Ya despegan en Galicia los drones sulfatadores
Las aeronaves no tripuladas de Aerocámaras pulverizan bioestimulantes con una gran precisión en campos de cultivos
18 julio, 2019 10:39Los agricultores miran más al cielo…en busca de drones. Estos vehículos aéreos no tripulados tienen cada vez más aplicaciones en el campo: desde el registro de imágenes con las que conocer la evolución de las plantaciones hasta la fumigación de los cultivos. Una tarea en la que los robots voladores parece que pueden ganar la partida a los tractores.
En la localidad gallega de Xinzo da Limia se ha realizado la primera prueba con dron para aplicar fitofortificantes en un campo de guisantes. A falta de comprobar el resultado definitivo sobre el producto, la experiencia ha sido positiva. Los pilotos de Aerocámaras han sobrevolado con su dron la parcela pulverizando el bioestimulante con una gran precisión. Tanto que el propietario del terreno asegura que marcaron las pegatinas de test que se emplean para comprobar los equipos fitosanitarios.
La utilización de drones para este tipo de trabajos permite emplear mucha menos agua: unos 16-17 litros por hectárea con el dron frente a los 350–400 litros que consumiría con el tractor. Además, se ahorra tiempo, trabajo y se evita dañar el campo con el tractor.
Sin embargo, uno de los problemas actuales del dron es que la ley equipara su uso al de una avioneta. Necesita muchos permisos, como los de cualquier tratamiento aéreo. El otro problema es el económico: utilizar un dron puede costar el doble que se utiliza el sistema tradicional de tractor.
A pesar de todo, los agricultores de Xinzo da Limia están convencidos de que estos problemas desaparecerán con el tiempo. Cuanto más se investigue y se empleen estos equipos, la legislación se corregirá y también se adecuarán los precios.