Ligado al sector financiero desde hace más de 15 años, cinco de ellos ya como CIO de Deutsche Bank, Luis García San Luis ha sido testigo y protagonista en primera línea de la transformación digital de la banca, marcada por tecnologías como cloud que la entidad ha abrazado de la mano de Google.
"Comenzamos el viaje a la nube en diciembre de 2020, con Google, seguramente más tarde que otras entidades financieras pero es que queríamos asegurarnos al cien por cien, por un lado, de que realmente nosotros estábamos maduros para hacer esa apuesta y, por otro, que regulatoriamente todo estaba claro por parte de la industria".
Una apuesta que, para García San Luis, ha permitido al Deutsche Bank mejorar la eficiencia de su operativa y reducir costes pero, en especial, "lograr tener la flexibilidad para poder reaccionar mucho más rápido a cualquier cambio o necesidad que surja".
El hacerlo con Google, "que no es un proveedor más sino un partner para nosotros", hace posible contar con unos recursos tecnológicos actualizados en todo momento: "El esfuerzo en mantener el portfolio de aplicaciones y stacks tecnológicos de un banco es inmenso. La idea es eliminar ese esfuerzo porque está legado en el partner y poder reorientar ese trabajo y dedicación a ofrecer nuevos servicios y soluciones al cliente".
El banco ha migrado a cloud ya un total de 200 aplicaciones corporativas y ahora entra en una fase de madurez en la que comenzar a "consumir los servicios de valor añadido que la nube nos ofrece como, por ejemplo, aplicaciones de Machine Learning que adoptar internamente sería mucho más complejo".
Comodidad y sencillez pero con garantía
Esa "puerta" a la última tecnología que la nube les ofrece también resulta clave, según Luis García San Luis, en el ámbito de la ciberseguridad, un área en el que la entidad, como toda la banca, está realizando las mayores inversiones. Y es que, en este campo, el CIO de Deutsche Bank, no tiene duda: frente a la demanda del cliente de rapidez y sencillez a la hora de hacer cada vez más procesos y operaciones, no es posible una respuesta tibia.
"Primero es la seguridad y, después, si quieres hablamos de otras cosas porque el cliente es verdad que demanda rapidez, sencillez o comodidad pero, llegado el momento de la verdad, su prioridad es poder hacer cualquier tipo de transacción con garantías. Seguimos la estrategia de Zero Trust, es decir, no confiamos en nada ni en nadie por principio".
La metodología Agile ha sido otra de las iniciativas que acometía internamente la entidad, un proyecto que ha permitido a España posicionarse como una referencia para toda la entidad a nivel global, afirma García San Luis. "Hemos adoptado Agile no únicamente en el área de TI sino de manera conjunta con el negocio y la verdad es que estamos encantados con los buenos resultados. Con esta metodología podemos responder más rápidamente a lo que necesita el cliente, reducir los tiempos de entrega y aportar más valor".
Concretamente, según el CIO de Deutsche Bank, han incrementado en un 30 por ciento la eficiencia en costes y esfuerzos, reduciendo de forma muy notable los tiempos de entrega. "En time to market, por ejemplo, depende del proyecto pero, en algunos, hemos logrado pasar de 6 o 9 meses a apenas dos semanas".
Empleados satisfechos
Pero si algún beneficio destaca García San Luis ya no solo de la adopción de Agile sino de toda la apuesta por la innovación tecnológica de la entidad es que les ha permitido tener uno de los índices de rotación voluntaria más bajos de todo el sector, únicamente un 1 por ciento. Es decir, en un momento marcado por la escasez de talento digital y la competencia entre las empresas para lograr hacerse con él, en el área TI del Deutsche Bank la fidelidad de los empleados es evidente.
"En España, en satisfacción del empleado tenemos resultados que están por encima del resto de áreas de tecnología del banco en otros países y por encima de cualquier otra entidad del sector financiero. Pero es que en la llamada rotación no deseada solo tenemos un 1 por ciento, un dato más positivo aún si piensas en cómo está la situación laboral en el área TI en nuestro país, con un 20 por ciento de media", explica. Así y aunque reconoce que lo complicado sigue siendo identificar ese talento y ahí la entidad tiene las misma dificultades que cualquier otra compañía, "lo que es retener ese talento lo tenemos más que conseguido", asegura el CIO.
Precisamente la inteligencia artificial es la herramienta que el banco, a través de una consultora, va a empezar a utilizar para identificar los perfiles que precisa.
Una tecnología a la que, según Luis García San Luis, no hay que tener miedo pero sí acercarse con calma. "Hay que hacer una adopción responsable por que la Inteligencia Artificial riesgos tiene y muchos. No olvidemos que vamos a delegar decisiones en este tipo de sistemas y tenemos que ser transparentes, capaces de explicar esas decisiones, el por qué de las mismas” y añade: Entiendo que el hype del mercado está totalmente justificado y hace que muchos quieran adoptar este tipo de tecnologías cuanto antes pero debe primar la responsabilidad".
Esa mirada "responsable" es la que explica también que, a día de hoy, los chatbots no tengan una gran presencia en el Deutsche Bank. "Hemos adoptado muy poco esta tecnología por que vemos es que la experiencia en el sector no es muy buena, en general. La experiencia de uso, la satisfacción del cliente, no es la que debería".
"Evidentemente, es más eficiente porque con un chatbot puedo cubrir el trabajo de muchos operadores o gestores pero la experiencia, como digo, no es buena todavía y, por ello, no es una experiencia que queramos dar. Estoy convencido de que en breve madurará y mejorará pero hoy no lo veo así".
Y hablando de ese mañana, para Luis García San Luis, las prioridades que tiene el área de TI del banco son tan claras como los retos. "Queremos simplificar y democratizar internamente el acceso al dato, evidentemente con todos los controles de seguridad para garantizar la privacidad".
"Paralelamente, estamos trabajando para superar el que considero es nuestro mayor desafío: integrar las nuevas tecnologías de una manera rápida en nuestros procesos y en nuestro tool kit tecnológico. Al final todos los bancos tenemos nuestro mainframe y estamos hablando de soluciones tecnológicas que tenemos que integrar con lo que ya tenemos 'en casa'. Ese es el reto".