La española que reivindica en el mundo el uso real de las ‘mates’
María Jesús Esteban, expresidenta del Consejo Internacional de Matemáticas Aplicadas, dice que ahora ha aumentado la interacción de las matemáticas con la industria. "Ahora el sistema está mejor estructurado, es más eficaz"
30 abril, 2020 07:00Citar los títulos y cargos de María Jesús Esteban no es suficiente para entender la relevancia de su trabajo. Esta matemática vasca acaba de cerrar su etapa de cuatro años como presidenta del Consejo Internacional de Matemáticas Industriales y Aplicadas (Iciam), tras haber presidido previamente la Sociedad Francesa de Matemática Aplicada e Industrial (Smai). Hoy compagina su investigación en la prestigiosa Universidad Paris-Dauphine con su papel de consejera científica en instituciones de medio mundo. ¿El motor que le mueve? Su visión de las matemáticas como herramienta fundamental para resolver problemas reales.
Aunque la vocación de Esteban por los números rivalizó con el arte a la hora de escoger qué carrera estudiar, finalmente se decantó por las matemáticas. Mucho influyó en su decisión un profesor "excelente" que le impartió esta materia durante los últimos años de instituto. Así entró en la recién inaugurada Universidad del País Vasco (UPV/EHU). "Descubrí facetas de las matemáticas que no conocía", recuerda a INNOVADORES en videoconferencia desde su casa de París.
Aunque su deseo fue desarrollar su carrera profesional en su país, de nuevo, un profesor interfirió en su futuro: "Me dijo que si quería continuar desarrollándome, tenía que irme fuera". Le puso en contacto con un matemático de París VI, que la aceptó como alumna de tesis. Y ya no se movió de la capital francesa.
"Quería ayudar al desarrollo de las matemáticas en el País Vasco", reconoce. Pero unos meses antes de terminar su tesis, surgió la oportunidad de obtener un puesto de investigación en el Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de Francia. "No era fácil conseguirlo", pero lo volvió a conseguir. Su primera etapa continuó en París VI y ya en una fase más senior pasó a la Paris-Dauphine, donde trabaja desde hace cerca de 30 años. "Estoy en uno de los mejores departamentos de matemática aplicada del mundo, con muy buen ambiente y muy dinámico", comenta.
Desde hace tiempo Esteban ha compatibilizado su investigación con otra labor enfocada a extender y fortalecer el papel de las matemáticas en la sociedad. Así es cómo presidió la Sociedad Francesa de Matemática Aplicada e Industrial, después saltó a la presidencia de ámbito europeo y, finalmente, a la internacional. "Ayudaba a coordinar las actividades de las sociedades de matemática aplicada de todo el mundo", dice.
En ese ámbito, además, se puede intercambiar información, organizar congresos u obtener fondos para países en vías de desarrollo. "Es posible lanzar proyectos de reflexión sobre temas innovadores". Por ejemplo, participó en la creación de la red europea EU-Maths-In, que ya cuenta con 17 países miembros y tiene el objetivo de promover el uso de las matemáticas para la innovación tecnológica industrial. ¿Qué se lleva de toda esta experiencia? "La situación ha mejorado muchísimo, ha aumentado la interacción de las matemáticas con la industria y, como el sistema está mejor estructurado, ahora es más eficaz", responde.
Matemáticas con un fin
Durante su carrera investigadora, Esteban ha entrado en muchos ámbitos, aunque todos tienen un común denominador. "Mi director de tesis inculcaba a sus alumnos que las matemáticas se trabajasen con una finalidad, que buscaran resolver problemas del mundo real o de otras ciencias". Desde el principio, ella se centró en cuestiones de física y, más tarde también, en química cuántica.
Uno de sus trabajos más relevantes está centrado en los problemas no lineales de la mecánica cuántica relativista. Junto con otros colegas ha diseñado un algoritmo pionero en el mundo que ofrece un nuevo enfoque en el estudio de átomos y moléculas (en las que intervienen los efectos relativistas). "Había muchos algoritmos, pero no eran robustos".
Su reflexión matemática da una respuesta "más fundamental" y permite que su propuesta sea "más robusta y eficaz". "Es una prueba de cómo a partir de un trabajo matemático muy teórico, se puede hacer un algoritmo con aplicaciones prácticas", afirma. ¿Para qué puede servir? Por ejemplo, en el desarrollo de nuevos materiales o en el diseño de nuevos medicamentos permite entender mejor qué moléculas son más válidas.
Su última investigación, que ha llevado más de 10 años, ha sido más teórica. Junto con un compañero de universidad y otro de Atlanta, ha tratado el asunto de las desigualdades funcionales, que permiten comparar cantidades diferentes que son interesantes para el estudio de modelos físicos. Su estudio se ha centrado en las mejores constantes para esas desigualdades, como qué funciones son las óptimas o qué propiedades de simetría tienen. "Aportamos nuevas respuestas a problemas de la física", concluye.
Física: respuestas cuantitativas
Esteban habla de las matemáticas como complemento para resolver los problemas de la física. "Cuando los matemáticos proponemos algoritmos, no lo hacemos por intuición, sino que detrás hay un teorema que garantiza su rapidez o los límites de errores", comenta. "Un matemático aporta respuestas cuantitativas que pueden ayudar a crear métodos de cálculo garantizado", añade.