Hace cinco años que Prosegur inició su plan de transformación para preparar a la empresa para el futuro. Desde hace dos, es Miguel Torres quien comanda este cambio después de haber asumido diferentes responsabilidades en esta compañía, las últimas como director financiero global.



Un perfil peculiar si nos atenemos a los profesionales que habitualmente dirigen los departamentos de los sistemas de información, generalmente tecnólogos o ingenieros.

Pero Torres, el actual director de sistemas de información (CIO, por sus siglas en inglés), tiene una visión de negocio. Durante la entrevista con DISUPTORES – EL ESPAÑOL, que mantiene en la sede de esta firma en Madrid, sus respuestas trazan continuamente un perfil sobre cómo está estructurada esta compañía, a la que define como “empresa tecnológica”.



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En cierto modo, todas las que hacen un uso intensivo de la tecnología se describen así, aunque su negocio original sea otro. En el caso que nos ocupa, el imaginario popular identifica a Prosegur y su característico color amarillo con la seguridad privada, una de las pioneras en nuestro país creada en 1976.

Pero ahora es mucho más. “Nuestra visión es hacer del mundo un lugar más seguro y estar a la vanguardia de la innovación. Esto ha significado dotar a nuestros negocios de la tecnología y el conocimiento necesarios, así como rediseñar nuestro portafolio de servicios”, describe Torres.

"Empresa tecnológica"

Ahora tienen cinco líneas de negocio. Mantienen las más tradicionales: el transporte de valores y la vigilancia, ambas pasando por un proceso de modernización y digitalización. “En la parte de transporte de valores, hemos añadido servicios como la gestión de corresponsales bancarios y criptomonedas, que dependen en gran medida de la tecnología. El vigilante actual es un profesional altamente conectado, con acceso a información en tiempo real, lo cual transforma su rol en algo mucho más avanzado y tecnológico”, describe Todos.

Las otras tres se encuadran dentro de lo que denominan Prosegur Digital: por un lado, servicios de outsourcing, donde gestionan procesos de bancos y aseguradoras; por otro, su propia línea de ciberseguridad; y, por último, alarmas, que en España gestionan en colaboración con Telefónica. 

"El vigilante actual es un profesional altamente conectado, con acceso a información en tiempo real y un rol más tecnológico"

“La transformación interna ha sido clave, con un enfoque en el reskilling de personas y la implementación de nuevas tecnologías. Aproximadamente el 45% de nuestra plantilla se dedica a la tecnología, esto incluye equipos de sistemas en todas las áreas de la compañía, coordinados por una unidad corporativa”, explica el CIO.

En sus nuevas líneas de negocio, el 70% de los empleados tienen perfiles tecnológicos. Esto incluye conocimiento en ciberseguridad, infraestructuras, inteligencia artificial y automatización de procesos (RPA). “Un cambio que ha sido crucial para seguir siendo competitivos y ofrecer los nuevos servicios que nuestros clientes demandan, que ahora nos exigen una mayor inmediatez”.

Cambio estructural

Para llevar a cabo toda esta transformación, primero tuvieron que dotarse de una infraestructura adecuada, desde servidores hasta comunicaciones. “Empezamos hace cinco años, y ya al segundo año, en 2021, teníamos varias soluciones en producción”, apunta Torres, quien detalla cómo dividieron su programa en cuatro líneas de actuación para afrontar este reto.

Una de ellas fue la modernización de aplicaciones de backoffice, estandarizando y mejora de la eficiencia de los procesos. También pusieron en marcha una iniciativa para reforzar la ciberseguridad “enfocada a la concienciación de personas, equipamiento tecnológico y cambio de procedimientos, para garantizar que la información sea segura, confidencial y transparente”.

"Para la explotación de los datos empleamos machine learning y hemos  fortalezido los 'data centers' y las comunicaciones"

A su vez, prepararon la infraestructura para la explotación de datos, “con científicos de datos, machine learning y fortalecimiento de data centers y comunicaciones”. “Es crucial evitar interrupciones en aplicaciones y comunicaciones para proteger la información y asegurar la continuidad del servicio al cliente”, apunta el directivo.

Añade como cuarta línea de actuación el uso de la nube, para lo que movieron aplicaciones desde sus infraestructuras físicas a hiperescalares, trabajando con Microsoft, Amazon y Google, pero no únicamente. “Contamos con salas técnicas dedicadas, especialmente para ciberseguridad, pero la mayoría de nuestras operaciones se alojan en centros de datos contratados con terceros. En el caso de España, contamos con infraestructura propia alojada en Equinix”, cuenta.

Para alojar los datos “realizamos un inventario de aplicaciones y, junto con cada línea de negocio, decidimos dónde debe estar cada una según sus necesidades de servicio y niveles de seguridad. Algunas soluciones están en nubes públicas y otras en servidores propios, dependiendo de la naturaleza del negocio y la proximidad al uso de la infraestructura”, precisa.

Transformación cultural

Actualmente, Prosegur está presente en 34 países y tiene casi 153.600 empleados en todo el mundo, de los que cerca de 28.800 están en España. Esta diversidad geográfica representa un desafío para la transformación de la compañía, pero también es una ventaja a la hora de detectar tendencias, saber qué es lo que funciona en unos países y regiones, y si es viable replicarlo en otros. Ahora mismo están invirtiendo en inteligencia artificial y machine learning, áreas en las que llevan trabajando varios años.

“Por ejemplo, para la parte de imagen y vídeo que utilizamos en el iSOC que inauguramos en Madrid hace año y medio, así como en nuestras alarmas, ya utilizamos machine learning. También hemos construido más de 30 modelos predictivos que soportan muchos de nuestros procesos de backoffice y prestación de servicios”, repasa. Y, cómo no podía ser menos, la inteligencia artificial generativa es una novedad que están explorando “para mejorar y rediseñar lo que ya tenemos, logrando resultados más rápidos y eficientes”.

"Hemos construido más de 30 modelos predictivos que soportan muchos de nuestros procesos de backoffice y prestación de servicios"

Cada uno de los equipos de negocio tiene un área de innovación, con un responsable al frente, que realiza pruebas de concepto de las tecnologías que están implantando en diversos servicios y productos. Es lo que han llamado “modelo federado”. “Por encima está un equipo corporativo que les ayuda a que eso esté orquestado y alineado a una estrategia de grupo, que el ecosistema funcione y que los números salgan”. Y es aquí donde se entiende el perfil más económico que tecnólogo de Torres.

La transformación en Prosegur no sólo ha consistido en cambiar aplicaciones o servidores, sino en transformar la cultura de la compañía. “Para nosotros, ha sido fundamental hacer que la tecnología sea parte del día a día de todos, no solo del departamento de TI. Hemos cambiado la estructura organizativa, y cada área de la empresa ahora comprende y utiliza la tecnología en sus funciones”, asegura el directivo.

Torres termina la conversación recalcando que “la tecnología ha dejado de ser solo responsabilidad del departamento de TI y se ha integrado en todas las áreas, permitiendo a todos los empleados entender y colaborar en el uso y desarrollo de soluciones tecnológicas. Y esta integración ha sido esencial para hacer realidad nuestra transformación”.