Muchas de las prendas que vestimos a diario están fabricadas con poliéster, un derivado del plástico muy común en toda clase de camisetas, chaquetas o camisas. Las ventajas de este material son numerosas, pero también son indudables sus nefastos efectos sobre el medio ambiente a la hora de obtenerlo. Pero, ¿y si pudiéramos reciclar el plástico de otros objetos, como las botellas, para crear ropa?

Esa es la idea básica que subyace en Minimalism Brand, una startup creada hace dos años por dos emprendedores, Víctor Rodado y Pepe Martín. "Empezamos vendiendo una cartera minimalista, de la que comercializamos más de 40.000 unidades. A partir de ahí buscamos productos básicos que fueran afines a la gente que le gusta viajar, que está concienciada con el medio ambiente. Y lo que todos tenemos en nuestro armario es una camiseta", explican a INNOVADORES. Ese fue el primer éxito de  la compañía, que pronto amplió su catálogo a sudaderas y prendas de abrigo, producidas con materiales reciclados que fomentan la economía circular y el consumo ético que tanto gustan a sus fundadores. Por ejemplo, su cortavientos de poliéster está fabricado con alrededor de ocho botellas de plástico. 

El resto de los componentes de su ropa, como el algodón, lo obtienen de proveedores de consumo responsable. "No podemos fabricar todavía prendas 100% a base de plástico reciclado, la sudadera tiene en torno al 85% de algodón y 15% de plástico.  Pero el objetivo que tenemos es que podamos coger esos plásticos y darles una segunda vida, fabricar algo que sea útil", añaden estos emprendedores.

Víctor y Pepe no sólo han puesto sus miras en el uso de materiales sostenibles, sino también en asegurar la durabilidad de las prendas por encima de la media del mercado para evitar compras innecesarias de ropa. "Venimos del modelo de Inditex, que ha metido 25 estaciones en un año normal. Nuestro mensaje es ir a lo básico, la camiseta que te da igual ponerte en febrero que en verano, que puedas lavar sin problema y que no tengas que andar cambiando cada dos por tres", denuncian. También están en plena ampliación de sus productos, con el fin de cubrir todas las necesidades básicas de vestimenta de una persona, lo que les está llevando actualmente hacia la ropa interior. 

Además, la apuesta diferencial por la responsabilidad de Minimalism Brand también tiene su particular traducción en otro aspecto menos atendido por las compañías al uso, máxime entre las startups: la transparencia. No hablamos de la trazabilidad de sus prendas, sino de la claridad con que tratan sus cuentas: "En Estados Unidos la gente está más abierta al tema de transparencia que aquí. Pero pensamos que si esos números pueden aportar valor a otras personas, por qué no hacerlo", reconocen. 

En base a esas cifras, la marca se marcó un objetivo de facturación de 300.000 euros para el curso que acabamos de cerrar, duplicando mes a mes los ingresos del año anterior. Un despliegue comercial que tiene como canales de distribución no sólo su tienda online, sino también varios puntos de venta en tiendas dirigidas a ese público concienciado de la necesidad de dar una vuelta al consumo de la moda y, además, en mercadillos y ferias.