Un ‘buggy’ autónomo que inspecciona los cultivos como en un laboratorio
Es el último proyecto del Laboratorio X Alphabet de Google. Este robot es capaz de analizar planta por planta un cultivo como un investigador con un microscopio. Le llaman el rover de la agricultura de precisión
16 octubre, 2020 11:00El cambio climático está afectando especialmente a los cultivos. La agricultura, cada vez más, se ve obligada a adoptar nuevas formas de cultivar que permitan obtener una mayor producción pero, al mismo tiempo, que sea más sostenible, que no perjudique al medio ambiente. Una ecuación compleja que busca su solución en la agricultura de precisión.
Si los agricultores pudieran conocer con precisión “de laboratorio” cómo crecen e interactúan con su entorno las plantas de sus cultivos, podrían reducir el uso de fertilizantes, ahorrar en consumo de agua o evitar la propagación de plagas.
Bajo esta premisa nace el proyecto Mineral del Laboratorio X de Alphabet de Google, con el objetivo de “leer una planta como si leyeras un libro”. Y para conseguirlo han desarrollado un nuevo modelo de robot agrónomo, al que llaman el “buggy de las plantas” capaz de examinar planta por planta toda un campo como un médico examina a su paciente.
"De la misma forma que el microscopio transformó la manera en la que se detectan y tratan las enfermedades, estamos convencidos de que las mejores herramientas tecnológicas para la agricultura permitirán transformar y mejorar la manera en la que se cultivan los alimentos”. Es la máxima que planea Elliott Grant, director del proyecto Mineral, que se centra en la producción sostenible de alimentos a gran escala, empleando para ello nuevos prototipos de software y hardware desarrollados con los últimos avances en inteligencia artificial, simulación, sensores o robótica.
Este nuevo prototipo, similar a los rover que se dedican a la investigación espacial, recorre los campos inspeccionando los cultivos. Planta por planta, hoja a hoja, fruto por fruto. Cámaras, sensores y tecnología robotica para medir el desarrollo de la planta y las características del suelo y de su entorno. Luego esa información es contrastada con otros datos que recibe vía satélite sobre las condiciones ambientales o de previsiones meteorológicas para elaborar, gracias a la inteligencia artificial, modelos predictivos que ayudarán al agricultor a conocer su campo “como si lo analizara en un laboratorio”.
Este nuevo robot agrícola es autónomo y eléctrico. Se alimenta con placas solares por lo que no genera residuos ni perjudica su entorno. Aunque es todavía un prototipo, el buggy de las plantas ya ha recorrido campos de fresas en California y campos de soja en Illinois. El equipo de Mineral ha podido así analizar cultivos de melones, bayas, lechuga, avena o cebada, desde el momento de la siembra hasta la cosecha.
La “vigilancia” de este agricultor robótico es tan precisa que, según cuentan sus desarrolladores, “los agricultores pueden detectar y solucionar problemas de plantas individuales sin tener que actuar sobre campos enteros, reduciendo tanto sus costos como su impacto ambiental”.