Cuando las matemáticas (transfronterizas) ayudan a prevenir plagas agrícolas
Aunque pueda resultar llamativo y hasta difícil de entender, las matemáticas, las de toda la vida, pueden ayudar a prevenir plagas y enfermedades en cultivos.
La propuesta es ya una realidad merced a un proyecto transfronterizo cofinanciado con fondos europeos Feder y que tendrá como campo de operaciones Extremadura y zonas de Portugal.
La idea es desarrollar modelos matemáticos de previsión de plagas y enfermedades a través de un procedimiento automatizado de captura de datos que permita implementar un sistema de avisos personalizado para los agricultores.
Además, sus resultados ayudarán a desarrollar estrategias para reducir los tratamientos fitosanitarios necesarios para mantener la sanidad de los cultivos.
El proyecto se enmarca en la segunda convocatoria del Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza España-Portugal (POCTEP), al que se presentaron 295 candidaturas de las que 96 han sido aprobadas.
En esta iniciativa, que crea sinergia a través de las matemáticas y las estrategias, participa la Dirección General de Agricultura y Ganadería del Gobierno extremeño, a Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro y la Dirección Regional de Agricultura y Pescas del Norte de Portugal.
El proyecto tiene un coste conjunto que supera los 380.000 euros, cofinanciado por fondos europeos Feder. En lo que concierne a Extremadura, el presupuesto ascenderá a 220.000 euros, mientras que el proyecto de Portugal será de 160.000 euros.
Este proyecto permitirá mejorar el control de problemas fitosanitarios tan importantes para la región como la langosta mediterránea, la piricularia o la pudenta del arroz, así como profundizar en el conocimiento sobre la presencia cerambyx o de nematodo del pino en los espacios forestales.
El proyecto, en su conjunto, proporcionará información sobre una docena de plagas y enfermedades con incidencia en las regiones participantes.
En 2018, la Junta de Extremadura realizó tratamiento fitosanitario sobre 1.600 hectáreas de terreno para controlar a la langosta mediterránea (Dociostaurus maroccanus).
En las últimas campañas, aunque la presencia de plaga se mantiene estable en torno a las 55.000 hectáreas, la superficie tratada se ha ido reduciendo, al haberse centrado las aplicaciones sobre los avivamientos de los rodales de puesta, donde una mayor concentración de individuos favorece la eficacia de los medios de control.
La langosta mediterránea, además de ser una importante plaga polífaga, es también la base de la alimentación de numerosas aves protegidas, por lo que es fundamental trabajar con umbrales de tratamiento muy ajustados y valorar la capacidad de autorregulación de los ecosistemas.
La pudenta es un chinche endémico en Extremadura que se refugia en las plantas espontáneas próximas al arroz, hasta que este alcanza el grado de madurez necesario para ser parasitado, según detalla en una nota de prensa.
Este insecto se alimenta de los jugos que consigue pinchando los granos del arroz y afecta no sólo a la producción del cultivo, sino que deprecia considerablemente el producto disminuyendo la calidad, lo que supone "una desventaja para los cultivadores de arroz de la comunidad".
(Esta crónica forma parte de la serie "Historias Ibéricas de cohesión europea", #HistoriasIbéricas, Un proyecto pionero de colaboración entre Efe y la agencia portuguesa Lusa financiado por la Dirección de Política Regional de la Comisión Europea)