Bilbao

Un chuletón vegetal, un paté de guisantes que sabe a pato, un queso hecho de anacardos, unas gambas que, en realidad, no vienen del mar sino del arroz, o unos grillos con sal y limón. En el menú del mañana estos podrían ser algunos de los platos principales de una industria agroalimentaria marcada por el reto de producir más alimentos cada vez, con menos recursos y de forma más sostenible.

Un desafío sobre el que, durante tres días, se ha debatido en la cuarta edición de Food 4 Future, Expo Foodtech 2024, convirtiendo Bilbao en epicentro del futuro del sector como destacó Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación que acudía a la feria para, entre otros anuncios, desvelar una inversión de 46,25 millones de euros en 2025 para innovadores proyectos de agritech.

El ministro afirmaba que ya que España es un país puntero en exportaciones agroalimentarias “apostemos por convertirlo también en un referente en materia de exportación de las tecnologías vinculadas al sector agro” e incluso señalaba que, en su opinión, nuestro país “debería desarrollar un sello común, que me atrevo a denominar Spain Agrifoodtech Nation”.

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Además, Planas aprovechó el evento para dar a conocer otras líneas de ayuda como las destinadas a la modernización de los regadíos, cuya inversión para el periodo 2022-2027 supera los 2.430 millones de euros gracias a fondos comunitarios como FEDER y las aportaciones del gobierno central, la dedicada a la digitalización de las comunidades de regadío, con una asignación de 200 millones de euros destinados a la transformación digital del ciclo del agua.

La segunda convocatoria del Programa de Impulso a la Modernización del Sector Agroalimentario (PERTE Agroalimentario) para la segunda mitad del año, con una dotación de 300 millones de euros también fue puesta en valor por el ministro como una vía para la transformación digital del sector.

España como potencia foodtech

La cuarta edición de Food 4 Future ha estado marcada por un mensaje común: aprovechar el valor que nuestro país tiene dentro de la industria agroalimentaria para, con la innovación como palanca, convertirnos en una potencia también foodtech.

Y precisamente “presumiendo” de la posición aventajada que España tiene en ese mercado participaba Begoña García, Secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación en la inauguración de la feria. “Moderno y competitivo. Así es el sector agroalimentario español”.

Una afirmación que la secretaria quiso argumentar con algunos datos como el hecho de que esta industria genere más de 2,6 millones de puestos de trabajos y represente un 10 % del PIB. Además, Begoña García quiso destacar cómo este sector es además “una de las principales herramientas del progreso de nuestras zonas rurales, que representan el 85 por ciento del territorio nacional”.

Por ello defendió que cualquier innovación tecnológica integre a las zonas rurales, que no solo son sinónimo de materias primas sino también de “talento, tradiciones y oportunidades”.

Robot para la recogida de fresas de Eurocat.

En la misma línea se posicionó María Naranjo, directora de Industria Alimentaria del ICEX: “España ya es una food nation pero si queremos que siga siéndolo dentro de 50 años tenemos que trabajar para que sea una foodtech nation”, afirmaba.

También en la inauguración del evento, Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco aprovechaba para anunciar que “Euskadi será la primera comunidad autónoma en desarrollar la ley de cadena alimentaria” junto a “un decreto de los precios que hemos de abonar cuando vamos a los lineales de las diferentes cadenas de distribución” que esperan este listo a primeros de mayo.

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Ainara Basurko, diputada foral de Promoción Económica de la Diputación de Bizkaia; y Xabier Ochandiano, concejal de Desarrollo Económico e Internacional del Ayuntamiento de Bilbao estuvieron presentes también en la inauguración en la que Javier Dueñas, presidente de F4F - Expo Foodtech y CEO de Campofrío afirmó la importancia de la colaboración entre todos los actores de la industria, grandes empresa y startups, para hacer frente a los retos de sostenibilidad o alimentación saludable y responsable que afronta así como a tecnologías como la robótica o la inteligencia artificial que “juegan un papel esencial a la hora de reducir el desperdicio, aumentar la eficiencia o incrementar la seguridad alimentaria”. Para Dueñas compañías como Campofrio tienen un claro objetivo: “alimentar al mundo de una manera eficaz y responsable”.

