Un innovador del suelo agrícola, World Food Prize 2020
Rattan Lal ha promovido técnicas innovadoras que benefician los medios de vida de más de 500 millones de pequeños agricultores, mejorando la seguridad alimentaria y nutricional
19 junio, 2020 10:00El profesor Rattan Lal, originario de la India y ciudadano de Estados Unidos, recibe el World Food Prize 2020 por su "enfoque centrado en el suelo para aumentar la producción de alimentos", según la organización. Rattan Lal ha promovido técnicas innovadoras "que benefician los medios de vida de más de 500 millones de pequeños agricultores, mejorando la seguridad alimentaria y nutricional de más de 2.000 millones de personas y ahorrando cientos de millones de hectáreas de ecosistemas tropicales naturales".
Su investigación se basa en la premisa de que "la salud del suelo, las plantas, los animales, las personas y el medio ambiente es única e indivisible", por lo que el cultivo en suelos saludables produce más con menos: "más alimentos en menos área de tierra, con menos uso de agroquímicos, menos labranza, menos agua y menos energía" y, en este sentido, insta a las sociedades a usar el terreno de manera sostenible.
“Creo que el suelo es algo vivo. Esto es lo que significa la salud del suelo, el suelo es vida. Y todo ser vivo tiene derechos, por lo tanto, el suelo también tiene derechos ”, afirma Lal, en unas declaraciones recogidas por la organización de estos premios. "Mientras consumas los recursos naturales que provienen del suelo, le debes algo al suelo, algo le tienes que devolver, todo lo que puedas".
En su trayectoria, Lal ha liderado una investigación que ha demostrado que la materia orgánica del suelo y el carbono son cruciales para mantener y mejorar la cantidad y calidad de la producción de alimentos. Su investigación se aplica a más de un tercio de la superficie terrestre y a 3.200 millones de personas, es decir, el 40% de la población mundial, afectadas por la degradación de la tierra.
Tras un análisis exhaustivo de los factores que afectan la degradación del suelo, Lal comenzó a explorar la salud física del suelo y la cantidad de materia orgánica contenida en el suelo. Así, apostó por transformar técnicas como la labranza cero, el cultivo de cobertura, el acolchado y la agrosilvicultura que protegían el suelo de los elementos, conservaban el agua y devolvían nutrientes, carbono y materia orgánica al suelo.
De este modo, con estas técnicas se ha mejorado la sostenibilidad a largo plazo de los agroecosistemas y se han minimizado los riesgos para los agricultores de sequías, inundaciones y otros efectos de un clima cambiante.