Una reserva de oro en blockchain
Bitpanda, que empezó con Bitcoin, compra grandes cantidades del metal precioso, lo guarda en Suiza y lo ofrece como inversión. Hablamos con su CEO y cofundador, Eric Demuth
23 septiembre, 2020 07:00Tengamos unos segundos de sinceridad: ¿cuánto sabemos cada uno de nosotros sobre criptomonedas…? Pues hay estadísticas, incluida la suya propia según confiesa Eric Demuth, cofundador y CEO de Bitpanda, que señalan que "la adopción de Bitcoin en España ofrece el porcentaje más alto en relación a la población, comparando con otros países. Se puede argumentar que no es realmente alto en ningún lugar, pero en España, es el más alto".
Como cabe adivinar, Bitpanda es una fintech que se mueve en ese terreno. No exclusivamente Bitcoin y Ethereum y otras criptomonedas, sino en la aplicación de la tecnología blockchain al mundo del dinero y los intercambios económicos.
"En comparación con hace cinco años, Bitcoin ha alcanzado una audiencia mucho mayor", explica Demuth a INNOVADORES. "Cuando comenzamos hace seis años [él, Paul Klanschek y Christian Trummer], el cliente promedio se parecía a mí, entre los 20 y primeros 30 años, muy tecnológico y masculino en un 95% de los casos. Ha cambiado. Tenemos 1,2 millones de usuarios. La generación más joven usa Bitcoin como alternativa mientras que la generación mayor considera el oro como refugio seguro. Pero ya desde los 18 hasta las edades mayores se sienten cómodos invirtiendo en línea… aunque todavía hay un 85% de hombres. Sí: son sólo estadísticas. Pero son del Banco Mundial".
La gracia particular de Bitpanda es que, aunque nació para facilitar el acceso a Bitcoin, por ejemplo, en transferencias entre países, no es un ‘monedero’ de criptomonedas. Su radio de acción abarca un sistema financiero de tokenización (división de una propiedad en fracciones registradas en blockchain) para diversos valores en los que invertir. "Para finales de año planeamos trabajar con acciones de bolsa y hacerlas accesibles a todo el mundo en Europa. Hacerlo sencillo para negociar, con fracciones, y que todo, desde cripto hasta valores, esté en su móvil, a sólo dos clics".
Una parte clave de su negocio son metales preciosos y, muy en especial, el oro. Bitpanda tiene su propia reserva de oro, para sus clientes inviertan en las proporciones que lo deseen. "Empezamos con el oro el año pasado", explica Dermuth. "Si usted quiere comprar físicamente oro en España, acude a uno de los grandes vendedores y adquiere un kilo, por aproximadamente unos 52.000 euros [cotización actualizada], la comisión que tiene que pagar es, en promedio, un 2%. Pero si sólo quiere comprar un gramo, una monedita, la comisión se acerca al 50%. Y ya no es una inversión. Resulta demasiado caro. Eso significa que sólo los ricos pueden invertir en oro físicamente".
Esas consideraciones le llevaron a otro enfoque: "Lo que habíamos aprendido con las cripto podíamos trasladarlo a otro tipo de valores. Con el oro era muy fácil, porque podemos comprarlo en gran cantidad, conseguir un precio imbatible y luego trasladarlo a nuestros clientes. Ahora puedes comprar oro por valor de tres euros o 300.000 y siempre pagas el 0,5% de comisión. Nuestra reserva está auditada en un almacenamiento de seguridad en Suiza. Incluso si mañana ya no existiera Bitpanda, en la bóveda saben qué clientes poseen cuántos gramos. Es así de sencillo. No entiendo cómo es que nadie lo ha hecho antes. Y lo mismo con acciones de empresas como Amazon [cotiza a más de 3.000 dólares], que puedes estar interesado, pero no puedes permitirte comprar una…"
La fintech tiene licencia europea como entidad de pagos y, como agencia que trabaja con criptomonedas, ha de cumplir la normativa europea AML5 (contra el lavado de dinero) que le impone obligaciones similares a las de los bancos en la identificación de clientes y movimientos. Ahora está pendiente de una nueva licencia que le permita trabajar con los valores de bolsa y ofrecerlos en pequeñas fracciones, con comisiones reducidas. "Es nuestro mayor proyecto, llevamos año y medio trabajando en ello". Tómese nota de que este verano Tesla y Apple hicieron un ‘split’ de sus respectivas acciones (dividirlas en valores más pequeños), que costaban miles de dólares, y se dispararon sus cotizaciones al ponerse al alcance de pequeños inversores.
Entre tanto, Bitpanda, nacida en Viena, sigue con su propia expansión. En mayo llegó a Francia, a continuación, a España, donde ha nombrado country manager a Alejandro Zala Navarro, y ahora se instala en Turquía.
"Sí… En nuestro cuartel general en Viena tenemos una gran oficina de 3.000 metros cuadrados. Ahora somos poco más de 200, cuando empezamos sólo tres. Y hay sitio para crecer. En España, personalmente he preferido instalarnos en Madrid. Sé que muchos de nuestros colegas tienen las oficinas en Barcelona, pero creo que es bueno no ir por donde todo el mundo. Y en Madrid están el Banco de España y las grandes finanzas".