Los espacios por los que nos movemos están pensados para la gran mayoría. Para quienes viven sin impedimentos físicos, capaces de solventar sin esfuerzo obstáculos como los escalones que hay que bajar para acceder al metro o leer sin dificultad los nombres de las calles por las que pasan cuando caminan. Afortunadamente, esos entornos comunes se vuelven poco a poco más accesibles. Normativas públicas e iniciativas privadas lo hacen posible.
El recorrido hasta conseguir una total accesibilidad todavía es largo. Por eso, el proyecto puesto en marcha desde el programa de innovación abierta de Alstom suma un paso más en esa dirección. El equipo de Securty de la compañía ha desarrollado una solución para que personas invidentes o con visibilidad reducida mejoren su autonomía en entornos desconocidos. Concretamente, en sus desplazamientos en tren.
Su propuesta es mejorar la comunicación e información que ofrecen a estos pasajeros cuando entran en una estación y transitan por ella. “Para ello hemos recurrido a la tecnología desarrollada por la empresa murciana Neosistec y a su solución NaviLens”.
“Se trata de un marcador similar a los códigos QR, pero que emplea símbolos de colores, y que puede ser detectado a una distancia de hasta 30 metros y desde diferentes ángulos”, describe Víctor Andrés Martín Moreno, que ocupa el puesto de Bid Manager Innovation & Business Development ADM SSI en Alstom España, y líder del proyecto. Otra de sus ventajas es que no necesita que quede bien encuadrado en la pantalla para que el lector lo identifique.
El sistema NaviLens ha sido probado y validado por la ONCE y sus usuarios y desde su lanzamiento en marzo del año 2018 está implantada en sistemas de transporte público de todo el mundo, como en el metro y los autobuses de las ciudades de Nueva York y Barcelona.
Indicaciones en tiempo real
El funcionamiento de la solución iPIS (Inclusive Passenger Information System) de Alstom es bastante sencillo. El usuario solo tiene que descargar una aplicación en su smartphone que será la que ejerza, utilizando la cámara, de lector de los códigos NaviLens.
Con el teléfono visible, por ejemplo, colgando sobre el pecho, este será capaz de detectar esos marcadores y reproducir las indicaciones mediante menajes de audio, para los que habrá varios idiomas disponibles.
“Hay dos tipos de información. Una estática que guía a la persona hasta el andén al que quiera llegar, de manera similar a como lo hacen los videntes cuando leen los rótulos con indicaciones de la estación. Y otra dinámica, que se gestiona en tiempo real para ofrecer datos a los pasajeros sobre cambios de horarios o retrasos, e incluso para que los conductores de los trenes sepan que una persona invidente está usando el servicio y lo tenga en cuenta a su salida y entrada del coche”, detalla Martín Moreno.
Esto es posible porque iPIS se enmarca en el gestor ISM (Integrated Security Manager), la plataforma de seguridad e información al pasajero de Alstom. A partir de ella se coordinan múltiples subsistemas, como la videovigilancia, la megafonía, la comunicación con el tren o la gestión de tráfico, entre otros.
“Gracias a esta integración, cuando un usuario entra en la estación y realiza la primera lectura del código NaviLens, salta un aviso que informa al sistema de que hay alguien utilizando la aplicación. De este modo, se activan los paneles donde se muestran estos marcadores para acompañar al pasajero en todo su trayecto”, explica el director del proyecto.
Hasta ahora, este tipo de tecnología se ha utilizado mediante pegatinas o vinilos en las estaciones, donde se registraban mensajes estáticos para ayudar a la orientación y el tránsito. Con su incorporación en el sistema de seguridad de Alstom, los códigos aparecen digitalmente en la pantalla. Esto, además de evitar su degradación, permiten mostrarlos únicamente cuando el usuario necesita acceder a ellos.
Los test realizados en los laboratorios que la compañía tiene en Madrid se han ejecutado con éxito y la tecnología ya está lista para su comercialización.