A partir del tratamiento de residuos se puede producir biogás, que es una mezcla de metano, dióxido de carbono, entre otros gases, pero uno de los retos medioambientales en la llamada economía circular es transformarlo en biometano para obtener desde bioenergía hasta biomateriales. Y, además, hacerlo rentable no solo a escala industrial, sino también en pequeñas escalas como plantas de tratamientos o granjas de purines.
Los fundadores de Trovant Technology, José Estrada y Alex Colzi, detectaron al crear su startup, especializada en desarrollar tecnologías para los procesos biológicos, que las empresas no estaban haciendo esa transformación de biogás a biometano en pequeñas escalas porque las tecnologías que había en el mercado eran muy caras. De hecho, Estrada apunta a INNOVADORES que en la actualidad el único sitio dónde se produce biometano en España es en el vertedero de Valdemingómez en Madrid, que trata todos los residuos de la capital. Imagine su envergadura.
Por ello, estos emprendedores iniciaron el desarrollo de “un proceso más barato y diseñado específicamente para las pequeñas escalas”, como lo que se utilizaría en una pequeña planta de tratamiento de aguas residuales o una granja que trata los purines de los cerdos o los residuos de las vacas…, subraya el CEO de esta startup.
El reto es conseguir separar en el biogás los gases que no interesan, los más contaminantes, para producir metano puro, lo que se conoce como biometano, que “es exactamente igual al gas natural, pero renovable y dentro del concepto de economía circular”. Así, han desarrollado un dispositivo y un sistema capaz de producir biometano en pequeñas escalas y ya han solicitado patente internacional tanto para el proceso como para el modelo de utilidad del diseño del reactor.
¿Cómo es el proceso? En una primera fase, señala Estrada, los microorganismos eliminan el H2S (el ácido sulfhídrico), que es el contaminante más importante que contiene biogás. Para favorecer este proceso, desde Trovant han diseñado un reactor, un recipiente, con las condiciones óptimas para que este microorganismo puede eliminar el H2S. En una segunda fase se captura el CO2 en una corriente de agua y se alimenta otro proceso biológico, con microorganismos que se comen este CO2 para eliminarlo.
Los dos cofundadores Alex Colzi y José Estrada se conocieron siendo investigadores y trabajando en sus tesis doctorales relacionadas con medio ambiente, biogás y tratamiento de residuos y los dos, tras su paso por el laboratorio, dieron el salto a la empresa privada en el sector ambiental por separado. La semilla de Trovant Technology empezó a germinar al coincidir de nuevo en un proyecto europeo.
“Nos lanzamos a crear una startup para hacer las cosas de una forma diferente, porque veíamos que, a veces, la innovación que se da en la investigación pura no llegaba de manera fácil a las empresas y no se traducía en aplicaciones industriales”, subraya Estrada. En concreto, habían detectado que el mercado del biogás, el biometano y el tratamiento de residuos se estaba moviendo mucho. Tenían en mente ideas para su desarrollo, pero no había manera de encajarlas en sus empresas, por lo que decidieron dar el saltar, fundar una startup y desarrollar tecnología propia para lanzarla al mercado.
Dicho y hecho. En este 2020 han empezado las pruebas en campo, en plantas reales con biogás. En concreto, a través al programa Corporate de la aceleradora Lanzadera, Trovant está desarrollando unas pruebas en la depuradora de aguas residuales de Castellón, en colaboración con Facsa, una gran empresa del sector de ciclo integral de agua. En 2022 podría estar en el mercado, tras un paso intermedio en 2021 con un piloto precomercial en instalaciones reales.