La torre eólica española autoelevable capta 1,7 millones de euros de la UE
La empresa navarra Nabrawind ha resultado beneficiaria del programa Instrumento Pyme de Horizonte 2020 con el que pretende superar el récord de 200 metros de altura
28 agosto, 2019 13:00Nabrawind quería solucionar los problemas de la energía eólica asociados al espacio y la accesibilidad. Con ese objetivo, la empresa navarra patentó dos tecnologías que facilitan la instalación de estas estructuras, incluso en los lugares más recónditos. Ahora, la Unión Europea (UE) acaba de reconocer su innovador trabajo. A través del programa Instrumento Pyme de Horizonte 2020, recibirá financiación por valor de 1,7 millones de euros.
El proyecto presentado por Nabrawind fue defendido con éxito el pasado 9 de julio en Bruselas ante un tribunal internacional especializado en inversiones, indican desde la empresa en nota de prensa. El jurado, en representación de la Comisión Europea, valoró el potencial de las torres eólicas XXL y de las palas modulares como respuesta a las barreras logísticas que amenazan con limitar el crecimiento del sector eólico.
Esta concesión supone "un gran logro para la empresa", ya que la tasa de éxito de este programa es de solo un 4 % de proyectos financiados con respecto a las más de 2.000 solicitudes presentadas en cada convocatoria.
Estos fondos de Horizonte 2020 servirán a Nabrawind para impulsar la entrada al mercado de sus dos tecnologías, la torre autoizable Nabralift, que puede superar los 200 metros de altura, y la unión para palas modulares Nabrajoint, con la que se simplifica el transporte de palas de más de 70 metros de longitud.
En 2018 la empresa instaló en Eslava (Navarra) un prototipo de 160 metros de altura, la torre eólica más alta de España, y completó los ensayos de escala real de su unión para palas modulares. Recientemente, anunció que en 2020 levantará también la torre más alta de África, con 144 metros de altura.
Pero el reto planteado a la Comisión Europea es todavía más ambicioso. Gracias a esta ayuda, Nabrawind pretende superar los 200 metros de altura, convirtiéndose en el techo eólico a nivel mundial.
El director general de Nabrawind, Eneko Sanz, destaca que, con esta ayuda, la Comisión Europea "se suma a quienes creen que el futuro de la energía eólica pasa por la transición hacia aerogeneradores de gran altura y potencia, y la implementación de palas modulares para sortear los desafíos logísticos que afronta el sector”.
En esta línea, Sanz expresa su convencimiento de que los productos de Nabrawind “contribuirán a eliminar las restricciones logísticas de la energía eólica onshore, de forma que en un futuro cercano los aerogeneradores terrestres tendrán las mismas dimensiones y potencia que los aerogeneradores marinos, cuyas turbinas son a día de hoy hasta cuatro veces más potentes”.