimientos fundamentales para su carrera laboral. Sin embargo, existe una desconexión entre lo que piden las compañías para los perfiles recién graduados y lo que saben los alumnos".
"Esta falta de conexión entre las universidades y el mundo laboral es lo que provoca que cada vez más alumnos vayan a universidades privadas buscando las conexiones que tienen estos centros con las empresas".
"Creemos que es necesario una reforma educativa que permita a todos los estudiantes tener las mismas oportunidades a la hora de conseguir un buen primer trabajo", concluye.
El reto que afronta Zrive es mayúsculo pero, al menos, la joven empresa emegente ya ha dedicido meterle un gol por la escuadra a esta falta de igualdad que algún momento de su vida profesional han experimentado buen parte de los estudiantes españoles.