"Es perfecto", "¿Si me la pongo yo me quedará así?", "Claro, si parece que se la hayan hecho a medida". Todos nos hemos detenido alguna vez, casi hipnotizados, ante la perfección de la figura de un modelo y el porte con el que lucen cada prenda, preguntándonos si ese mismo vestido o camiseta nos sentaría igual de bien. Es un juego de espejos entre lo que vemos y lo que deseamos ser, un baile de posibilidades que a menudo olvida la diversidad del mundo real.
Titulares como "¡Vuelve el animal print!" o "El cordón es el nuevo cinturón" evidencian que la moda siempre ha sido un término asociado al cambio y la sorpresa, pero que a la vez esconde una cara estática y engañosa. Las tendencias cambian más rápido que un parpadeo, pero los estereotipos sobre cómo deben lucir los modelos se han mantenido fijos como un chicle en la suela de un zapato.
Sin embargo, con la firmeza de un giro al final de la pasarela, la startup Modelia ha entrado en escena con una propuesta revolucionaria, una aplicación capaz de vestir cualquier prenda de ropa en una variedad de modelos, fondos y expresiones, todo con un simple clic. Esta innovación no solo desafía los cánones establecidos, sino que también promete democratizar la belleza, permitiendo que la moda sea más inclusiva y accesible para todos.
Además, el sector fashion también destaca por sus costes de producción estratosféricos, donde una sola sesión de fotos podría financiar una expedición a Marte. Ahora, con Modelia, los altos costes asociados con las campañas de moda podrían reducirse sin sacrificar la creatividad, permitiendo que las marcas inviertan más en innovación y menos en logística.
Asimismo, no solo es caro en términos económicos, sino también en recursos humanos y tiempo. "Hacer un shooting implica una tarea monumental, buscar al modelo, al fotógrafo, diseñar el decorado… todo por un fichero ZIP con 200 fotos", explica Iván Rodríguez, CEO y cofundador de la startup.
No obstante, la aparición de Modelia en la industria promete una revolución, donde la "hiperpersonalización" y la diversidad pueden alcanzarse con facilidad, reduciendo costes y democratizando la moda para reflejar mejor la sociedad que viste.
"Si pintas a un sueco en Suecia seguramente te funcione, pero si lo pintas en Nigeria no te funcionará tan bien, simplemente porque la gente no se sentirá tan identificada con el entorno. Si para ahorrar costes tienes que renunciar a una imagen y hacer la foto de la prenda plana, entonces ésta tendrá una tasa de conversión mucho menor", ejemplifica Rodríguez.
El CEO aclara que el 80% de la tecnología que usan es código propio y otro 20% open source, lo cual les diferencia de los competidores. También, asegura que han desarrollado un sistema de inteligencia artificial distinto al ChatGPT, ya que éste genera una respuesta automática a través de una petición, mientras que "nosotros tratamos cada imagen de una forma personalizada, respondiendo a la demanda del usuario".
Para ello, la imagen pasa por un proceso que Rodríguez define como "una cadena de montaje", en la que cada etapa necesita modelos de inteligencia artificial o de visión por ordenador diferentes. La foto atraviesa desde un pequeño algoritmo que detecta qué tipo de prenda hay dentro de la imagen, hasta una herramienta que elimina el cuello al modelo creado para integrar la figura. "Cada movimiento recibe la orden del paso previo y se van acumulando hasta pintar la imagen final".
La empresa se lanzó al mercado hace apenas una semana, pero ya cuenta con siete personas en su equipo. Modelia se forma de perfiles que, igual que su otro fundador, René Hass, son expertos en inteligencia artificial, visión por ordenador y bytecode. "Son los encargados de engranar todos los componentes de esta cadena de montaje, hay técnicos expertos en su zona, otros especializados en conectar diferentes fases y los encargados de crear un nuevo punto de montaje cuando no lo hay", explica Rodríguez.
Aunque lleva poco tiempo, las nuevas equipaciones del FC Barcelona y del Real Madrid ya se presentan vestidas con los modelos generados por Modelia en la web de Football Emotion, según informa Rodríguez. Este es uno de sus primeros pasos y ejemplifica cómo la startup aspira a colaborar con grandes empresas y distribuidores de moda, las agencias de publicidad y los fotógrafos que quieran mejorar su producción.
Planes de futuro
El CEO de Modelia aclara que quieren tomarse lo que resta de año para seguir mejorando su plataforma, y avanza que buscan "empezar a generar vídeo a través de imágenes planas, poder capturar la esencia de una marca a través de sus imágenes ya existentes, incorporar diferentes poses a los modelos, etc.".
Por el momento, Modelia no plantea expandirse a otros sectores, sino que prefiere estabilizarse en el sector que está e impulsar las ventas de comercio electrónico de moda, "dándole a los marketeros y a las marcas herramientas para crear imágenes personalizadas y localizadas, que reflejen la pluralidad de los consumidores actuales".
Durante años, las tendencias han promovido una imagen casi inalcanzable de perfección, poco representativa y limitada, donde la diversidad de cuerpos y escenarios a menudo se veía como un extra opcional, más que como un ingrediente principal. Gracias a Modelia, la industria fashion está lista para dar un salto cuantitativo hacia el futuro, donde la diversidad y la inclusión no son solo palabras de moda, sino la nueva norma.