Un test para el COVID-19 más barato y que predice cómo evolucionará el paciente
Científicos brasileños trabajan con herramientas de metabolómica e inteligencia artificial en la búsqueda de biomarcadores que sirvan como test rápido y barato del COVID-19 y, al mismo tiempo, predictores de su evolución
13 abril, 2020 09:42Científicos de las universidades de Campinas (Unicamp) y de São Paulo (USP), en Brasil, han aunado esfuerzos para desarrollar un test rápido y de bajo coste para el diagnóstico de casos de COVID-19 y, a su vez, detectar a los pacientes con bajo riesgo de evolucionar hacia cuadros de insuficiencia respiratoria.
Este método se basa en el análisis del patrón de moléculas hallado en los fluidos corporales y tiene un coste estimado entre los 40 y los 45 reales por paciente (alrededor de siete euros).
“Ya hemos remitido el expediente de aprobación a la Conep [la Comisión Nacional de Ética en la Investigación Científica, el organismo que regula los estudios clínicos en Brasil], y estamos realizando análisis previos y procesando los datos. Todo al mismo tiempo, en virtud de la situación”, comenta Rodrigo Ramos Catharino, coordinador del Laboratorio Innovare de Biomarcadores de la Unicamp a a Agência FAPESP, de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo.
El científico desarrolla una línea de investigación en la cual se combinan herramientas de metabolómica (el estudio del conjunto de los metabolitos existentes en muestras biológicas) e inteligencia artificial (aprendizaje de máquinas) en la búsqueda de biomarcadores que ayuden a diagnosticar y evaluar el pronóstico de diversas enfermedades, entre ellas el síndrome metabólico, las infecciones virales y la fibrosis quística.
Las muestras de los pacientes se analizarán inicialmente en un espectrómetro de masas (una especie de balanza molecular), un aparato capaz de revelar todos los metabolitos presentes en el fluido corporal. Estas moléculas, a su vez, les muestran a los científicos los diversos procesos metabólicos que operan en el organismo.
El paso siguiente, que se concretará en el Instituto de Computación de la Unicamp, bajo la coordinación del profesor Anderson Rezende Rocha, consiste en aplicar herramientas de aprendizaje de máquinas para analizar tanto los resultados de las muestras de individuos con COVID-19 como los de las muestras de personas sanas que harán las veces de grupo de control. De este modo se espera “entrenar” al programa informático en el reconocimiento del patrón sano, del patrón del paciente infectado con el nuevo coronavirus y también del patrón asociado a los casos graves de la enfermedad.
La extracción del material
La captación de los voluntarios y la extracción de muestras se encuentran bajo la coordinación de Rinaldo Focaccia Siciliano, profesor colaborador de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FM-USP). Focaccia Siciliano está vinculado al Hospital de Clínicas (que es el hospital escuela de la FM-USP), en donde actúa como médico asistente de la División de Afecciones Infecciosas y Parasitarias y de la Unidad de Control de Infecciones Hospitalarias del Instituto del Corazón (InCor).
El profesor explica que la selección de los participantes se realizará entre los pacientes que ingresaron al Hospital de Clínicas con síntomas de síndrome gripal, los cuales incluyen fiebre, tos, dolor de garganta y rinitis. También se incluirá a los pacientes con los mismos síntomas atendidos en el Hospital Municipal de Lapa, en São Paulo.
Según Focaccia Siciliano, se extraerán muestras de tres grupos distintos: pacientes con diagnóstico confirmado de COVID-19 mediante la aplicación de las técnicas moleculares actualmente empleadas como rutina, pacientes con diagnóstico confirmado de influenza (gripe) y pacientes con síntomas gripales y resultado negativo para ambos patógenos.
“Estimamos que será necesario reunir 50 muestras de cada grupo y otras 50 de personas sanas, que harán las veces de grupo de control. Creemos que, debido a la pandemia, en poco tiempo lograremos concluir esta etapa de la extracción de muestras”, afirma el investigador.
A juicio de Focaccia Siciliano, la ventaja del test rápido reside en que puede sacar al paciente de circulación y, así, impedir que transmita el virus a otras personas. “Asimismo, de poder predecir los casos de mayor riesgo, podremos también ofrecer un nivel de atención más adecuado”, afirma.
Según Ramos Catharino, una vez que el conjunto de procedimientos y el software estén listos y validados, será posible realizar más de mil test por día. “Además de ser más rápido que el método que se aplica hasta ahora, sería más barato y ofrecería más información para ayudar a los profesionales de la salud al momento de decidir las hospitalizaciones y los tratamientos”, dice.