Ese precisamente es el gran desafío al que se enfrenta el sector agroalimentario, un enorme paraguas donde encontramos otros retos como la eficiencia, la seguridad alimentaria, el desperdicio, la legislación o la búsqueda de nuevos alimentos.

Robótica o inteligencia artificial, claves

Un cóctel en el que tecnologías como la automatización, la robótica, la inteligencia artificial o la impresión 3D son uno de sus mayores aliados. Así, durante F4F, se ha podido conocer cómo tecnologías como la visión artificial industrial ayuda a detectar defectos de calidad que podrían pasar desapercibidos y que pueden afectar a lotes enteros de productos y generar problemas de logística y con el consumidor final, como explicó Emilio de la Red, director de Innovación y Desarrollo de Negocio de Inspectra (INNDEO).

La automatización ha sido otra de las protagonistas tecnológicas de la feria y, entre otros, desde Eurecat, Oscar Palacín, Robotics Researcher de la compañía, explicó las ventajas de implementar robots industriales y sistemas automatizados para tareas como la cosecha, la pulverización y la poda en la agricultura. La compañía aprovechó la feria de hecho para presentar un robot para la selección y recolección de fresas mediante visión artificial.

Garantizar la seguridad y la calidad alimentaria es otra de las “tareas” en las que la tecnología puede ayudar a la industria agroalimentaria, en concreto a las fábricas de bebidas como compartían en el evento Antonio Rodríguez, Quantum Computing Scientist de Fujitsu International Quantum Center y María Paredes, Research Technisian de Hijos de Rivera (Estrella Galicia). Juntos presentaron un proyecto de investigación centrado en dos técnicas de computación cuántica aplicadas a la percepción del sabor que podría abrir puertas a la creación de nuevos sabores y la mejora de la frescura en diversos productos de alimentación.

También en aras de la seguridad alimentaria Nadia Khaled, Department Manager Digital Food Safety de Nestlé, presentaba una plataforma de alerta temprana desarrollada en colaboración con SGS que monitorea una amplia gama de fuentes web para identificar riesgos emergentes y cambios regulatorios, permitiendo una respuesta proactiva a los desafíos del sector que siempre están en constante evolución.

Y como no podía ser de otro modo la Inteligencia Artificial (IA) también ha estado presente a lo largo de las numerosas charlas y ponencias celebradas durante la cuarta edición de Food 4 Future, Expo Foodtech 2024. Así, entre otras, empresas como Tecnocreativa, Aggity e IFR explicaban cómo están utilizando la IA para automatizar tareas manuales y repetitivas, simular procesos de producción en tiempo real para visualizar errores y reducir la inactividad o predecir fallos en máquinas que provoquen un parón en la producción.

Circularidad y nuevos alimentos

Una alimentación más saludable, personalizada,  con nuevos “super-ingredientes” y que responda a demandas de revalorización y cero desperdicio. En esa búsqueda se encuentra inmersa la industria agroalimentaria y a ella están dando respuesta muchas compañías ya hoy como se ha podido comprobar (y probar) en la última edición de F4F.

Así, el visitante ha descubierto la “carne” desarrollada a partir de la fermentación de hongos de Maash, las proteínas sostenibles a partir de residuos y subproductos vegetales como cortezas o pieles de fruta de Moa Foodtech; el bacon impreso en 3D de COCUUS, la "Better-nera" 100% vegetal y con un 21% de proteínas de Better Balance, el queso elaborado con leche de anacardos de Quevana; las angulas y gambas de alubias y proteínas del arroz de Isauki; el cachopo vegetal de Vanetta o el paté de campaña hecho de alubias y guisantes por el chef John Regefalk, responsable de Innovación Culinaria en BCC Innovation, Basque Culinary Center.

Solomillo fabricado por impresión en 3D de Cocuus.

