“La palabra mágica es afecto, un concepto transversal que recorre gobiernos, políticas, ciudades, comunidades, organizaciones y familias. Nuestros mayores necesitan afecto, sin embargo nuestra sociedad, que convive con grandes avances tecnológicos, silencia el envejecimiento, le da la espalda. Utilicemos el afecto de manera transversal sumándolo a las nuevas tecnologías y al diseño, y mejoraremos el bienestar de nuestros mayores”, propone Lekshmy Parameswaran, cofundadora y directora de Ideas y Estrategias en The Care Lab de FuelFor, una consultoría de diseño de experiencia especializada en asistencia sanitaria, con sede en Barcelona y Singapur.
El simposio Rethinking Healthcare for the Future, organizado el pasado jueves por la sede europea de la Universidad RMIT de Australia, especializada en estudios de Tecnología, Diseño y Empresa, y sede del reconocido Digital Ethnography Research Center (DERC), reunió una docena de expertos dispuestos a transformar la asistencia sanitaria a través del uso del diseño y las nuevas tecnologías, de la incorporación de la estética a los dispositivos médicos y de la utilización de la arquitectura para incrementar el bienestar de las personas de edad avanzada. Y todo ello adobado con afecto, como propone Parameswaran. La última propuesta innovadora en healthcare tiene un claro objetivo: crear un ecosistema alrededor de las personas mayores que favorezca su salud y bienestar hasta el último de sus días, dando un uso diferente y adaptado de las nuevas tecnologías, y envolviéndolas en diseños atractivos.
Durante el simposio se citaron ejemplos de edificios, como ya existen en Osaka o Dusseldorf, creados específicamente para que los mayores se sientan cómodos y atendidos. Entornos construidos para favorecer las relaciones sociales y el fácil acceso a los servicios asistenciales. Larissa Hjorth, profesora y directora de la plataforma de Diseño y Práctica Creativa de RMIT en Australia, destaca la necesidad de incorporar las tecnologías a sus vidas para hacerlas más confortables, y aconseja “situar el aspecto social y emotivo en el centro, utilizando las tecnologías avanzadas sin que ellos sientan que les invaden”.
Habla de vigilancia tecnológica imperceptible que no afecte la intimidad de la persona, robots que transforman en amena y divertida la rehabilitación o dispositivos con diseños cuidados, como los audífonos en forma de pendiente para que las señoras no los escondan bajo el cabello. Son algunos ejemplos que mejoran el día a día de las personas de edad avanzada porqué, según Hjorth, “ser mayor no es una cuestión médica, es una cuestión social”.
Telefónica Innovación Alpha también apuesta por la tecnología para “provocar un cambio positivo en las emociones de las personas de edad”, explica Remko Vermeulen, vicepresidente de Producto en Alpha Health. Creada en enero de 2016 en Barcelona, esta filial de Telefónica es la primera factoría de 'moonshots' de Europa, proyectos disruptivos que pretenden crear tecnologías que hagan del mundo un lugar mejor.
“Fabricar sensores de glucosa de diseño y efectivos, test sanguíneos que se realicen en el domicilio, prótesis que puedan lucirse porqué sorprenden por su diseño, adaptabilidad, estabilidad y eficiencia, dispositivos de análisis de voz para detectar el Parkinson… Todas son tecnologías enfocadas a la gente mayor, pensadas para provocar un cambio radical en su estado de ánimo. Porque a partir de ahí, incidiremos profundamente en su bienestar. Tenemos que poner la tecnología a su servicio”, asegura.
Desde el ámbito hospitalario, César Velasco, director del departamento de Innovación y Datos del Hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona, propone dotar de mayor calidad de vida a los mayores a través de “la comunicación digital abierta con los pacientes no hospitalizados, la creación de plataformas colaborativas que integren aplicaciones móviles de ayuda y el apoyo de asistentes virtuales”. En definitiva, como concluye Esther Sarquella, ejecutiva de Tunstall Healthcare, empresa británica de soluciones digitales en el ámbito sanitario, “la tecnología tiene que establecer la equidad en nuestra sociedad, y esto pasa por ser inclusivos con nuestros mayores”.