De velas de larga duración a detergentes que lavan en frío: innovando desde el siglo XIX por nuestro bienestar
D+I visita la sede de Procter & Gamble en Ginebra, un antiguo banco que desde hace varias décadas aúna la actividad de esta compañía en Europa.
11 junio, 2023 02:57Antes de continuar leyendo este reportaje, les pido que hagan un sencillo ejercicio y piensen cuántas de estas marcas forman, o han formado, parte de su día a día: Dodot, Ariel, Fairy, Braun, Olay, Tampax, Gillette, Pantene, Vicks… Es más que probable que en todos los hogares de nuestro país se usen uno o varios de sus productos de manera recurrente desde los años 60, década en la que Procter & Gamble aterrizó en España.
La llegada de esta compañía estadounidense se produjo en 1968. Lo hicieron de la mano de su marca de detergentes Ariel. En 1982 lanzaron el lavavajillas Fairy y en 1985 entraron en el mercado farmacéutico español al adquirir Richardson Vicks y su popular VapoRub (¿Recuerdan aquel anuncio que comenzaba con una niña diciendo: “Mamá, mañana no podré bailar, me cuesta respirar”? El remedio era este descongestionante).
Aunque en España cumplen ahora 55 años, P&G es una empresa casi bicentenaria. Se fundó en Cincinnati (Ohio, EEUU) en 1837, ciudad donde todavía está su sede global, cuando William Procter y James Gamble pusieron en marcha una fábrica de velas y jabones.
“Una de sus primeras innovaciones fue idear una vela que durará más tiempo y jabones más puros gracias al desarrollo de un proceso de purificación de grasas”, explica el director de Investigación, Desarrollo e Innovación en P&G, Víctor Aguilar, a D+I – EL ESPAÑOL, durante la visita de este medio a la sede de la compañía en Ginebra (Suiza), “donde está el ecosistema de la innovación de la compañía en Europa”.
Aquí se instalaron hace 70 años en un edificio que hasta ese momento perteneció a una entidad bancaria. Desde entonces, la riqueza que se almacenaba en el interior de una espectacular cúpula se ha sustituido por otro tipo de tesoros: las innovaciones que esta corporación desarrolla para “deleitar a nuestros compradores” y que por primera vez se muestran a la prensa (una quincena de medios han sido invitados a este encuentro internacional).
37.000 patentes
El centro está organizado para mostrar el camino que sigue una persona desde que tiene una necesidad hasta que esta se vea satisfecha con la adquisición de un producto. En las sucesivas salas por las que pasamos –en las que no está permitido tomar fotos ni grabar vídeo– se hace un repaso a ese viaje del consumidor (customer journey), en el que la tecnología tiene un peso fundamental “para comprender el comportamiento humano”, explica uno de los portavoces que ejerce de guía durante el recorrido.
“La combinación de inteligencia artificial y análisis de datos nos acerca al consumidor, nos permite innovar y hacer crecer nuestras marcas”, apuntan. Una innovación en la que invierten cada año casi 2.000 millones de euros y a la que se dedican un total de 7.600 investigadores y científicos, 2.000 en Europa.
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El espacio por el que transcurre la visita está pensado para sus clientes del sector retail y es aquí donde les muestran en lo que está trabajando P&G para el futuro y engrosar una lista de patentes que ya suma 37.000 a lo largo de toda su historia.
“Los consumidores de ahora son muy exigentes. La demografía ha cambiado con el envejecimiento de la población y con los avances sociales que se han producido en los últimos años”, manifiesta otra de las personas que acompañan al grupo de periodistas. De ahí que desde esta compañía señalen a tres vectores como impulsores de la innovación: sostenibilidad, hiperconectividad y salud y bienestar.
Entre los desarrollos con los que trabajan para corroborar esta filosofía, nos muestran un “espejo inteligente” que será capaz de dar consejos sobre hábitos de salud y uso de productos para que las personas mejoren su bienestar, nuevos materiales para sus empaquetados o cómo trabajan con fabricantes de lavadoras y lavavajillas para conseguir uno de los retos en los que más hincapié hacen: el lavado con agua fría.
“De todas las actividades derivadas de la producción, comercialización y uso de nuestros productos, la que más CO2 produce es el calentamiento del agua en el hogar para obtener los resultados esperados”, afirma el portavoz de la compañía. Algo que han corroborado sus estudios científicos: hasta el 60% de la huella de carbono del lavado de ropa en Europa proviene del calentamiento del agua.
Los avances que están realizando en este campo los ratifican con una demostración en directo, en la que aplican su producto y otro de la competencia a dos telas que ensucian con grasa para posteriormente introducirlas en dos cubetas de agua fría. El resultado es el esperado: con la fórmula de P&G sale impoluta, mientras la otra aún conserva restos
Este espacio es sólo una muestra de lo que en esta compañía, con casi 200 años de historia y 12 centros de investigación repartidos por todo el mundo, ha sido capaz de lograr de la mano de la innovación. Ya lo hicieron alumbrando los hogares del siglo XIX con sus velas de larga duración. Ahora, de la mano de tecnologías que sigan aportando bienestar a las nuevas generaciones de consumidores.