Pero si ha habido además un ingrediente fundamental y transversal a toda la feria ese ha sido la sostenibilidad y todos sus vértices.Por ejemplo, han sido numerosos los proyectos que se han podido conocer y que tienen en la revalorización del producto su base como el impulsado por Blendhub junto a Hijos de Rivera (Estrella Galicia) para buscar nuevas formas de darle valor al bagazo o Paturpat, la acción en España que comprende el proyecto europeo Brilian y que busca a partir del almidón de las peladuras de patata, los rechazos y efluentes producir bioplásticos o componentes dirigidos a la industria cosmética.

Una circularidad y una apuesta por el desperdicio cero que también persigue Remolonas, una plataforma que en breve verá la luz para luchar contra el desperdicio de alimentos dando una segunda vida a los alimentos excedentes de productores y transformadores, y enviándolos en cestas multiproducto a los hogares.

En la misma línea pudo conocerse algunos proyectos como el de Mahou San Miguel para producir cerveza más sostenible y aportar un segundo uso del grano usado en la fabricación de cerveza, ofreciéndolo a los empresarios para hacer cubiertos comestibles o la iniciativa de Campofrío Sigma de reaprovechamiento, por ejemplo, en sus instalaciones de Burgos donde se procesa la mucosa intestinal del cerdo para producir heparina de uso médico.

Por primera vez, Food 4 Future acogió también, de manera simultánea, Pick&Pack for Food Industry, el evento centrado en la industria del packaging marcada también por desafíos como el avance de la descarbonización, la aplicación de la tecnología para optimizar los procesos, y la adaptación a una normativa más exigente con la sostenibilidad.

Ecodiseño y monomaterial, los nuevos envases

Para responder a estos retos el plástico seguirá siendo muy demandado por su capacidad de responder a retos como la reducción del desperdicio alimentario pero conviviendo con otros materiales como el cartón y el papel.

Según Mireia Andreu, Innovation Manager en Packaging Cluster, respecto a otros materiales utilizados en la fabricación de envases del sector agroalimentario “el metal seguirá siendo importante en el sector, el vidrio crecerá en un 1% para el 2026, mientras que el packaging flexible lo hará en un 1,4%, y el papel en un 4%”.

En este contexto, las nuevas normativas de envases serán claves, así como la homogeneización de los envases para que se puedan reutilizar. “Hay que limpiarlos, así que habrá nuevos servicios de recogida y limpieza de envases, especialmente vidrio”, ha señalado Andreu.

Las tendencias en ese ecodiseño que se impone, especialmente por las nuevas normativas, marcan los pasos de esta industria el monomaterial, la reutilización y el aumento del material reciclado, explicaba Sofía Garín Martínez, de Inèdit Innova.

Directrices que no siempre son fáciles de adoptar como apuntó Ricardo Fernández, Quality and Sustainable Development Director de Carrefour: “Estamos en tiempos en los que se escucha hablar de ecodiseño, reciclabilidad o circularidad, pero el reto principal de la industria agroalimentaria es cómo articular las exigencias legales sin perder de vista que el consumidor quiere un producto rico, en perfectas condiciones y que le dure”.

El precio es otro factor que muchas veces actúa como una barrera en esa apuesta por los envases más sostenibles como señalaba por su parte Enrique Rodríguez, Commercial Delegate de Vichy Catalan. “El cliente final recibe tanta información

que tampoco tiene claro cómo contribuir a la sostenibilidad. Lo que nos dicen es que el vidrio pesa, la lata afecta al sabor o que el plástico contamina, por lo que la cuestión del packaging está afectando claramente a nuestro modelo de negocio. No obstante, cuando ponemos en el mercado envases con criterios sostenibles, con sobrecoste de precio, el comprador no acepta pagar más”.

Un evento que cerraba sus puertas superando sus expectativas con la asistencia de un total de 9.037 personas de 34 países y que se ha convertido en el mejor foro para “descubrir las tendencias que moldearán la alimentación del futuro”, según Sergio Fabregat, director de F4F - Expo Foodtech: “500 innovaciones, 287 empresas expositoras, 483 ponentes... Estas son las cifras de una feria que, en solo cuatro años, se ha consolidado como el gran evento de la innovación de la industria agroalimentaria”.

La próxima edición ya tiene fecha; en mayo de 2025 podremos ver si las recetas del hoy se han seguido cocinando con éxito.