Realidad aumentada o "video mapping" son términos cada vez más presentes en la vida de un viajero con inquietudes culturales y es que, ¿por qué limitarse a ver cómo el paso del tiempo ha dejado su huella en forma de ruinas si además estas pueden contemplarse en su época de esplendor?
Las nuevas tecnologías han llegado al mundo del turismo y abren un abanico de posibilidades, ya sea con gafas de realidad virtual, dispositivos inteligentes o con proyecciones de vídeo y luz para cambiar la apariencia de un objeto.
Dentro o fuera de un museo, en una catedral, por toda una ciudad o en un complejo arqueológico, las nuevas tecnologías enriquecen la visita turística reconstruyendo de forma virtual lo que fue, pero también ofreciendo nuevos guías en forma de avatares digitales que cuentan cuál fue su historia.
"La audioguía está muerta, está jubilada ya", asegura a Efe Víctor De Vega, responsable de Imageen, una de las empresas en España dedicada a la reconstrucción con realidad aumentada simulada de lugares turísticos.
Con una decena de proyectos en Cartagena -Museo del Teatro Romano-, Tarragona o Cambrils, entre otras ciudades, De Vega destaca el del anfiteatro romano de Mérida, "el más completo y rico visualmente", con el que no solo se viaja a la época romana para reconstruir su aspecto o ver una obra de teatro, sino a 1910 cuándo se encontraron sus ruinas.
Asesorados por arqueólogos e historiadores, se traslada a modelos virtuales el conocimiento que se tiene de ese lugar, "de la forma más fidedigna posible", un proceso que puede durar de 3 a 5 semanas para un monumento y de 3 a 5 meses para una ciudad, dependiendo de cuántos puntos se reconstruyan.
A partir de ahí todo queda en manos del viajero, que puede usar gafas especiales o descargar una aplicación para buscar, por ejemplo en una ciudad, los lugares a los que apuntar el dispositivo y ver a través de él, de forma animada y en 360 grados, lo que hubo allí un día.
Por otra parte, en Salamanca, una auto-guía de realidad aumentada para dispositivos inteligentes ofrece 30 puntos de interés organizados en tres rutas: Patrimonio de la Humanidad, Iglesias y Conventos y 2012 Año de Unamuno.
Una experiencia similar se puede vivir en Ágreda (Soria), donde una aplicación permite recrear cómo eran en el siglo XII algunos monumentos, mientras en Segovia se ha presentado un proyecto de realidad aumentada en el que un juglar servirá de guía por lugares como el Alcázar o la Puerta de San Martín.
Y de la realidad aumentada al "video mappig", técnica que con proyecciones de vídeo y luces, es capaz de dibujar sobre las piedras el aspecto que tuvieron en otros siglos, recuperando con total realismo las decoraciones y colores perdidos.
La catedral de Santa María de Vitoria, templo gótico de los siglos XIII y XIV, explica a los visitantes con este sistema cómo ha variado la policromía del pórtico a lo largo de los siglos.
Al igual que en la iglesia románica de Santa María de Mave (Palencia), donde sobre el ábside central y dos capiteles se hace una recreación virtual de las evolución de la pintura mural palentina, pues la decoración original se ha perdido y no se sabe a ciencia cierta cómo fue.
El "video mapping" es también un recurso muy empleado para espectáculos puntuales, como el que se proyectó, acompañado de narración y sonido, sobre la Torre de Hércules (A Coruña) por el décimo aniversario de su elección como patrimonio de la humanidad de la Unesco y en el que se recreó su historia.
La tecnología es también la apuesta del Museo Canario, de Las Palmas de Gran Canaria, en el proyecto "Momias. Biografías en 3D", con el que ofrece una representación tridimensional de tres de las momias de su colección.
A través del ordenador y de manera interactiva las momias descubren sus secretos, desde qué comían, a las enfermedades que sufrieron o cómo eran los enterramientos de los antiguos canarios.
Pero la realidad aumentada también ha salido a la naturaleza, para acompañar a los amantes de la montaña palentina con la app Wosphere, impulsada por la Agrupación Comarcal de Desarrollo de la Montaña Palentina.
Un dispositivo inteligente con geolocalización es suficiente para dejarse guiar por varias rutas naturales en las que al llegar a un punto de interés el dispositivo avisa y ofrece contenidos multimedia -vídeos, fotografías, sonidos de la naturaleza- en una experiencia con vocación educativa y de respeto por el medioambiente.