La impresión 3D de tejidos para ‘dummies’
Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y el ETH de Zúrich idean un algoritmo que convierte cualquier diseño 3D en instrucciones ‘comprensibles’ para las máquinas de tejer automáticas
10 marzo, 2018 00:00El invento es más sencillo de lo que sugiere el titular. No se trata de una compleja máquina, sino de un algoritmo. Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich han ideado la fórmula para convertir cualquier diseño 3D en un conjunto de instrucciones ‘comprensibles’ para las máquinas de tejer automáticas. Desde peluches (Disney Research también participa en el trabajo) hasta sombreros y gorros.
Estas máquinas son “tan robustas y repetibles” como las impresoras 3D, dicen los ‘padres’ de este trabajo. ¿Por qué entonces son tan poco conocidas? “Por la ausencia de software y hardware al alcance del usuario medio”. Si parece que el mundo físico ya ha empezado a ponerse las pilas (con ejemplos como el de Kniterate), el diseño aún estaba relegado a unos pocos programas específicos que sólo unas cuantas mentes privilegiadas eran capaces de utilizar. Aquí, en el software, es donde han puesto el foco estos investigadores.
El algoritmo desarrollado es capaz de transformar cualquier malla 3D, creada por los programas de modelado tradicionales, directamente en reglas para seguir por la máquina de tejer automática. El diseño únicamente necesita un punto de arranque y otro de finalizado, entonces el sistema fabrica incrementalmente la pieza sin necesidad de hélice y con una longitud uniforme.
“Al producir automáticamente instrucciones para las máquinas de tejer a partir de los modelos en 3D, nuestro sistema hace que estas máquinas sean tan fáciles de controlar como una impresora 3D”, dice el trabajo. Así esta maquinaria que hasta ahora estaba restringida al mundo industrial se abre al usuario en un nuevo proceso de democratización tecnológica. “Vemos este avance como un paso crucial para convertir la maquinaria textil industrial en una tecnología de fabricación abierta y disponible para cualquiera”, concluye el estudio.
Aunque los investigadores también advierten que la metodología aún necesita ganar precisión, reducir tiempos o aportar mayor robustez al producto final.