Envoltorios inteligentes y adiós a los materiales no sostenibles
Dos certámenes reúnen las innovaciones y aplicaciones tecnológicas de última generación para satisfacer a un consumidor cada vez más exigente e implicado con la sostenibilidad
1 junio, 2018 07:00Cartón o poliuretano. Plástico, descartado. Las fibras vegetales resultan muy atractivas. El diseño mejor eco, que ofrezca otras utilidades para alargar su ciclo vital. Y el etiquetaje, inteligente, porque añade ese punto de e-glamour a la compra. Cada vez más concienciado de la necesidad de contribuir a la sostenibilidad del planeta, para el consumidor, el envoltorio de los productos ahora también importa, convirtiéndose ya en uno de los elementos primordiales en la decisión de compra.
El sector del packaging está agitado. Los nuevos hábitos de consumo unidos al avance del e-commerce y la evolución de vértigo de las nuevas tecnologías y de la Industria 4.0 han acelerado el cambio. El consumidor exigente ha forzado al sector a ser más sostenible, inteligente, seguro, eficiente y productivo.
Los salones Hispack y Foodtech, celebrados este mes en Barcelona, han sido el escaparate de estos cambios acelerados y de soluciones disruptivas y sorprendentes, tanto en el embalaje como en el proceso de producción y logística. Ya están preparados para entrar en el mercado los envases inteligentes que avisan de fechas de caducidad, de cambios de temperaturas o del estado óptimo de los alimentos.
En marcha están también los que incorporaran tintas inteligentes que cambian de color cuando el alimento ya ha alcanzado, en el microondas, la temperatura perfecta para el consumo; los interactivos, que aportaran información sobre las marcas o productos que contienen con la incorporación de realidad aumentada, que se conectaran con apps móviles para alertar de posibles alérgenos; los biodegradables, fabricados con fibras vegetales, que resultan más ligeros; o los producidos a base de materiales reciclados o con monomateriales que facilitaran su continuo reciclaje. Todo en vistas a la sostenibilidad, recuperación y reutilización. El sector también da así los primeros pasos hacia la economía circular.
“La tendencia es clara. Vamos hacia la reducción de materiales no reciclables y la optimización máxima de los reciclables”, asegura Irene Ràfols, directora de la Unidad de Desarrollo de Producto del Centro Tecnológico de Cataluña, Eurecat, donde una de las líneas de investigación se centra en el packaging inteligente para el sector farmacéutico. “Son envases que disponen de sensores, que permiten monitorizar la temperatura, la posición y todos lo necesario para controlar el producto desde que sale de la planta de producción hasta la entrega al cliente”, explica.
El packaging es de los sectores que más está apostando por la automatización y por la aplicación de la inteligencia artificial. Aparecen las máquinas colaborativas, seguras y de máxima precisión. “Tienen que ser fáciles de operar y de reparar, y estar monitorizadas para reaccionar a tiempo frente a cualquier eventualidad”, explica Sergio Martín, gerente de Robótica de ABB España, multinacional suiza líder en este ámbito, ubicada en Sant Quirze del Vallès (Barcelona). ABB presentó en Hispack el modelo mejorado de YuMi, el primer robot industrial colaborativo de doble brazo que trabaja mano a mano con el operario, con una seguridad total y una precisión de 0,02 milímetros. YuMi es capaz de enhebrar una aguja.
“La producción tiene que adaptarse al e-commerce y esto comporta una mayor productividad, tiradas de producción más cortas y sistemas muy robustos pero flexibles”, asegura José Manuel Collados, responsable de la división de Robótica en ABB. Para él, el entorno industrial ideal está conformado por “sistemas híbridos, donde los robots dejan de estar en jaulas porqué disponen de sensores de posición que garantizan la seguridad del operario en todo momento”.
Alimentos bajo control
Llegan las narices electrónicas, que garantizan el buen estado del producto alimenticio final y de los ingredientes mientras se procesan; las baldosas de cerámica que eliminan las bacterias donde se manipulan alimentos; y la tripa de alga comestible para embutidos, una película compuesta de polisacáridos solubles en agua, compatible con las prácticas kosher y halal. Son algunos de los ejemplos que se pudieron ver en Foodtech.