Hacia esa necesidad se están orientando algunas de las principales enseñas de la certificación, sabedoras de que se trata de un mercado en auge. Es el caso de Aenor, cuyo CEO, Rafael García Meiro, explica a DISRUPTORES - EL ESPAÑOL cómo están aterrizando sus sellos en campos tan diversos como la ciberseguridad, la inteligencia artificial o la calidad de los servicios TIC.

[Crece el número de empresas que certifican sus avances e innovaciones en sostenibilidad e impacto medioambiental]

García Meiro no es ajeno a las dificultades que plantea auditar y dar ese emblema de confianza a un entorno en constante evolución y tan líquido como es el digital. Empero, mantiene la esperanza de que se reproduzca el mismo nivel de transparencia y fidelidad de otros campos como la sostenibilidad en esta nueva área de actuación.

¿Cómo se puede certificar/regular el mundo digital? ¿No es un poco ponerle puertas al campo?

Es cierto que en el mundo digital es muy difícil llegar a la certeza, porque por ejemplo en ciberseguridad, un ciberdelincuente que pone muchos esfuerzos en saltarse determinados procesos de seguridad, seguramente lo va a conseguir. Las verificaciones que hacemos se centran en si los gestores de la misma están utilizando todas las herramientas para que sea más difícil la tarea del atacante y para que si lo consigue haga el menor daño posible.

Las certificaciones en el entorno TIC no son nuevas, Aenor lleva cerca de 20 años certificando las mejores prácticas en este ámbito, y estos sellos tienen un papel fundamental en la generación de confianza, tan necesario en este entorno. Es muy extensa la oferta en este ámbito, pero quisiera destacar tres que suman en todo el mundo más de 160.000 centros de trabajo certificados y en las que España destaca, por situarse entre los cinco países con más centros certificados. Se trata de la ISO/IEC 27001 de seguridad de la información; ISO/IEC 20000-1 de calidad de servicio TIC e ISO 22301 de continuidad de negocio.

Las tres abordan cuestiones críticas: asegurar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de sistemas de información; la continuidad del negocio a pesar de las circunstancias adversas que puedan producirse y el uso óptimo de las infraestructuras de TI para la prestación de servicios con calidad y seguridad. En caso de seguir las indicaciones de estos estándares, los gestores de la tecnología de una organización pueden decir que están siendo diligentes en su gestión.

Se está hablando mucho de la IA y de cómo será su desarrollo en los próximos años, que dependerá de establecer un correcto marco legislativo a corto plazo, según muchos expertos. Desde Aenor, ¿veis en la certificación la herramienta adecuada para garantizar la confianza en la inteligencia artificial?

Hemos reflexionado mucho sobre de qué forma podíamos hacer realidad nuestro propósito en el campo de la inteligencia artificial; la conclusión ha sido que lo que podemos respaldar con rigor y solidez es que una organización tiene una aproximación ética a la IA en cada caso de uso de la misma.

Estamos trabajando en el desarrollo de una certificación apoyada en dos documentos internacionales: el estándar ISO/IEC 42001, de sistema de gestión de la IA cuyo objetivo es garantizar que los sistemas de IA se desarrollan, implementan y utilizan de forma responsable, transparente y fiable; y el ISO/IEC TC 24368 de aspectos sociales y éticos, que proporciona una guía de aspectos y consideraciones para abordar las preocupaciones éticas y sociales en el desarrollo, implementación y utilización de los sistemas de inteligencia artificial.

Y, dándole la vuelta… ¿veis en la IA una herramienta adecuada para agilizar los procesos de certificación?

Estamos trabajando, junto a un importante partner tecnológico, para incorporar IA generativa en nuestros productos, servicios y soluciones, con el objetivo de dar una respuesta más rápida y eficiente a nuestros clientes. Pero muchas de las certificaciones que hacemos (las que precisan de acreditación) están sujetas a lo que prescriba el regulador del sector (en nuestro caso, ENAC), necesitamos que sea este organismo el que nos permita utilizar la IA en el proceso de certificación.

La digitalización va en paralelo a otra transformación, en este caso la de la sostenibilidad. Cada vez surgen más certificaciones ligadas a los criterios ESG, tanto en materia medioambiental como de diversidad o de empresas saludables. ¿Por qué son cada vez más importantes estos aspectos para las empresas?

La sociedad demanda a las empresas acción sobre las cuestiones que le preocupan. Según el Barómetro de Confianza 2023 de Edelman, el 53% de la población espera de las compañías más iniciativas sobre cambio climático y el 47% sobre acceso a la salud; por citar sólo dos ejemplos. Y no sólo demanda; actúa. El 63% de los consumidores afirma consumir marcas que están alineadas con sus creencias y valores.

Para que la sostenibilidad se abra camino de forma real y duradera en las organizaciones, formando parte de la estrategia como compañía, es imprescindible contemplar la doble materialidad. Así, las iniciativas no sólo deben tener impacto positivo en la sociedad, sino también en la cuenta de resultados. Un ejemplo claro es el de desperdicio alimentario cero en Carrefour, que se fundamenta en reglas claras y auditorías para garantizar sus objetivos.

¿Crees que empresas que no tengan unas capacidades económicas muy grandes pueden competir en la retención del talento con compañías más grandes por el hecho de posicionarse en temas sociales o por identificarse con determinados valores?

Permíteme que vuelva a los datos del Barómetro de Confianza Edelman: para el 69% de la población tener impacto social es un aspecto decisivo a la hora de considerar un trabajo. Lo que estamos viendo es que los hombres y las mujeres que se están incorporando al mercado de trabajo además de buscar empresas con las que comparten valores, aprecian cuestiones como facilidades de conciliación, que van más allá del salario económico. En este campo las empresas con menor capacidad económica también pueden competir. 

Si hablamos de innovación en el mundo de la certificación, ¿cuál crees que es el camino que seguirá el sector?

Las tres certificaciones más extendidas en todo el mundo (ISO 9001 de gestión de la calidad, ISO 14001 de gestión ambiental e ISO 45001 de seguridad y salud en el trabajo) seguirán teniendo una alta relevancia, entre otras cosas porque son la vía de entrada idónea al camino de la mejora continua para muchas organizaciones.

La innovación en certificación siempre ha de guiarse por aquellos campos que producen una mayor diferenciación competitiva y esos ahora y en el futuro son los relacionados con valores importantes para la sociedad; es decir, la sostenibilidad desde un enfoque ESG (ambiental, social y gobernanza) y la ciberseguridad.

En línea con la innovación relacionada con ESG, trabajamos para anticipar el futuro sobre esos valores que representa la sostenibilidad. Pero para innovar vamos a tener que transmitir a muchos clientes cuáles son los temas que más impactan en sostenibilidad en sus negocios, es lo que llamamos Análisis de Materialidad de la Sostenibilidad. En relación con el segundo tema, el de la ciberseguridad, el punto más relevante que tenemos en estos momentos es el impulso de la gestión ética de la inteligencia artificial (IA) en cada caso de uso que se va presentando.

De ello surgen soluciones que extienden buenas prácticas, viralizándose y llegando a una masa crítica de empresas, como antes me refería, porque diferencian competitivamente. Para que sea así, es imprescindible que su aplicación sea voluntaria. La excelencia, cuando es obligatoria, nunca es excelente.