¿Qué vínculo existe entre la tecnología y la sostenibilidad ambiental? ¿Cómo puede la inteligencia artificial o la analítica de datos impulsar iniciativas sostenibles dentro de las empresas? Y en la labor de concienciar a la sociedad, ¿qué papel puede jugar la tecnología? De hecho, ¿podemos hablar de una tecnología verde?
Estos y algún interrogante más se pusieron sobre la mesa en el encuentro que, con motivo de la celebración del Día Internacional del Medio Ambiente, ha organizado DISRUPTORES, de la mano de Vanesa Rodríguez, directora de Comunicación de Pacto Mundial de Naciones Unidas España; Xavier Ribera, director de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad en Basf; Marta Piedrafita, directora general de Osapiens Iberia; José Ignacio Marqués, director del Área de Sostenibilidad de Integra Tecnología; y Federico Sainz de Robles, CEO de Sepiia.
Y si algo quedó claro en el propio arranque del encuentro es que la tecnología es una de las principales palancas en el objetivo de lograr compañías con un menor impacto en el medioambiente. Así, por ejemplo, en nuestro país el 31% de las empresas ya está aplicando algún tipo de solución tecnológica para que le ayude en sus objetivos de desarrollo sostenible, apunta Vanesa Rodríguez, desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas España.
Desde esta organización de hecho tratan de ayudar a las compañías a acceder a tecnologías eficientes y respetuosas con el medio ambiente y, sobre todo, a formarse en materia de sostenibilidad. "Formamos y capacitamos a las empresa que están dentro del Pacto y que ya son más de 1.700 en España pero también a sus proveedores, en definitiva, a toda la cadena de valor", explica Vanesa Rodríguez.
Basf es una de esas empresas que forman parte del Pacto y que se han capacitado en materia de sostenibilidad, comparte Xavier Ribera, director de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de la compañía que, como él mismo revela, "hace más de 10 años que puso la sostenibilidad en el centro de nuestra actividad; queremos crear química para una sociedad más sostenible y eso pasa por ser más sostenibles nosotros mismos como empresa, en nuestra actividad y procesos, y en desarrollar productos que ayuden a ser más sostenibles a nuestros clientes".
Medir el impacto medioambiental
Un menor impacto en el medio ambiente es precisamente el origen de la firma de moda Sepiia. "Nuestras prendas buscan hacer más fácil el día a día de las personas pero también tener un impacto positivo en el planeta", declara su CEO, Federico Sainz de Robles.
Para ello, Sepiia desarrolla sus propios materiales, todos ellos elaborados a partir de componentes reciclados, "y medimos en todo momento el impacto real de nuestras prendas, a través de cuatro indicadores: consumo de agua, emisión de C02, utilización de productos químicos y generación de residuos".
Precisamente medir el impacto medioambiental de la actividad de una compañía es uno de los retos en los que la tecnología se presenta como la aliada perfecta, algo que saben muy bien en Integra Tecnología.
"Lo que más nos demandan, como consultora tecnológica, son soluciones que les permitan adecuar sus procesos a criterios de sostenibilidad y medir cómo de cerca o de lejos se encuentran de esos indicadores", indica José Ignacio Marqués, director del Área de Sostenibilidad de Integra Tecnología.
"Les ayudamos con cuadros de mando en los que ellos son capaces de saber en qué situación están y tomar decisiones de forma más ágil y en función de esos datos", refrenda.
Una adecuación y toma de decisiones que tiene como meta cumplir con las distintas normativas que en materia de sostenibilidad existen, apunta Marta Piedrafita, directora general de Osapiens Iberia.
Así, añade, "tecnologías como la inteligencia artificial o el IoT permiten acelerar los tiempos que necesitan esas compañías para adaptar su actividad a las diferentes regulaciones que no son pocas y que, como ocurre con la Directiva de información corporativa sobre sostenibilidad (CSRD), entrará en vigor en apenas unos meses".
Obligaciones que harán que "en 2030 más de 300 millones de personas trabajarán en tareas relacionadas con la sostenibilidad, a las que se destinarán inversión superiores a los 12 billones de euros", revela Marta Piedrafita.
Pero, ¿cómo de avanzadas están las empresas españolas en esa necesidad y obligación de cumplir con los objetivos ODS? Lamentablemente, la respuesta es que progresan adecuadamente, pero no al ritmo que deberían.
"Solo llevamos el 15% de las metas de desarrollo sostenible cumplidas", apunta la directora de Comunicación de Pacto Mundial de Naciones Unidas España quien, en ese sentido, reclama "multiplicar las soluciones tecnológicas para que lleguen a más gente, a más empresas, de forma mucho más rápida".
Una situación que, en opinión de José Ignacio Marqués, de Integra Tecnología, se debe a que "en España no nos movemos si no nos vemos obligados a cumplir algo. Nos cuesta hacer las cosas hasta que no nos obligan y cuando toca hay que correr y las prisas nunca son buena compañía porque hacen que nos preocupemos solo de lo urgente y olvidemos lo importante".
Xavier Ribera, desde Basf, coincide en que "somos un país de empujón" y argumenta que eso es así porque a veces no nos creemos lo suficiente la necesidad de ser más sostenibles. "La sostenibilidad pasa a veces por reducir nuestros ingresos pero es que hay que hacerlo".
Y, en ese escenario, reclama regulación, pero más "amable" e inteligente y "menos burocracia para impulsar la sostenibilidad entre las empresas y no perder competitividad frente a otros países".
Esas normas también las ve igual de importantes y necesarias Marta Piedrafita, de Osapiens Iberia quien pide un mayor impulso y más ayudas para que las empresas puedan avanzar en materia de sostenibilidad. Señala que "todavía hay mucha ambigüedad en la normativa y eso no facilita tampoco su cumplimiento".
Por su parte, Federico Sainz de Robles, de Sepiia, recuerda que la sostenibilidad no es una opción y aduce que, además de empresas innovadoras que traten de tener cada vez un impacto medioambiental menor, hay que educar al consumidor también. "Si como compañías hacemos por cumplir con los requisitos que marca la legislación pero luego el cliente no demanda ese tipo de producto o no quiere pagar por el, de nada sirve".
Concienciación, regulación y tecnología como denominador común sería por tanto una combinación ganadora para lograr un mundo de empresas y ciudadanos más sostenibles. Eso sí, como concluye desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas España Vanesa Rodríguez, "debe ser una tecnología humana, al servicio de las personas, que sirva para romper brechas y para ser capaces de trasladar los derechos humanos al ámbito digital".
EN PROFUNDIDAD
Día Mundial del Medioambiente
- De crear plástico con plumas a recuperar plata o reciclar desechos del vino: así salvan los investigadores el planeta
- Tecnología y sostenibilidad, una alianza que hoy es tan necesaria como urgente
- El ambicioso plan español para la transición "verde y digital" con más promesas que soluciones
- Inteligencia artificial, ante el reto de ser aliado o rival de la inversión de impacto en la nueva era digital